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“Por momentos nos sentimos muy solos”

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“Por momentos nos sentimos muy solos”
Mattea se mostró muy “caliente” ante el egoísmo de cierta parte de la dirigencia del “Fortinero”
Mattea se mostró muy “caliente” ante el egoísmo de cierta parte de la dirigencia del “Fortinero”

Escribe Federico Gazzoli

El árbitro marcó el final del encuentro y los ojos de Hugo Mattea se llenaron de lágrimas. Se abrazó con fervor con cada uno de sus colaboradores y con los jugadores que estaban en el banco del Fortinero. El padecer hasta la última fecha con el asedio del descenso evidentemente le pasó factura a la integridad física y mental del experimentado DT, quien, todavía emocionado afrontó las preguntas de los medios de prensa y comenzó diciendo: “Este campeonato fue un sufrimiento grandísimo para mí. Estoy agradecido con la gente que me acompañó, como Fernando Yabalé, Tato Bassi, Germán Vicario, Maximiliano Burello y Raba Magnone, que estuvieron en el día a día, y a Aureliano Sánchez. Vine a Alumni por él, que es un amigo, y hoy me voy satisfecho”.

“Hay que hacer un balance exhaustivo y lograr que la dirigencia del club se junte de una buena vez. Creo que Alumni es un club bárbaro para laburar, pero algunos dirigentes juegan a ver quién la tiene más larga y han jugado con fuego hasta último momento”, criticó y agregó además: “Alumni tiene que tener mucho cuidado con esas actitudes. En medio de ese panorama queda uno en el trabajo del día a día. Por momentos nos sentimos muy solos en cosas simples como no tener una pelota para entrenar o tener que conseguir una cancha para trabajar”.

Seguidamente, Mattea aseguró que “este club está en una zona bárbara para jugar, pero primero tiene que tener un orden institucional, que tiene que ser la base de partida”.

“Creo que si viene alguien que ponga plata en el club, como lo hizo Armando Pérez en Belgrano, lo lleva a la B Nacional de una. El envase está, pero se tiene que conseguir un orden”, opinó.

Desde lo futbolístico, señaló: “Mi sueño era juntar a Agustín Martellotto y a Juan Marcelo Aimar, pero no lo pude hacer. Se lesionó Martellotto y no pudimos sumar a Aimar, a quien quiero agradecerle profundamente por haber venido a entrenar durante un mes y no lo pudimos tener”.

“Alumni jugó bien al fútbol, pero no tuvo gol. Leandro Martínez terminó el campeonato con cinco goles, dos de ellos de penal, y además nos hicieron goles ‘boludos’ como cuando nos empató Tiro Federal”, manifestó.

A continuación, Mattea señaló que “con todos los contratiempos que se dieron, el equipo entendió lo que tenía que hacer y jugó como en este triunfo ante Juventud, pero en las últimas fechas jugamos con la de Jesucristo en la espalda”.

“Estoy súper agradecido con este plantel, que es buenísimo. Todas las cosas que pasaron a lo mejor tendrían que haber sucedido antes, pero estos jugadores son más buenos que el agua mineral”, destacó y dijo también que “no me podía ir en el medio del campeonato. ¿Qué le decía al padre de Martellotto que jugó conmigo? ¿Y al de Flordelmundo? A Jeremías lo hice bajar una categoría para venir a jugar a este equipo y si me iba antes hoy no los podría mirar a la cara”.

Volviendo a las críticas hacia una sector de la dirigencia “fortinera”, el entrenador aseguró que “muchos jugadores no quieren venir a Alumni, entonces ese es el replanteo que deben hacerse los dirigentes. De una vez por todas se tienen que unir todos para ver qué se puede hacer”.

“Muchos dirigentes no entienden que Alumni está por encima de los nombres. Hoy tiraron demasiado de la cuerda, pero ojalá que algún día se den cuenta de lo que están haciendo”, criticó nuevamente.

A continuación, Mattea destacó la actitud de sus dirigidos diciendo que “el plantel fue muy sacrificado y estoy orgulloso de ellos. De la manera que trabajaron en el día a día, pareció que estaban peleando en las primeras posiciones. En la parte final del torneo lo que nos dividió un poco fue el tema de la plata”.

Para finalizar, declaró: “La única autocrítica que me hago es que a lo mejor me tendría que haber ido antes, para que no haya tanto sufrimiento”.

“Cumplí con mi amigo Pelé Sánchez, que fue por quién vine a Alumni, y el compromiso era hasta hoy. Es muy temprano para pensar en si me gustaría tener una nueva oportunidad en este club”, concluyó.

Se acabó, al menos por el momento, el ciclo de Hugo Mattea en el Fortinero. Un tipo que vino a Alumni con sed de revancha pero que, con todos los contratiempos que sufrió en el duro camino del Federal B, tuvo que conformarse con pelear por evitar el descenso. Llegó con el deseo de triunfar, y para ello trabajó arduamente cada día, pero terminó injustamente desgastado por esas cuestiones extrafutbolísticas que, al igual que durante los últimos años, siempre hacen que Alumni se complique solo.

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