El bloque de la minoría votó separado, tanto Landart como Machicado argumentaron que avalaban la Tarifaria para que no continuara la vigente; Bruno consideró que ese aval es “un cheque en blanco”  

Aunque todo parecía indicar que el Presupuesto y la Tarifaria para 2017 no bajarían al recinto porque no estaban los votos necesarios, ambos proyectos fueron tratados en la sesión legislativa de ayer. Aún con los reparos y las dudas planteadas el día anterior por el bloque de la minoría porque no se habían alcanzado algunos acuerdos, el radicalismo y el Frente Cívico aportaron los votos necesarios para dar luz verde a la Tarifaria.

Las reuniones del bloque de Juntos por Villa María comenzaron cerca de las 10 y se extendieron -entre idas y vueltas- hasta pasadas las 14. Para ese entonces empezó a trascender que las tres fuerzas que integran esa bancada tenían intención de votar de manera diferente: la UCR con el acompañamiento, el PRO con el rechazo y el Frente Cívico con la abstención.

Luego continuaron las reuniones, el trabajo en Comisión de Acuerdos y labor parlamentaria hasta, finalmente, iniciar a las 16.30 la sesión que originalmente había sido prevista para las 11. Ya a esa hora era una confirmación que el radicalismo y el Frente Cívico iban a dar su aval al proyecto que necesitaba de mayoría agravada y que el PRO se mantenía en su postura de rechazarlo.

Desde ese momento y hasta el final de la sesión, pasadas las 19, el clima de distensión que acompañó a los concejales del oficialismo y que se vio reflejado en sus rostros sonrientes contrastó con el aire tenso que se respiraba en la oposición.

Para justificar el aval de la UCR, Nora Landart argumentó que el Poder Ejecutivo hizo lugar a la mayoría de las modificaciones que solicitaron y entre ellas mencionó recuperar las facultades que el Concejo le había delegado al Ejecutivo, corregir ambigüedades y darle previsibilidad a la gente sobre lo que va a pagar por los servicios que recibe. Pero basó en gran parte su acompañamiento en el hecho de que la Tarifaria presentada por el Gobierno de Martín Gill es “superadora” si se la compara con la vigente.

“Esta Tarifaria no es el mejor de los instrumentos, pero es superador a las Tarifarias que tuvimos, por lo tanto, no puedo permitir que se sostenga en el tiempo una Tarifaria a la que me opuse”, señaló.

Admitió que no se logró eliminar la alícuota que se aplica al consumo de servicios, pero sí se pudo bajar un 2%. En cuanto al estacionamiento medido, destacó que se evitó llevar su costo a siete pesos y que se conserve el valor vigente de seis pesos.

Gisele Machicado, del Frente Cívico, utilizó idénticos fundamentos para explicar el acompañamiento de la Tarifaria.

“Tiene un contenido mejor que la que rige este año, hay que valorar que en muchos casos va a haber una reducción en los impuestos”, afirmó, pero aclaró que no iba a acompañar dos artículos, el referido al estacionamiento medido porque consideró que es una problemática de muchos años que debe ser solucionada por la Comisión Revisora del Estacionamiento y cuestionó que Federación Mercatil no haya presentado sus balances; y el referido a las Pymes porque estimó que había que reducir las tasas para alentar la industria y la generación de puestos de trabajo.

También destacó que se bajó la transferencia de los taxis, que pasará de 80 a 60 mil pesos y que se podrá pagar en 10 cuotas; el tope del 20% a las tasas y que no se deleguen más facultades.

Un cheque en blanco

Apenas comenzada la sesión, Karina Bruno, del PRO, cuestionó que se incluyera en el despacho de la Comisión de Acuerdos puntos que ella desconocía y pidió un cuarto intermedio hasta el lunes, moción que fue rechazada.

“Vimos hacer acuerdo y negociaciones en los pasillos, yo pertenezco a esa Comisión y no me presentaron esas modificaciones, esto es inconstitucional”, afirmó.

“Esta Tarifaria financia un Presupuesto que le da la espalda a todo lo social, eso es lo que hoy se acompaña. Alguien me puede explicar por qué hasta ahora no fue posible, por qué un 7 de diciembre, teniendo todavía 10 días más de sesiones ordinarias, pudiendo prorrogarlas y llamar a extraordinarias, tenga que tratarse con apuro una Tarifaria concesionando cuestiones fundamentales”, se preguntó luego.

“Esta es una Tarifaria que legitima el negocio del estacionamiento medido, que es rechazado por toda la sociedad”, agregó, y lamentó que por el apresuramiento no haya un tratamiento correcto de los proyectos.

Hizo hincapié en que a temas sensibles, como el Comité de Cuenca del Ctalamochita, no se le destina presupuesto.

“Si bien esta Tarifaria es mejor que la anterior, es una falacia que se bajan las tasas. Hay un 20% de aumento en los impuestos y si hay una reducción, se debe a la rezonificación realizada”, indicó.

Al Presupuesto, que se aprobaba con mayoría simple, no lo acompañó el bloque de la minoría. Al explicar su negativa, Bruno dijo que este proyecto no está disociado de la Tarifaria.

“La plata para gastar en este Presupuesto desequilibrado con lo social sale de la Tarifaria y ese cheque en blanco se lo acaba de dar este Concejo; lamentablemente, parte de ese cheque lo firmó mi bloque”, remarcó.

Ya para cerca de las 19 el mate pasaba de mano en mano, se habían dejado de lado muchas formalidades y los concejales se levantaban de sus bancas para hablar entre ellos. Con todo, fue una sesión tranquila.

Presentaron el pliego de licitación para la compra de 200 cámaras de seguridad

El secretario de Gobierno, Rafael Sachetto, presentó ayer en el Concejo Deliberante el pliego de licitación para la adquisición de 200 cámaras de video-vigilancia que serán apostadas en espacios públicos de la ciudad.

“El número de dispositivos previstos nos permite cubrir los espacios que más nos interesan en materia de prevención y tránsito. Vamos a empezar con esta experiencia, si bien el proyecto permite instalar otra serie de cámaras de manera progresiva”, afirmó, y recordó que actualmente están en uso 24 cámaras.

El proceso licitatorio se prevé para el primer trimestre de 2017, una vez que concluya el tratamiento legislativo que incluye doble lectura y audiencia pública. El llamado a los oferentes es del tipo “llave en mano”, es decir, que contempla la provisión, instalación, configuración y puesta en funcionamiento de los dispositivos y del centro de monitoreo con 16 puestos y dos supervisores.

Las cámaras, que estarán destinadas a la prevención del delito y al monitoreo del tránsito, estarán ubicadas en los ingresos a la ciudad, plazas, frente a las instituciones escolares, arterias de mayor flujo vehicular, en el cementerio y en la pista del Aeropuerto Regional Néstor Kirchner.

Los aparatos, como se especifica en el pliego, contarán con tecnología full HD. Algunos serán fijos y otros del tipo domo, que permite una visión de 180 grados. Todos contarán con visión nocturna, tendrán autonomía para seguir funcionando ante un corte de electricidad, se podrán operar manualmente y los que se ubicarán en los ingresos del espacio urbano podrán leer las patentes de los automóviles. También habrá 16 puestos de monitoreo.

“Nos permitirán trabajar en conjunto con las fuerzas de seguridad y los Bomberos en pos de mayor seguridad”, afirmó Sachetto.

En relación a la inversión prevista, el funcionario señaló que no se ha fijado en el pliego, como una estrategia para lograr mejores ofertas. La licitación estará abierta a empresas de la ciudad, pero también a firmas de otras jurisdicciones.