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Me caigo y me levanto

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Me caigo y me levanto
Barengo ya definió como marca el manual del “mano a mano” ante Scalzo, y lo celebra junto a sus compañeros. El tanto del delantero académico terminó de liquidar la serie

LIGA VILLAMARIENSE DE FUTBOL – Torneo Apertura – Semifinal – Revancha

Un golazo de Barengo sobre la hora puso el 1-1 definitivo entre la Uni y Alumni. Un 4-2 global pone al equipo de Bernadó en la definición del título ante Argentino

Escribe Beto Arce

Universitario se metió en una nueva final de la Liga, pero no sin antes sufrir, y afortunadamente, porque quizás sea el sufrimiento una las características genéticas que sobresalen en la magia de jugar al fútbol. De caerse y levantarse… de sentir el amargor que produce la oscuridad, y de saborear el dulzor cuando se sale del pozo profundo.

Para muchos teóricos el 2-0 representa el peor resultado, sobre todo si queda una revancha por delante. Ese era el escenario que le tocaba al elenco de Bernadó: defender un 2-0 ante una esperada embestida de quien estaba en el suelo y quería ver luz. Esa diferencia puede ser maléfica o benévola según el estado anímico y el nivel de intuición que tengan las diferentes individualidades al servicio del colectivo. Universitario, como todo estudioso, tenía clara esa teoría, pero la práctica siempre será la práctica y allí se encontró con Alumni, dispuesto a usar la otra cara de esta tan mencionada teoría que se balancea en el fuego interior de los que aman este juego. “Será el peor resultado del fútbol, pero a mí dame el 2-0 a favor”, decía recurrentemente un práctico y viejo amigo del fútbol.

La primera escena fue Alumni en su cancha, con público, aliento, trombón y bombo… esos condimentos que al jugador le sirven, sobre todo cuando la cosa viene jodida… La segunda, el primer córner a favor mostrando un dos contra dos en la marca defensiva recién a los 4 minutos… La tercera, un planchazo de Vicario a Brugnaro que merecía la amarilla que no mostraron… La cuarta, el mismo Alumni en área rival planteando las reglas del juego… La quinta, un claro penal que dejó pasar el árbitro cuando Goroso abrazó groseramente con infracción a Martini… La sexta, un penal que no fue, o que por lo menos dejó más dudas que verdades sobre la falta que el juez le atribuyó a Picotti sobre del Delsole. Quedó la sensación para no decir certeza, de que intentó compensar, y deja en claro que ese modo no va más, porque el resultado es evidente: dos acciones de penal, dos errores. Y la séptima, a Peñaloza, ubicando con precisión un bajó remate a la derecha de Mellano que se quedó el medio sufriendo el destino del balón a los 14m y con una vida por afrontar…

La mandó por arriba de zurda Núñez tras una buena maniobra de Herrero por izquierda a los 21m; el propio Herrero la tuvo cuando su disparo salió cerca del poste derecho a los 24; ingresó al área tirando gambetas Delsole en una escena que se puso en modo suspenso porque estaba claro que algo iba a pasar… soltó el remate y muy lentamente viajó cruzando entre piernas camino al gol pero un palo se interpuso en el mejor final. De ahí quedó un rebote, una vida más para esa escena crucial de esta obra. Torelli impactó de lleno hacia el mismo destino, y esta vez, la alegría… también quedaría trunca, porque Wartel con el pecho, la sacaría en la línea a los 27m.

Alumni era más y estaba bien que se fuera ganando al término del primer acto. Universitario había estado demasiado lejos de la producción exhibida en el juego de ida y la situación ameritaba profundas preocupaciones porque no había siquiera llegado al arco. En esto de caerse y levantarse, estaban los dos casi en la misma. Alumni en el proceso de levantamiento y la Uni en el de caer a causa de esa cuestionada teoría del 2-0 a favor. Pero los números, la práctica, en este caso, puede hablar de resultados, y ese todavía le correspondía a Universitario, de quien se esperaba una reacción en el ST…

Núñez la tiró por arriba de Mellano a los 3m luego de una combinación con Delsole y Herrero; respondió Barengo desde una incómoda posición a través de un fuerte y cruzado disparo que salió apenas al lado del palo derecho de Scalzo; una clara mano despegada del cuerpo de Picotti debió ser penal a los 22m, pero la teoría de la compensación prevé estas circunstancias, por lo que también pasó de largo. El resultado: tres acciones de penal, tres errores.

Quizás haya sido la atajada del partido. En una contra soñada, cuatro atacaban y dos defendían… se eliminaron los posibles y la ecuación quedó 1×1: Pratti y Scalzo. El 10 tocó cruzado con derecha y el portero cubrió perfectamente la zona cuando la obra parecía finalizar a los 33m. Había vida, había esperanza, y Alumni se aferró a eso mientras pudo… Parecía que podía, cuando una magistral asistencia de Pratti perforó a los que quedaban ya sin aire en defensa para dejar a Barengo de frente al gol. La última gran escena… se abre un botín derecho para llegar hacia el balón, el sonido de los cueros en el impacto pone música de final, un arquero que vuela, una red que suena, y un golazo… para bajar el telón.

Tanto habrá sido el sacrificio de los pibes de Alumni, que tras el pitazo final los jugadores de Universitario, lejos de un festejo eufórico, priorizaron levantar a los caídos, a esos muchos jovencitos que lloraban en el suelo… porque al fin y al cabo la vida misma consiste en eso. En levantar a los caídos. Me caigo y me levanto, dice un cuento del entrañable Cortázar, al que quizás haya leído Universitario, porque sufrió, porque se cayó, porque y se levantó…

 

La figura

Jonathan Scalzo. Nuevamente volvió a mantener con vida a Alumni hasta el final.

Esta vez no tuvo tanto trabajo, aunque sus intervenciones fueron determinantes, e incluso después del gol que acabó con la historia.

El sacrificio de Vicario y la mente fría de Barengo se destacaron en Universitario.

 

El árbitro

Cristian Rivadera. No tuvo una buena tarde. Dejó dudas en el penal cobrado, quizás por no haber sancionado el que claramente fue en una jugada anterior.

Omitió algunas infracciones merecedoras de tarjetas y se comió un buzón en otras.

En el complemento una mano de Picotti en el área pasó de largo para su modo de ver.

Se fue escoltado por la policía en un cruce con jugadores de Alumni en la entrada del vestuario.

 

El dato

Vigencia. Desde 2011, Universitario y el Deportivo Argentino son los equipos que más veces llegaron a la final de la Liga. La “U” las dos únicas que ganó (las dos primeras) fueron una ante su próximo rival, el Lobo, y la otra a Yrigoyen. Luego perdió ante Alumni, Alem y Rivadavia.

Por su parte, el “lobo” en el mismo período de tiempo solo perdió una, justamente ante la “U”. Luego venció a Atlético Ticino y dos veces a San Lorenzo de Las Perdices. Ahora se viene la sexta final en siete años para ambos.

 

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