Raúl Collante fue declarado culpable de “desobediencia a la autoridad” y recibió una pena de ocho meses y 10 días de prisión. Como está detenido desde el 24 de abril, el próximo martes cumplirá la sanción y podrá recuperar la libertad
Un hombre radicado en la ciudad de Córdoba fue condenado ayer en los Tribunales de Villa María por haber esquivado un control vehicular que realizaba personal de Gendarmería sobre la ruta nacional 9.
Se trata de Raúl Carlos Collante (30), quien recibió una pena de ocho meses y 10 días de prisión de cumplimiento efectivo luego de ser hallado culpable del delito de “desobediencia a la autoridad” en un juicio de trámite abreviado sustanciado en la Cámara del Crimen local.
Como registra un antecedente penal, Collante fue declarado reincidente, aunque podrá recuperar la libertad el martes próximo, fecha en la que cumple íntegramente la sanción impuesta. Claro que para poder dejar la cárcel de barrio Belgrano y regresar a su domicilio en la capital provincial, deberá sortear con éxito una pericia psicológica que acredite que está en condiciones de reinsertarse socialmente.
Hace ocho meses…
El hecho por el que fue juzgado y condenado se produjo minutos antes de las 3 de la madrugada del domingo 24 de abril, cuando viajaba junto al también cordobés Luis Aliendro (31) a bordo de un automóvil Renault Clio.
A la altura del kilómetro 545 de la ruta 9 (unos 6.500 metros pasando el Parque Industrial y Tecnológico), Gendarmería Nacional realizaba un control vehicular preventivo. Al percatarse de la presencia de los efectivos, Collante y Aliendro frenaron la marcha del Clio a muy pocos metros del puesto de control, giraron en “U” y escaparon del lugar en sentido contrario.
El accionar evasivo fue advertido por los uniformados, quienes de inmediato iniciaron una persecución que dio sus frutos pocos minutos después, cuando interceptaron el rodado y detuvieron a sus ocupantes.
Cabe señalar que al requisar el Renault, los gendarmes encontraron distintos electrodomésticos de dudosa procedencia y se presume que trataron de eludir el control por esa razón, aunque durante la instrucción de la causa no se pudo probar que dichos artefactos fueran malhabidos, por lo que ambos automovilistas terminaron procesados por “desobediencia a la autoridad”.
Pidió la “probation”
Como Aliendro no registraba antecedentes, solicitó la “probation” (suspensión del juicio a prueba) y evitó tener que sentarse en el banquillo de los acusados, aunque su situación procesal todavía no se definió.
El juicio fue de trámite abreviado porque Collante confesó el hecho que se le atribuía. Fue presidido por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y del abogado defensor Eduardo Rigalt, mientras que Marcela Mattalía intervino como secretaria.
