Lo dijo el presidente del Centro de Veteranos, Erik Langer, en el playón deportivo de barrio Malvinas Argentinas, en donde se colocó el hito. Consideró que las nuevas generaciones conocen poco de lo sucedido en la guerra

En barrio Malvinas Argentinas ayer se colocó una marca de memoria en el playón deportivo de calle San Luis e Intendente Perazzolo, ejecutándose el cronograma que se extenderá a lo largo de todo el mes como parte de las actividades por el 150º aniversario de la fundación de Villa María y que tiene a lo sucedido en la guerra de 1982 como eje de abril.

Las marcas de memoria se producen en honor a los excombatientes de la ciudad y son colocadas en espacios que formaron parte de la cotidianidad de los mismos, como, por ejemplo, las escuelas en que cursaron. Es algo impulsado por el Centro de Veteranos de Guerra Islas Malvinas y la Municipalidad de Villa María.

Ya se ubicó una marca en honor a Coty Ludueña en el Centro de Ex-Combatientes y ayer fue la segunda en el citado playón.

En este marco y en diálogo con EL DIARIO, el presidente del Centro de Veteranos, Erik Langer, consideró que estos homenajes son una misión que cree que tienen quienes volvieron de las islas, en honor a los que allí quedaron dando la vida por la Patria.

“Apenas vinimos nos preguntábamos por qué volvimos y nuestros compañeros quedaron, por qué nos tocó a nosotros y qué nos hubiese gustado que hubiesen hecho los que retornaron si fuéramos nosotros los que quedamos allá. Y creo que les debemos el respeto y que se mantenga viva la llama. Esta es una de las formas de homenajearlos y que no se olvide el sacrificio que hicieron”, evaluó.

Si bien cree que fue creciendo el reconocimiento de la sociedad a aquellos pibes que fueron a defender la Patria en 1982, advirtió que siempre tienen que “estar permanentemente luchando para dar las charlas en las escuelas” y consideró que hay algo de deuda en esto. Estimó que se los tendría que invitar no sólo cada 2 de abril, sino todo el año.

“Somos historia viviente, queremos que seamos nosotros los que cuentan lo sucedido y no que los chicos vayan a un libro en el que a lo mejor les cuentan algo que no ocurrió de esa forma”, argumentó.

Ante preguntas de este matutino, reveló que este año se encontró con que las generaciones nuevas “no tienen ni idea” de lo que ocurrió. Es un tema que “se ha tocado muy poquito y por eso quedan muy sorprendidos” por los relatos en primera persona.

“La muestra de agradecimiento es lo que nos reconforta”, valoró y dijo que no son héroes, sino “privilegiados de haber peleado junto a los verdaderos héroes, que son los que quedaron”.

Sobre la primera marca, en homenaje a Coty, trabajadora de la ex-Entel que de manera oculta era un nexo entre los soldados y los familiares, Erik indicó que ella “fue una veterana más, que nos daba fuerza, y fue muy apegada a nosotros, que nos insistía para que continuáramos”.

«Orgullo»

El inaugurar marcas de memoria “es un reconocimiento que se valora, algo que antes no se hacía, de hecho, 15 años atrás quienes fueron a la guerra no eran nadie”, graficó Mauricio Güizzo, hijo de Norberto, quien dejó su vida en las islas.

Actual presidente del Centro Vecinal del barrio Malvinas, el hombre expresó su satisfacción “por ver todas estas cosas, plazoletas con el nombre de mi padre, barrios que llevan el nombre de Malvinas, lo que llena de orgullo, y más a mí que soy hijo de un héroe caído en combate”.