Inicio Culturales “Me decían que contara chistes o que imitara, pero yo siempre seguí en la mía”

“Me decían que contara chistes o que imitara, pero yo siempre seguí en la mía”

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“Me decían que contara chistes o que  imitara, pero yo siempre seguí en la mía”
“Lo que intento es hacer trabajar el humor desde lo local y tratar de universalizarlo”, comentó Adrián

Entrevista – El comediante cordobés Adrián Gómez presentará “Pulenta comedy maker” en el Centro Favio

Esta noche a las 21 actuará en el marco del festival “Pensar con humor”

Cuando Adrián Gómez recibió el llamado de su productor Eduardo Giordano no lo podía creer. Le acababa de decir que los únicos espectáculos de la última temporada en Carlos Paz que habían abierto con entradas agotadas habían sido el de Flavio Mendoza (“Mahatma, alma grande”) y “Pulenta comedy maker”, la última creación del humorista cordobés.

“Y así siguió todo el verano. El show explotó de punta a punta. Incluso agregamos los días martes y también agotamos. Fue algo increíble”, comentó Adrián a EL DIARIO quien fatigó funciones en el Teatro Zorba de la villa serrana.

Esta noche a las 21, y en el marco del 12º festival “Pensar con humor” que organiza la Agencia Córdoba Cultura, Gómez montará en el Centro Cultural Favio (Sabattini 200), el mismo unipersonal y con la misma puesta de recursos visuales y sonoros.

A propósito de su visita, este medio dialogó con el histriónico creador de personajes arraigados con la idiosincrasia cordobesa como el futbolero Ricardo Mario Alberto.

-En abril del año pasado, tenías previsto actuar en el Teatro Verdi (con el show “Fierito, pero gracioso”), pero al final no pudiste estar. ¿Qué pasó?

-Al final no se hizo, de común acuerdo, porque en esa época estaba haciendo temporada en Brasil y no podía armar el show desde allá para montarlo en Villa María.

-¿Y cómo fue actuar en tierra brasileña?

-La verdad que me fue bárbaro. Estuve un mes y medio en un resto bar en Florianópolis donde la mayoría eran argentinos o chilenos. Muchos me conocían por Cadena 3, tenían esa referencia.

-¿Y aquí vas a traer el “Pulenta…” igual que como lo mostraste en Carlos Paz?

-Idéntico. Con pantalla gigante, cambios de vestuario, personajes y rutina. Además, era una asignatura pendiente ir a Villa María desde tiempo que, por suerte, ahora se va a dar.

 

Camino de autogestión

-¿A qué atribuís semejante éxito?

-Es fruto de años y años de laburar y a una coherencia artística. En 1991 comencé a hacer radio y en el 95 a hacer shows en vivo. Pero creo que la clave está en haber muerto con la mía, en no torcer el brazo, y seguir con lo que quería hacer desde siempre: crear personajes con libretos propios. Cada tanto venían productores que me aconsejaban que hiciera chistes o que hiciera stand up o que haga imitaciones. Dependía del humor de moda en ese momento. Córdoba tiene una tradición marcada de cuentistas, con referentes como Cacho Buenaventura y el Negro Alvarez, quienes son mis ídolos. Pero yo quería hacer algo diferente. Y por eso empecé mi camino de autogestión. Además, otra cosa: yo todos los años cambio mi espectáculo y no es que reacomodo dos cuentos y le pongo otro nombre sino que lo cambio en serio.

-También tus personajes se identifican mucho con Córdoba, como Ricardo Mario Alberto.

-Está ese dicho que dice: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”. Al Chavo del 8 no le hizo falta hablar en neutro o hablar en porteño para que lo entiendan los de Buenos Aires. Humildemente intento hacer lo mismo, desde lo local tratar de universalizarlo. Y desde este espectáculo hemos tratado de pulir la propuesta. En “Pulenta…” me dirige René Bertrand quien ha trabajado junto a Sofovich y sabe mucho de teatro comercial. El me dijo que no me iba a tocar ni un punto del libreto pero sí que me iba a corregir cómo decirlo, con pausas y silencios, o iba a adornarlo con luces. Y no sabés cómo cambia.

-¿Qué personajes han tenido más repercusión en los últimos tiempos?

-En radio, el licenciado Elefantini, pero no está en el show. La gente se ríe mucho en las funciones con Pilar Gordo, que es una sátira de Pilar Sordo, porque se siente identificada con los conflictos de parejas. Al igual que con Nino Ventoso, un pibe que en los 90 tomó un Séptimo Regimiento en mal estado y se despierta ahora y no termina de ubicarse en este mundo. Con Ricardo Mario Alberto me pasa que la gente se emociona con un monólogo sobre la pérdida de la mesa familiar. Como me dijo René una vez: “Un humorista te hace reír, pero un comediante te hace reír y emocionar”. Y a eso apunto.

 

Entrada. Será sin cargo.

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