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Los nuevos desafíos que tiene la Ciudad del Aprendizaje

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Los nuevos desafíos que tiene la Ciudad del Aprendizaje

Referentes de distintos centros educativos dan su punto de vista sobre el reconocimiento internacional. Las claves y las metas de la enseñanza de cara al futuro

En septiembre, en Irlanda, la Unesco hará entrega de la distinción a Villa María como Ciudad del Aprendizaje

La semana pasada se conoció la noticia de que Villa María sería declarada Ciudad del Aprendizaje 2017, siendo la única del país en haberse postulado para tal certificación y la segunda en América en recibirla (la otra es una localidad brasileña).

Será en Irlanda en septiembre cuando nuestra ciudad reciba la distinción para así marcar un hito en la historia de la educación local, que data de muchos años y por la cual han pasado distintas personalidades, como Antonio Sobral, por mencionar alguno.

Si bien las gestiones del actual Gobierno municipal fueron claves para recibir el premio de la Unesco, lo cierto es que cuando se habla de una Ciudad del Aprendizaje se hace referencia no sólo al conocimiento y a las instituciones educativas, sino además a las posibilidades de acceso y el sostenimiento en el tiempo de las políticas que promueven el desarrollo humano a través de la educación.

Al momento de tratar de recabar distintas opiniones sobre este suceso, es real que lo más oportuno para este medio fue recurrir a quienes están al frente de algunos de los centros de formación de Villa María, en sus distintos niveles.

La directora del Nivel Superior de la Escuela Normal Víctor Mercante, Andrea Riva; el director de la Escuela José Ingenieros, Héctor Godoy; el decano de la UTN Villa María, Pablo Rosso, y la directora de la Escuela Justo José de Urquiza, Analía Buggia, opinan sobre el reconocimiento internacional.

En todos los casos se coincide con que es un punto de partida para seguir con el foco puesto en lo que falta: combatir la deserción escolar, desestructurar el espacio del aula y encontrar el sentido de ir a la escuela fueron algunos de los desafíos que plantearon los consultados por EL DIARIO.

“Falta muchísimo”, admitió el intendente Martín Gill el día en que se realizó el anuncio, pero valoró “las políticas y los esfuerzos para tomar este paradigma como el aspecto central de las políticas municipales”.

Quizá ser reconocida por la Unesco dé a Villa María cierta tranquilidad de que se está por el buen camino y un empujón más para que no haya jóvenes que no concluyan sus estudios.

“Una democratización del acceso a la educación”

Andrea Riva (directora del Nivel Superior de la Escuela Normal Víctor Mercante):

“Es un motivo de mucho orgullo para todos los villamarienses y hay que ponerlo en una cuestión histórica, este es el reconocimiento a una larga trayectoria. Desde el Dr. Sobral que abrió fuertes divisiones en lo provincial y nacional, a partir de ahí podríamos hablar de distintos villamarienses ocupándose de la educación.

Quienes estamos preocupados y ocupados por la educación deberíamos poder entender que este reconocimiento es algo de lo cual nos tenemos que apropiar todos los villamarienses de las instituciones, más allá del signo político o del momento político del gobierno que esté en el Estado.

Me gusta que se distinga en educación cuándo es de gobierno y cuándo es de Estado.

Esto le viene a poner al Estado municipal un desafío interesante: hay que apropiarse, responsabilizarse y detectar cuáles son los desafíos que tenemos para adelante.

Más que amplitud de la oferta, a mí me gusta llamarla democratización del acceso al conocimiento. Porque tener todas estas posibilidades en Villa María para jóvenes que son la primera generación en acceder a la educación superior es un dato muy interesante comparado con otras ciudades.

Es verdad que tenemos la ley, pero también sabemos que hay un alto porcentaje de jóvenes que no finalizan la escuela secundaria, entonces ahí me parece que tenemos como ciudad una posibilidad de sostener esfuerzos.

Pensar que en todos los barrios de Villa María hay centros de promoción familiar donde van niños de 45 días a 4 o 5 años es un desarrollo muy interesante que tiene la ciudad”.

Pablo Rosso (decano de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional):

“Lo celebro, siempre que la educación esté en agenda es muy bueno, ya que debe tener un rol protagónico en el mundo.

Creo que hay que convocar a los sectores y conversar con ellos, con el sector docente en donde hay muchos problemas que hay que cambiar y debatir entre todos.

Hay problemas de fondo en nuestra sociedad y la educación es la única respuesta.

Los docentes estamos llamados a esta gran tarea y arrimarnos a estos cambios.

Soy un convencido de que los docentes tenemos que dejar de informar para pasar a formar.

Lo importante es inculcar sobre los jóvenes grandes valores que nos lleven a mediano o largo plazo a crecer como sociedad organizada.

Hoy la información está al alcance de todo el mundo, creo que hay que ir por cuestiones más profundas. Transmitir no sólo la información, sino además el concepto.

Creo que la vorágine de tanta información hace que los docentes nos replanteemos si queremos formar o solo informar”.

Héctor Godoy, director de la Escuela José Ingenieros y docente de la UNVM
“Hay que encontrar el sentido de ir a la escuela”

“Este reconocimiento significa haber destacado todo el trabajo realizado por las instituciones los actores educativos de la ciudad en todos sus niveles.

Si bien es una ciudad con una amplia trayectoria en educación, todavía es necesario consolidarla a nivel nacional e internacional como un referente de la educación en nuestro país.

Si hay algo que caracteriza a la educación es la mirada al futuro. Entonces, que Villa María haya sido declarada Ciudad del Aprendizaje significa que apuesta mucho a su comunidad y al futuro. Es una ciudad enmarcada en el desarrollo, en el crecimiento y en brindarles oportunidades a sus jóvenes.

Hay que poner énfasis en la asistencia en los jóvenes de los distintos niveles, trabajar en la deserción y sobre todo ayudar a encontrar el verdadero sentido de ir a la escuela.

Eso se puede lograr con la vinculación escuela-trabajo, escuela-problemáticas sociales y con un fuerte apoyo al perfeccionamiento docente porque no solamente el estudiante aprende, sino también los docentes.

En la universidad los vemos más próximos a una decisión vocacional y es una tarea del profesor asistirlos en esa etapa.

Hay que acortar las distancias entre el deseo y la práctica, mediante la teoría; dejar preguntas abiertas pero construir con herramientas sólidas para poder decir que estamos frente a nuevos protagonistas.

Estos nuevos protagonistas son los que apuestan a una historia pluralista y vinculada a la igualdad de derechos y de oportunidades, pero esto necesita mucho del acompañamiento de un docente comprometido.

Por ende, ser una Ciudad del Aprendizaje es ser una ciudad comprometida”.

Analía Buggia, directora del Justo José de Urquiza
“Salir de las estructuras”

“Me parece que parte del momento en que Villa María tiene el intendente de los Niños, creo que uno de los pilares fundamentales fue ese, porque los chicos empezaron a participar de otra forma y a ver que a ellos se los escuchaba.

“Tanto el intendente actual como el anterior pensaron mucho en los chicos. Cuando los chicos piensan lo hacen en serio, uno por ahí se sorprende de lo que son capaces de pensar y de querer trabajar.

Desde la escuela participamos en muchas actividades desde que existen lugares como la Medioteca y la Tecnoteca.

Obviamente que falta, pero mientras los docentes aceptemos las propuestas que se nos brindan desde la ciudad y participemos, se puede avanzar. Porque no sirve tener un espacio como la Medioteca si los docentes no llevamos a los chicos a trabajar.

Soy de la idea de que al menos dos veces por semana el docente debería salir con los niños porque es mucho más provechoso que estar sentado en un aula.

Pasa mucho por los docentes, somos muy estructurados a trabajar en el aula.

A veces se tiene mucho miedo por lo que puede ocurrir cuando se sale del espacio del colegio.

Lo que falta desde nuestra parte es salir… se aprovecha el tiempo de otra manera y es una cuestión nuestra de poder salirnos de esa estructura”.

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