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Nueve años de prisión para joven craikense que asesinó a un vecino

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Nueve años de prisión para joven craikense que asesinó a un vecino
Leonardo Isleño en el banquillo de los acusados antes de ser condenado

Se trata de Leonardo Isleño, quien el 11 de enero de 2016 le asestó cuatro puñaladas a Gustavo Rendil en medio de una feroz pelea registrada en James Craik. La víctima sufrió una grave lesión abdominal que le ocasionó la muerte cinco días después

Leonardo Isleño en el banquillo de los acusados antes de ser condenado

El juez villamariense Félix Martínez le impuso ayer una condena de nueve años de prisión de cumplimiento efectivo a un joven de James Craik que mató a otro muchacho de cuatro puñaladas, durante una violenta pelea callejera ocurrida a comienzos de 2016.

La sanción recayó en Leonardo Fabio Isleño (20), alias “Hormiga”, quien fue declarado autor responsable de “homicidio simple”, un delito que, legislado por el artículo 79 del Código Penal de la Nación, es reprimido con prisión de ocho a 25 años.

La víctima del trágico episodio fue el artista marcial Gustavo Nicolás Rendil (20), quien falleció cinco días después en un nosocomio privado de Villa María como consecuencia de una grave lesión sufrida en la zona abdominal.

Rendil era un conocido luchador de kick boxing de la vecina localidad, actividad deportiva que también supo practicar Isleño y que derivó en un encono entre ambos a raíz de una rivalidad por un par de enfrentamientos en el cuadrilátero.

Gustavo y Leonardo mantenían latente una “bronca vieja” que explotó al caer la tarde del lunes 11 de enero del año pasado a muy pocos metros de la casa de Rendil, donde el peleador craikense recibió heridas en ambos brazos, un hombro y la zona de la ingle.

Gustavo Rendil junto a su entrenador, Ariel Vigliocco (foto de archivo)

Aquel día, alrededor de las 20, el joven deportista llegó a su domicilio y en la vereda de la casa contigua se encontraban Isleño y un menor, radicado en el lugar. Hubo un cruce de palabras entre los protagonistas del sangriento episodio y rápidamente se fueron “a las manos”. Y en medio de los golpes y los forcejeos, intervino una joven (familiar de Leonardo) que intentó separarlos, pero accidentalmente recibió un golpe por parte de Rendil.

Esa circunstancia encolerizó a Isleño, quien salió corriendo hasta su casa, ubicada a unas cinco cuadras de allí, y regresó armado con un cuchillo de cocina tipo Tramontina. Fue así que se reanudó la pelea, pero esta vez Rendil recibió cuatro puñaladas, aunque solo una (la que lo alcanzó en la región abdominal y le produjo al menos cuatro cortes en los intestinos) fue la que lo dejó malherido y terminó ocasionándole la muerte el sábado 16 de enero, minutos antes de la medianoche.

Durante la audiencia de ayer, Isleño señaló que no había querido dar muerte a Gustavo e incluso dijo que desde los 12 años era agredido por Rendil, aunque dijo que nunca lo denunció por esos hechos.

Como en la Fiscalía, la Querella y la Defensa habían acordado incorporar “por lectura” toda la prueba obrante en el expediente, no se receptaron testimonios en la sala de la Cámara del Crimen, ubicada en el quinto piso de Tribunales.

Así pues, luego de la lectura de la acusación y de la declaración de Isleño, las partes pasaron a los alegatos y expresaron posiciones muy dispares.

En esa instancia, el fiscal Francisco Márquez solicitó nueve años de prisión tras considerar que el proceder de Isleño encuadraba en la figura del “homicidio simple”. A su turno, la abogada de los padres de Rendil, María Cristina Valles, afirmó que se había tratado de un hecho “gravísimo”, cercano a la “alevosía”, por lo que entendió que la condena debía ser de entre 16 y 18 años.

Finalmente, el abogado defensor Mauro Giovanini solicitó la absolución de su cliente, argumentando que se había tratado de un caso de “legítima defensa”. Subsidiariamente, pidió que fuera condenado por “exceso en la legítima defensa”, figura legal que prevé una pena de tres a seis años de prisión.

Leonardo Isleño nació el 21 de marzo de 1997 y al momento de ser detenido se ganaba la vida realizando tareas de albañilería. No registra antecedentes penales, por lo que podría solicitar la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la condena (seis años), aunque habrá que ver si se le otorga dicho beneficio excarcelatorio.

 

Diego Pross fue condenado a un año y medio por violencia de género

Otro condenado

En un segundo juicio oral y público, también sustanciado ayer en la Cámara del Crimen de Villa María, el juez René Gandarillas le impuso una condena de un año y seis meses de prisión efectiva a Diego Leonardo Pross (32) por hechos de violencia de género en perjuicio de su exconcubina.

Pross, domiciliado en barrio Las Playas de esta ciudad y detenido desde mediados de 2016, fue declarado autor de “amenazas”, “lesiones leves calificadas”, “daño” y “violación de domicilio” luego de admitir su responsabilidad y mostrarse arrepentido por el dolor causado a quien había sido su pareja.

Por el tiempo que lleva entre rejas, este convicto primario se encuentra en situación de pedir la “libertad condicional”, aunque para que se la concedan deberá acreditar buena conducta en la cárcel de barrio Belgrano y que la pericia psicológica que se le haga oportunamente dé resultado favorable.

Además del juez Gandarillas, participaron de la audiencia de debate el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y la defensora oficial Silvina Muñoz.

 

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