Fue condenado ayer Sebastián Pereyra, un albañil de 24 años que llegó a prisión por violar una orden de restricción de contacto, pero que fue juzgado también por hechos anteriores que tenía pendientes con la Justicia.

En un trámite de juicio abreviado, Pereyra confesó los hechos por lo que estaba acusado.

Entre esos hechos, además de acercarse a su expareja con quien tenía prohibición de contacto, está un robo que perpetró en el año 2011 y que tuvo como víctima a una mujer que se desempeñaba como prostituta en el bar “Cemento” de esta ciudad.

Lo condenaron por coacción, lesiones leves, robo y amenazas.

“Condicional” después de someter a malos tratos a su exmujer

Mauricio Barcia, un albañil de Las Perdices, fue condenado ayer a tres años de prisión de ejecución condicional y recuperó la libertad. Llegó a juicio acusado de distintos hechos de violencia de género contra su exmujer y madre de sus hijos, Yanina Medina.

Fue autor -y así lo confesó- de casi todas las violencias tipificadas en la ley.

La violencia física fue una de las manifestaciones, cuando la golpeó al encontrársela en cercanías de las vías del ferrocarril. No conforme con los golpes de puño, la pateó en el piso. No fue la única vez que la agredió.

La violencia psicológica la ejerció a través de expresiones degradantes como “pu…” y “sucia”, las que repitió en diferentes oportunidades. También la amenazaba, no solo a ella, sino por mensajes de texto al padre de la mujer: “Cuide a su hija porque la están por matar”.

La violencia económica, cuando Medina fue a pedirle dinero a la obra en la que trabajaba porque tenía que llevar al médico al hijo en común. No solo le negó el dinero, sino que la golpeó con una manguera.

Y hasta la violencia simbólica, robándole la ropa de ella, la que le prometía devolver “cuando aprendiera a tratarlo como hombre”.

Estos son algunos de los hechos que se ventilaron en la audiencia realizada ayer en la Cámara del Crimen, la que presenció la víctima.

Medina tuvo oportunidad de hablar y si bien dijo que estaba de acuerdo con que su ex recuperara la libertad “por el bien de los hijos”, pidió que reconociera al cuarto niño que dijo que tenían en común, dado que Barcia les dio el apellido a los otros tres.

Barcia fue defendido por Jorge Bustos.

Libertad

Nahuel Insaurral (26) recuperó ayer la libertad tras ser condenado a tres años de ejecución condicional, por distintos delitos contra su expareja, la joven María Belén Guzmán. Le impusieron, además, estrictas normas de conducta las que, en caso de incumplimiento, lo llevarán de nuevo a la cárcel.

Los hechos por los que llegó a juicio ocurrieron entre 2011 y 2017, cuando el hombre amenazó y violó la orden de restricción de acercamiento hacia la mujer y a la familia de ésta.

Se ventiló en el juicio que Guzmán, entre denuncia y denuncia, le enviaba cartas de amor. Frente a eso, la juez Eve Flores le aclaró: “No importa que le mande cartas, esto forma parte de una relación enferma. Usted no puede acercarse a ella”. Fue condenado por violación de domicilio, desobediencia a la autoridad, coacción, robo, daño y lesiones leves.

Visión del fiscal Márquez sobre la violencia intrafamiliar

De los cuatro juicios de ayer, tres fueron por violencia de género. En todos los casos el fiscal fue Francisco Márquez. Al término de las audiencias, el funcionario judicial declaró en rueda de prensa que tiene la visión “sistémica” de la problemática de violencia intrafamiliar, enfocado en la relación enferma más que en la culpa del varón.

“A las víctimas no hay que acusarlas, dice esta gente, pero si ellas tampoco entienden la problemática, se transforma en un hecho de difícil solución y vamos a terminar con todos los condenados volviendo a la cárcel”, expresó.