El reclamo es de Mujeres sin Techo. Contaron que está cortado el diálogo con el Gobierno ante la falta de respuestas a la demanda de viviendas

Desde anteayer la organización Mujeres Sin Techo acampa en Plaza Independencia, frente al Palacio Municipal por calle Antonio Sobral, en reclamo de tierras para poder acceder a una vivienda propia.

Abordadas por EL DIARIO, Estefanía y Anabela Jaime remarcaron que no están pidiendo “ningún regalo”.

“Queremos aclarar que no pedimos que nos regalen algo, sino acceder a un plan y pagarlo, pero actualmente el sueldo que tenemos no nos permite ingresar a ningún programa organizado por el Gobierno”, advirtieron.

“Simplemente exigimos un plan para poder acceder a un terreno y poder hacer nuestra casa. Algo que sea acorde a los ingresos promedio de muchísimas familias, porque acá somos 25 grupos familiares, pero hay un montón de villamarienses en emergencia habitacional”, añadieron.

Mujeres sin Techo viene desde 2013 reclamando por el acceso a la tierra. Según contó ayer Nadia Brossard, actualmente no hay diálogo con el Gobierno encabezado por Martín Gill.

“En su momento -en la anterior gestión- hubo algunos casos que se pudieron resolver, sobre todo de personas que estaban en emergencia. En marzo de este año hicimos un acampe, iniciamos diálogo con esta gestión pero al no haber existido respuestas concretas se han cortado las conversaciones”, graficó.

Y aseguró que el municipio “ni siquiera ha resuelto los casos más extremos”.

“Hemos venido durante mucho tiempo, estuvimos hablando casi 10 meses con Claudia Arias (secretaria de Inclusión y Familia) pero nos dijo que no es un tema de su competencia. Fuimos al Instituto Municipal de Vivienda y su director, Pablo González, no estaba ni enterado de esta situación”, aseguró Brossard.

Por todo esto, confió que el grupo se siente “burlado” por la actitud oficial.

Las mujeres que se encontraban ayer a la mañana en la plaza habitan en barrios Las Playas, Los Olmos, Nicolás Avellaneda y Las Acacias, entre otros sectores.

Según dijeron, todas tienen hijos, algunas residen con sus padres, hay casas en las que conviven tres familias y casi todas pagan alquiler.

Algunas trabajan por hora, otras están en negro y varias acceden al salario mínimo como empleadas domésticas.

“Hoy alquilar un departamento chico cuesta 2.500 pesos y estamos hablando de un monoambiente. Una casa se alquila en 7 mil pesos. Es imposible”, advirtió una de las chicas.

De acuerdo a lo expresado ayer, continuarán acampando frente al Palacio Municipal hasta que exista una respuesta oficial a la demanda habitacional.

“El municipio ni siquiera ha resuelto los casos más extremos”, dijo Nadia Brossard, referente de Mujeres sin Techo.