Tanto los restaurantes y parrillas tradicionales como los boliches de fin de semana fueron los referentes de la noche. Esperan mejor suerte para el 31 y recibir el 2017
Escribe: Víctor Alvez
Especial para EL DIARIO
Una Navidad sin estridencias. En épocas de sinceramiento, podríamos decir que esta Navidad tuvo pocas respuestas para las expectativas que se habían generado. No se sabe si es porque la Nochebuena cayó en un fin de semana y especialmente el sábado, que lo hace diferente, pero lo cierto que hay muchos con paciencia contenida, como si una suerte de incertidumbre todo lo cubriera.
De todas maneras la Navidad es para disfrutar en familia, alegrarse cuando los chicos reciben sus regalos y hacer un “chinchín” a medianoche, para iniciar el ritual de una semana de despedida de un complicado 2016 y esperar un “rebote” de 2017 más esperanzador.
La lluvia si bien trajo un alivio en el día, dejó a muchos sin el patio ante el temor de una tormenta, pero a eso de las 3 de la mañana el cielo se disipó y dejó paso a los automóviles, que hasta ese entonces eran fantasmas. Hubo cierta tranquilidad y la sorpresa fue que los fuegos artificiales sólo duraron unos diez minutos, tal vez por el precio o la concientización de lo que esto afecta a las mascotas.
Vale decir que no todos los comedores abrieron sus puertas, pero los que sí trabajaron estaban llenos (fotos de La Vieja Esquina, La parrilla VIP de la Villa y Vincent), no obstante las rotiserías tuvieron sus pedidos normales, como así los comercios cercanos al rubro, trabajaron duro los últimos tres días.
A diferencia de años anteriores, las convocatorias a grandes espacios alternativos estuvieron ausentes (algunos lo harán el 31 por la noche para recibir al Año Nuevo), abrieron los ya clásicos y reconocidos boliches para distintas edades, tanto en Villa María como en Villa Nueva; como siempre recién a las 4 de la madrugada se pudo observar que los asistentes llegaban a los lugares de esparcimiento nocturno más convocantes, para que sólo dos horas durara la fiesta.
La novedad estuvo en el Fin de la Costa y Mundo Rojo que congregaron a un sector de mediana edad.
De lo que viene, existe hasta el viernes último sólo un megaevento habilitado con asiento en una de las canchas de rugby de la ciudad, que estaría siendo organizada por parte de los propulsores de la megafiesta del año anterior, realizada en el predio dela Sociedad Rural, denominada “New Year Color”.
Ahora sí, hay que decir que las expectativas se renuevan para la semana próxima, esperando así al nuevo año.
