El entrenador de Alumni resaltó la victoria y pidió “seguir en este camino”. Y antes de pensar en Argentino Peñarol, indicó que no quiere descuidar al torneo local

Convencido de lo que significaba el compromiso de ayer, Hugo Mattea lo había catalogado de “partido bisagra” y no se equivocó.

Con el triunfo ante Banda Norte, el equipo villamariense cambió su semblante y mejoró su posición en la tabla, que no es poco.

“Era el oxígeno que estábamos buscando para seguir trabajando en el día a día; nos alejamos del último y nos acercamos al segundo, entonces esa paridad se nota. Ojalá que se escape Racing, así nos deja peleando por igual a todos los demás”, explicó Mattea, en rueda de prensa después de la victoria.

Más allá de los puntos, Mattea analizó el juego y reveló que, previo al encuentro, le dio tres ítems a los jugadores: 1) “El tema de la expulsión porque fue muy difícil con hombres menos”, 2) “cerrar el arco propio, por lo que buscamos las variantes, trabajando más minutos el viernes, ante un viento impresionante” y 3) “poder convertir, porque al equipo le estaba costando”.

Todo le salió redondo porque esta vez Alumni tuvo apenas dos amonestados, mantuvo el arco en cero y metió dos goles en el primer tiempo, lo que mejora su eficacia.

“El primer gol nos dio la tranquilidad para tratar de intentar de jugar”, indicó Mattea, al tiempo que sostuvo: “Tuvimos un buen primer tiempo y al otro lo sostuvimos”.

“Por ahí no resolvemos cosas como no volver una pelota para atrás, pero son cosas que nacen de la misma presión, que te llevan a corregir errores”, explicó el DT, para luego rescatar “el sacrificio de todos”.

“Tendremos que seguir bastante este camino de sacrificio, humildad y trabajo”, agregó.

Los cinco

La mayor novedad que puso Mattea en su formación para cambiarle la cara al equipo fue la incorporación de Gastón Kranevitter por Agustín Pittinari en el círculo central. Y el buen rendimiento del centrocampista villamariense le dio la razón.

“Vamos encontrando cosas”, admitió Mattea, aunque aclaró que tiene “tres cinco de distintas características: Pittinari, que es un poco más cerebral; Kranevitter, que tiene quite y recuperación, y no me quiero olvidar de Solís porque se va poniendo bien y tiene un juego distinto porque ve un poco más allá de los 10 metros alrededor”.

“No me gusta jugar con doble cinco; prefiero casi siempre hacerlo con jugadores mixtos. En Estudiantes también lo hacía con Andrés Aimar. A Martellotto eso le cuesta porque es más de tres cuartos de cancha para arriba, entonces le pedí que colaborara un poco con eso en los últimos minutos, aunque tampoco lo quería meter muy atrás”, explicó.

Por otra parte, el DT recalcó que no le gustó el 4-2-3-1 que probó en la práctica del jueves “porque se encerraba de extremo a Delsole”.

Lo que viene

Alumni visitará el próximo fin de semana a Argentino Peñarol, que ayer perdió de visitante (ver aparte); no obstante, Mattea aclaró: “Nos vamos encaminando y antes de pensar en Peñarol, mañana (por hoy) ya pensamos en San Lorenzo de Las Perdices”.

“Vamos paso a paso. Somos poquitos, recién nos juntamos y veremos con qué jugadores va a contar Germán (Vicario) porque no queremos descuidar el torneo local. Es más, los jugadores saben que no hay un jugador de Federal B ni de primera local; hay que ser jugador de Alumni y donde dicten las circunstancias, habrá que estar presente”, argumentó.

En ese contexto, reconoció que lo de ayer “da un respiro para trabajar día a día”.

“Los triunfos revitalizan”, añadió el técnico, que todavía no perdió como local y ahora buscará la fórmula para sumar de visitante, que es la cuenta pendiente de su equipo.