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“Lo que hicimos durante el Festival puede marcar un antes y un después”

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“Lo que hicimos durante el Festival puede marcar un antes y un después”

En un proyecto inédito en la ciudad, el Museo y doce artistas visuales diseñaron el stand “Comprá arte”, el cual estuvo montado en el recorrido peñero. En sólo una semana se vendieron 30 obras, un récord para estas latitudes

“Cuando hicimos la convocatoria, una de las artistas dijo que no nos hiciéramos ilusiones, que era muy  probable que no vendiéramos ni una sola pintura”, rememora Analía Godoy
“Cuando hicimos la convocatoria, una de las artistas dijo que no nos hiciéramos ilusiones, que era muy probable que no vendiéramos ni una sola pintura”, rememora Analía Godoy

“Hay un eslabón que falta en la cadena artística de la ciudad y es el de la venta. En Villa María están los artistas visuales, está la escuela de Bellas Artes y también están las salas de exposiciones. Lo que no está son los puntos de venta. No hay galerías ni espacios alternativos dónde comercializar obras. Y esto hace que se resienta notablemente la sustentabilidad del sistema de producción”. Estas palabras no son nuevas. Las dijo a EL DIARIO Analía Godoy cuando aún coordinaba el espacio de exposiciones del Leonardo Favio; allá por el 10 de agosto de 2014. La nota se titulaba “Vivir de la pintura en la Villa María del Siglo XXI”, y enfocaba desde todos los ángulos una problemática de gran actualidad.

Por eso es que, a sólo dos meses de asumir como nueva directora del Bonfiglioli, Godoy tomó las primeras medidas al respecto.

“Hace rato que desde el Museo se vienen pensando políticas para paliar esta carencia de ventas. A tal punto que, durante la gestión pasada, Sebastián Borghi junto a la Asociación de Amigos del Museo organizaron una muestra y un concurso en el Híper Libertad. Esta vez pensamos que el Festival de Peñas podía ser un buen lugar para que los artistas locales pudieran exponer y vender. Por suerte el saldo fue más que positivo”.

-¿Pensaron en algún momento que iban a vender 30 obras?

-¡Para nada! A tal punto que, cuando hicimos la convocatoria, una de las artistas dijo que no nos hiciéramos ilusiones, que era muy probable que no vendiéramos ni una sola pintura pero que el solo hecho de juntarnos ya era positivo. Esta fue la primera acción del año por paliar el déficit de ventas de arte, y por ser la primera, fue muy positiva y audaz.

-¿Por qué decís “audaz”?

-Porque nunca habíamos experimentado vender en un stand y menos en el marco de un Festival tan multitudinario. Corríamos el riesgo de pasar completamente desapercibidos y la primera noche, de hecho, casi no se vendió. Pero luego se nos ocurrió el cartel con el eslogan “Comprá arte” y eso modificó la actitud del público por completo. Este pequeño éxito nos hace pensar en acciones conjuntas de cara al futuro, cómo armar un espacio virtual donde exponer. Haber logrado juntar al Museo con los artistas en un proyecto común fue maravilloso; y el stand puede marcar un antes y un después para pintores y fotógrafos de Villa María.

 

Obras de pequeño formato: las más buscadas

-¿Creés que los espacios “no artísticos” favorecen especialmente la venta de arte?

-Sí, pero para que eso suceda hay que dejar en claro que tu stand no es un puesto de artesanías sino un emprendimiento artístico. Queremos salir del Museo a espacios no convencionales para que el arte llegue a quienes no tiene la costumbre de venir hasta acá. Y en ese sentido, la muestra de pelotas intervenidas que se expuso en la Medioteca para el Mundialito (actualmente en el municipio), fue un verdadero “boom”. Mucha gente tuvo en ese paseo su primera experiencia de museo.

-¿Qué fue lo que más se vendió en las Peñas?

-Sobre todo, obras de pequeño formato. Nos sorprendió muchísimo porque las pusimos al último, en una cajita de cartón del tamaño de un tarjetero, casi de relleno. ¡Pero la gente lo primero que hacía era ir a verlas una por una! Digamos que “la cajita” fue la estrella de la noche… Pero también se vendieron obras en gran formato de Ana Paula Godoy (fotografía) y Nico Schuck (pintura digital).

-¿Cómo ves esta nueva convivencia entre pintura y fotografía?

-Me parece fabuloso que se hayan derribado las barreras convencionales en las artes visuales y que ambos lenguajes puedan convivir, tanto en un stand como en las paredes de un museo. Una de las apuestas para este año es hacer más muestras de fotos en el Bonfiglioli.

-El stand cerró con los artistas pintando en vivo.

-Esa acción fue la que más atrajo al público. Ver a los pintores creando fue muy movilizador, y encima con los fuegos artificiales de fondo por el cierre del Festival. Fue como estar ante una obra de arte conceptual de una magnitud inédita y maravillosa.

 

Los artistas convocados: Con una pequeña ayudita de los Amigos

“El proyecto del stand nació en el marco de la Subsecretaría de Cultura, como iniciativa del Gobierno municipal para favorecer las industrias culturales y la venta de arte local, comenta Godoy. El municipio invirtió en la carpa y nosotros, desde el Museo, recomendamos las acciones. Pero lo demás fue todo de los artistas que se presentaron. Ellos pusieron las obras y atendieron el stand turnándose de dos en dos”.

Cabe destacar que los 12 artistas del “Comprá arte” fueron seleccionados por una curaduría previa entre miembros de la Asociación de Amigos del Museo Bonfiglioli y de la Escuela de Fotografía F5. Así, los expositores fueron Rodrigo Alvarez y Ana Paula Godoy en fotografía; Gabriela Manfredi en escultura, Nicolás Schuck en pintura digital intervenida, Milton Martínez en planchas de tergopol pintadas; Sofía Toribio con tintas y, finalmente, en acrílicos y óleos, Cecilia Orzo, Natalia López, Carolina García, María de los Angeles Basualdo, Santiago Tacconi y Emiliana Sinigaglia.

 

Iván Wielikosielek

Especial

 

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