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“¿Quién puede vivir con $2.600 por mes?”

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“¿Quién puede vivir con $2.600 por mes?”
Tiempo atrás, funcionarios provinciales llegaron a Villa Nueva para inaugurar nuevas salas en las guarderías municipales. La extrabajadora dice que deben callar por miedo a represalias

Una joven cumplía tareas como docente en una guardería municipal. Dice haber sido despedida hace un mes, y planteó las malas condiciones y el escaso salario que reciben quienes se desempeñan en las salas cuna

Tiempo atrás, funcionarios provinciales llegaron a Villa Nueva para inaugurar nuevas salas en las guarderías municipales. La extrabajadora dice que deben callar por miedo a represalias

Las empleadas de las guarderías municipales (salas cuna) de Villa Nueva cobran un ínfimo sueldo de $2.600 por cuatro horas de trabajo diario.

Hace un mes Tamara Mariani dejó de trabajar en el Justo Páez Molina. En realidad, “me echaron, me dijeron que no me necesitaban más, de un día para el otro”, contó y agregó que “me dijeron además ‘no tenemos cómo pagarte’”.

Ahora, decidió hablar para contar las precarias condiciones en las que desarrolló su trabajo durante cuatro años, convirtiéndose en la voz de las que aún trabajan pero callan por miedo a represalias.

Primero, Tamara dijo que quería expresar su “tristeza, bronca y desilusión” por la situación. Al momento de recibir la noticia de que se quedaría sin trabajo “me debían tres meses e igual asistía todos los días y me pagaron recién hace una semana, después de muchas vueltas”.

Ella considera que “es hora de que la ciudad y toda la gente que vive en ella sepa lo que viven mis compañeras, las que no pueden hablar porque las echan; hoy yo tengo la voz de ellas, a mí ya no me pueden hacer nada”.

La joven remarcó que las mujeres que trabajan en esos espacios (los otros son el Arturo Illia y el de Los Olmos) lo hacen “con ganas de ser respetadas y no manipuladas por un sistema corrupto que promete, no cumple y encima roban lo que a ellas les pertenece”.

“¿Quién vive con $2.600 por mes?”, planteó, y se respondió subrayando que “estamos hablando de mujeres jefas de familia, algunas con hasta quince años de antigüedad, creyendo en aumentos y trabajos estables, sin aún tener respuestas a esas promesas”.

A su vez, afirmó que “nunca son cuatro horas de trabajo” porque “hay que hacer informes, planificaciones y quedarse después de hora cuidando a niños hasta que los vengan a buscar”.

Tamara contó que lograron reunirse con el intendente para solicitarle un aumento, pero que Natalio Graglia les contestó que “no podía y que si no nos gustaba, que nos fuéramos”.

“La señora Vanina Urquiza, jefa de Desarrollo Social, me sacó de un día para el otro, diciendo que no había más lugar para mí, pero a la semana entraron dos personas nuevas a la guardería y cobrando más que mis compañeras que hace años que están”, reveló.

“Entonces me queda por pensar: ¿hay acomodo político? ¿por qué se desvaloriza tanto el trabajo de una mujer? ¿por qué seguimos siendo nosotras las que trabajamos en negro, con un sueldo mínimo, sin nadie que nos represente y con miedo a que si peleamos por nuestros derechos nos dejen en la calle?”, reclamó.

Además, manifestó hacia Urquiza: “Mis compañeras trabajan para mantener a su familia, ellas necesitan el dinero y esto no es un pasatiempo como dicen. El ciudadano y la educación de esos niños ya están en sus manos, son responsables de todos esos chicos que dicen importarles, pero es mentira”.

“¿Cómo puede ser que el mes de febrero hayan cobrado el 28 de marzo? Pagan 2.600 pesos pero con un mes de atraso. A usted no le cortaron la luz, a usted no se le cayeron las lágrimas viendo que no tiene para darle de comer a sus hijos”, protestó.

Además, requirió: “Hablan de derechos y sueltan globos para el Día de la Mujer pidiendo que se los respete. ¿Ustedes dan el ejemplo? Acá está muy claro que no. Que usted, siendo mujer, con actitud altanera se pone en el papel y empieza a cortar cabeza si alguien sale a hablar. Y esto no es invento, todas son verdades, que viven mujeres igual que usted y las que se cansaron de usar como trapo de piso”.

Cabe aclarar que este medio contactó a algunas de las maestras jardineras que actualmente están trabajando y coincidieron con los dichos de Tamara.

“Dicen que son becas que vienen de la provincia, pero bien nos dijo Graglia en la última reunión que las becas no existen, que paga la Municipalidad, entonces… ¿la Municipalidad tiene empleadas en negro, con un sueldo más bajo que el establecido por ley? Sí, lo tiene”, insistió.

“Prometieron que con las salas cuna iban a haber cambios a nuestro favor, pero ahora la culpa es de la Provincia, porque supuestamente no manda dinero, pero si viene la inspectora ‘tenemos que mentir con presentes´ en los registros porque así no les cortan la plata que reciben de la Provincia’”, reveló la joven.

Finalmente, dijo que “la pregunta que más nos inquieta es ¿porqué las que entran nuevas con una ‘beca’ supuestamente cobran más que las que ya están hace 10 años adentro de la guardería?”.

“Necesitamos que se escuche de una vez por todas nuestra voz, y hoy me toca a mí hablar por todas, porque puedo. Mis compañeras merecen un sueldo digno, su trabajo es importante”, cerró.

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