Ya había sucedido durante la Nochebuena. Ahora se repitió en el Año Nuevo. La lluvia y el viento fueron intensos… y en algunos sectores, también granizo
La madrugada del primer día de 2017, luego de una bochornosa jornada de fin de año, fue tiempo de tormentas.
En Villa María llovieron poco más de 20 milímetros, lo cual fue suficiente para provocar el anegamiento de muchas arterias, aunque los daños más severos se produjeron a raíz de las fuertes ráfagas de viento que provocaron caídas de árboles y causó daños en una antena radial.
Por este motivo, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios concurrió a distintos puntos de la ciudad tales como ruta nacional 158, enfrente al barrio Vista Verde; ruta nacional 9, próximo al Hospital Regional Pasteur; esquina de las calles Juan Müller y Salta (a una cuadra del IPET 49, ex-Escuela del Trabajo), en barrio Güemes, y bulevar Vélez Sarsfield y calle José Ingenieros.
En tanto, si bien se registró la caída de granizo esta precipitación no fue extensa ni abundante, anotándose algunos sectores como ocurrió en barrio Santa Ana.
Sin embargo, el meteoro provocó indirectamente otros daños, que generó mucho fastidio, como fueron los innumerables cortes de energía, algunos preexistentes desde la tarde del último día del año viejo.
Casi un millar de jóvenes, en tanto, tuvieron que abandonar el predio del Jockey Club cuando la tormenta llegó a la ciudad justo cuando empezaba la fiesta.
Mucho granizo
La ciudad de Río Tercero y las localidades de Almafuerte, Berrotarán, Los Cóndores y Alejandro Roca (foto) debieron soportar la caída de abundante granizo, al igual que en zonas de San Luis en el límite con la provincia de Córdoba.
Fuertes vientos
Que la velocidad del viento fue elevada en todas partes no quedaron dudas, pero los daños más graves ocurrieron en territorio santafesino.
En la vecina provincia los daños más graves ocurrieron en Rafaela, donde además de muchos árboles (foto), el viento también provocó la caída del mástil de la Policía, carteles y techos de viviendas precarias.
