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Messi “opaca” la goleada

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Messi “opaca” la goleada

La gente en Seattle poco se entretuvo con el 3-0 de la selección sobre Bolivia: desde el primer segundo empezó a clamar por el astro de Barcelona. A pesar de que no convirtió, la “Pulga” fue el centro del espectáculo con algunos destellos. Goleada y primer lugar del grupo para los dirigidos por Martino

Un vecino de Marcos Juárez observó ayer el juego de Argentina (foto de enviado especial)
Un vecino de Marcos Juárez observó ayer el juego de Argentina (foto de enviado especial)

Escribe: Federico Jelic
ESPECIAL DESDE SEATTLE (Estados Unidos)

Messi, Messi, Messi…”. El grito fue unánime, repetitivo, monocorde, durante los 90 minutos. Y eso que la “Pulga” ni arrancó de titular. “Messi, Messi, Messi”, reclamaba el público, mientras Argentina necesitaba de sólo 30 minutos para eliminar cualquier posibilidad de que el partido cambie de dueño, con un 3 a 0 lapidario, con gol del debutante Víctor Cuesta (único crédito del fútbol doméstico). “Messi, Messi, Messi”, insistían desde las tribunas. A nadie le importaba la lluvia de goles que se repetían en el CenturyLink Field de Seattle. Todos quieren ver al astro de Barcelona en la Copa América Centenario. Por eso, el cálculo promedio indica que de 10 camisetas albicelestes en el estadio, sólo uno o dos quizás son argentinos. El resto, de exportación.

La idolatría por Messi se puede observar en cualquier lugar que juegue Argentina
La idolatría por Messi se puede observar en cualquier lugar que juegue Argentina

“Messi, Messi, Messi”, persistían los fanáticos. Erik Lamela y Ezequiel Lavezzi abrían el juego con un gol cada uno, y nada. Hasta Cuesta se coló en la historia, en una película que llegó como actor de reparto para robarse por un instante la atención del mundo futbolero.

Pero nada más hizo falta para que el duelo tenga atractivo. Porque el cotejo estaba definido, Argentina se aseguraba el primer lugar del Grupo D. Estados Unidos le abre camino al mejor del mundo en busca de su consagración. Todos quieren ver su brillo y cumplieron su sueño, cuando Martino dispuso del ingreso de Messi. Fue por Higuaín, para que Agüero se adelante como atacante neto (no funcionó del todo bien la cohesión entre ambos) y al menos dejó algo de su destello para el público de Seattle.

Casi convierte de tiro libre, con el estruendo desde las tribunas, y después intentó otro desde una lejana posición. Fue como el bufón, todos se deleitaban de sus acordes, aplaudiendo cada acción, por más intrascendente que sea.

A la hora de definir una figura se destaca Ezequiel Lavezzi, gol y asistencia, algo de Lamela, y la perfecta sincronización en la coyuntura grupal de Matías Kranevitter. Por el resto, se exime el análisis por la pronta resolución del juego ante un rival que vino eliminado y que apenas cruzó mitad de cancha.

Pasaje a Boston asegurado. Espera la sorprendente Venezuela que dejó en el camino a Uruguay, además de poner en aprietos al otro candidato, México. Messi continúa a dos goles de romper el récord de Batistuta como máximo artillero con la selección argentina, desafío que empezará a cumplir desde cuartos de final. Estados Unidos se prepara, el mejor Messi está ya en su plenitud en la Copa América Centenario.

Otro capitán

El arquero del seleccionado argentino de fútbol, Sergio Romero, portó ayer la cinta de capitán ante las ausencias del crack Lionel Messi y el volante Javier Mascherano entre los titulares frente a Bolivia en el cierre del Grupo D de la Copa América Centenario.

Para el exarquero de Racing Club no fue la primera vez porque utilizó el brazalete en el amistoso, justamente ante el rival de hoy, Bolivia, cuando lo goleó 7 a 0 el 4 de septiembre del año pasado y también en tierra estadounidense, en Houston, Estados Unidos.

Romero no fue el único arquero capitán del seleccionado porque Roberto Abbondanzieri se hizo cargo de la cinta el 26 de marzo de 2005 en las Eliminatorias Sudamericanas 2006 ante Bolivia, en La Paz, en el triunfo 2 a 1 del equipo de José Pekerman.

Otra imagen es la de Sergio Goycochea, el héroe en tanda de penales en Italia 1990, quien sucedió como capitán al defensor Oscar Ruggeri, lesionado. El ex-River Plate cargó el brazalete en la derrota de la Argentina ante Colombia, en Barranquilla, del 15 de agosto de 1993, quien cortó el invicto de la gestión de Alfio Basile con 33 partidos.

Por su parte, en la década del 20, Américo Tesorieri, ex-Boca Juniors, también portó con orgullo la cinta de capitán del seleccionado argentino de fútbol.

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