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Limpiavidrios: para la defensora de la Niñez se debe abordar “caso por caso”

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Limpiavidrios: para la defensora de la Niñez se debe abordar “caso por caso”
“Estamos en un momento socialmente muy complejo”, en el que “hacer abordajes lineales de la cosa no nos sirve de nada”, sostuvo López

La funcionaria provincial dijo a EL DIARIO que estudios reflejan que la mayoría de los chicos están en la calle con un adulto. Habló de un problema estructural que afecta a las familias

“Estamos en un momento socialmente muy complejo”, en el que “hacer abordajes lineales de la cosa no nos sirve de nada”, sostuvo López

La presencia de adolescentes y jóvenes varones que limpian vidrios de vehículos en diversas esquinas de la ciudad es un tema de larga data en Villa María.

A estos chicos, que incurren en un trabajo precarizado e informal, se los ve desde hace años en puntos estratégicos de la localidad, como en inmediaciones de la Estación Terminal de Omnibus, la zona del Molino Fénix, frente a la Funesil o en la esquina de Plaza Manuel Anselmo Ocampo entre muchas otras intersecciones de calles.

El recorrer la urbe refleja que la presencia de los denominados “limpiavidrios” creció significativamente en el último año. Hay más en más esquinas, y además hay chicos de menor edad, incluso niños, esperando ganarse una moneda o un billete. Y en algunos casos, esto ha generado problemas con automovilistas, que aseguran que alguno que otro pibe no se maneja adecuadamente.

Sobre la realidad sociocomunitaria de estos varones, que como ellos hay muchos en todo el territorio cordobés, es lo que se le preguntó a la defensora de Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia, Amelia López.

“Es un tema que nos preocupa. Según algunos estudios que hemos accedido en la capital, la mayoría de los chicos que están en la calle están con un adulto”, afirmó la funcionaria al ser consultada por EL DIARIO.

“Es decir, hay un problema estructural, sobre el cual nosotros tenemos que hacer un abordaje. Y es el desempleo, la pobreza, lo que hace que muchas familias estén en la calle”, sostuvo.

López destacó que estos casos hablan de una situación familiar y dijo que “uno ve a los chicos porque es lo que se expone”.

“Uno se pone a pensar qué hacemos… ¿vamos con la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF)? y no, no podemos criminalizar la pobreza, pero sí tenemos que actuar sobre esas cosas”, admitió.

Opinó que “debe haber una articulación entre las organizaciones, para que podamos tener un diagnóstico exacto sobre cuál es la situación de esos jóvenes y que podamos abordarla directamente”.

López consideró que el tratamiento del tema debe hacerse “chico por chico”.

“Cada caso y cada familia es una realidad diferente”, sostuvo la defensora.

Además, evaluó que “es muy complejo el tema de la niñez y la adolescencia” y aseveró que “estamos en un momento socialmente muy complejo”, en el que “hacer abordajes lineales de la cosa no nos sirve de nada”.

“Entonces, nos parece que todo lo que sea articular acciones y además pensar estrategias nuevas es lo correcto. No podemos movernos con estrategias viejas en una realidad que es nueva y distinta”, apuntó la funcionaria, pasando por alto que las problemáticas que se evidencian con estos varones que están en la calle están lejos de ser una realidad nueva.

La situación de los institutos de menores
La funcionaria sostuvo que el Complejo Esperanza está haciendo muchos cambios

A Amelia López también se le preguntó sobre el estado actual de los institutos de menores de la provincia, como el cuestionado Complejo Esperanza, ubicado en Bouwer.

“Ese establecimiento está haciendo muchos cambios. Nosotros estamos trabajando en la comisión interinstitucional con el Poder Judicial y el Ejecutivo para lograr mejorar esas situaciones”, respondió cuando se le consultó sobre el mismo.

Luego, la defensora de niñas, niños y adolescentes elogió a la jueza de Niñez de Villa María, Inés Mariel.

“Vemos que hay jueces como la de Villa María que tienen un paradigma diferente en torno a la delincuencia juvenil y nos parece que es un paradigma muy oportuno y de avanzada: creemos que hay que avanzar sobre las causas, para lograr que los chicos desistan de delinquir”, expresó.

Remarcó que “son chicos, van a tener cambios en la vida, están en un momento donde todavía pueden realizar cambios, si uno restaura y logra que ellos desistan de esas acciones el futuro será mejor para todos, no sólo para ellos”.

“La jueza Mariel trabaja sobre ese paradigma, que me parece pertinente”, sostuvo.

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