Se trata de Miguel Angel Vago, quien recibió una condena de tres años de prisión de ejecución condicional por hechos de “desobediencia a la autoridad”, “coacción”, “hurto calificado” y “encubrimiento”. Pudo salir luego de casi cinco meses
Un hombre que incumplió varias veces una orden judicial de restricción que le impedía acercarse a su expareja, que lo había denunciado por hechos de violencia de género, fue condenado ayer a tres años de prisión en suspenso y pudo recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia.
Al cabo de un juicio de trámite abreviado, Miguel Angel Vago fue declarado autor responsable de “desobediencia a la autoridad reiterada”, “coacción reiterada”, “hurto calificado” y “encubrimiento”, todos en perjuicio de su exconcubina, María del Carmen Becerra, y recibió una pena de ejecución condicional que le permitió salir de la cárcel luego de casi cinco meses.
Vago, un operario de 33 años (17 de noviembre de 1983), domiciliado en Arequipa y Miramar, en barrio Bello Horizonte de Villa María, quien al momento de ser detenido se ganaba la vida realizando arenados, estaba detenido desde el 22 de julio pasado, luego de protagonizar una serie de episodios delictivos denunciados por Becerra y cometidos después de que la mujer decidiera terminar con la relación.
La sanción impuesta fue producto de un acuerdo previo entre el fiscal de la Cámara del Crimen, Francisco Márquez, y el abogado defensor, Jorge Bustos, y posibilitó que el convicto primario (no registraba antecedentes) fuera excarcelado apenas concluyó el debate.
Se declaró culpable
Tras la lectura de la pieza acusatoria, Vago se declaró culpable de los nueve hechos que se le atribuían, con lo cual el juicio se abrevió, omitiéndose así la recepción de pruebas testimoniales en la sala ubicada en el quinto piso de Tribunales.
A la hora de los alegatos, el fiscal Márquez pidió la pena finalmente impuesta por el camarista René Gandarillas, a la que momentos antes había adherido el letrado defensor.
