En la Clínica San Martín se pudo concretar la intervención a través de la cual ablacionaron hígado, riñones, córneas, huesos y piel de un paciente de 43 años

Una exitosa ablación multiorgánica se concretó entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer en la Clínica San Martín.

Gracias a la eficaz y precisa tarea de un equipo de profesionales médicos locales y otros llegados desde Córdoba, coordinados por referentes del Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic) fueron ablacionados hígado, riñones, córneas, huesos y piel de un paciente que falleció en el centro de salud villamariense.

Según precisaron desde el nosocomio, el operativo beneficiará a una decena de personas que encabezaban las listas de espera para diversos trasplantes.

Como dato significativo, se apuntó que todos los receptores están internados en complejos asistenciales de la capital provincial.

“El procedimiento se extendió por espacio de 21 horas y fue efectuado sobre un paciente de 43 años que estaba internado por una patología cerebral y que sufrió un deterioro progresivo hasta llegar a su deceso”, explicó el titular de la Terapia Intensiva de la clínica donde se procedió a la ablación múltiple, el doctor Edgar Alejandro Mamani.

“Luego de que los familiares confirmarán que el paciente tenía la clara convicción de donar sus órganos, se activó con el Ecodaic el proceso que incluye un complejo sistema de estudios y análisis para determinar si es factible llevar adelante la intervención”, dijo

“Todo tenía que hacerse rápidamente y, en ese sentido, la tecnología ayuda bastante. Hoy, con el Whatsapp uno puede enviar imágenes de manera instantánea y conocer rápidamente los resultados de lo analizado”, destacó el facultativo.

La acción que culminó con la ablación incluyó el remitir muestras de sangre y tejidos en envases especiales. En ese sentido, la intervención del doctor Luciano Capponcelli, quien trabaja en el Hospital Pasteur, resultó fundamental.

“Inmediatamente él se puso en actividad, nos asesoró y trajo frascos, planillas y una serie de cosas que hay que completar”, resaltó Mamani.

“Con todo lo relevado se determina en Ecodaic cuáles son los órganos que pueden ser viables y adónde los pueden ubicar a través de un sistema especial de información”, expresó.

Cumplida la etapa descrita y aprobada la extirpación multiorgánica, un equipo de médicos emprendió viaje desde Córdoba hacia el espacio de salud que se erige en calle Mendoza.

Finalmente, en la madrugada de la víspera se dio inicio al proceso quirúrgico que horas después tendría su cierre con la preservación de los órganos extirpados y su traslado desde el quirófano hacia los lugares donde esperan aquellos que serán trasplantados.

“Quiero destacar que para lograr lo que se hizo es necesario el trabajo mancomunado de mucha gente. Entre ellos, personal de enfermería, laboratorio y también administrativo, que tiene un papel más que importante en el operativo salvando detalles logísticos vitales del procedimiento total”, apuntó.

“A la ablación, si bien no es un hecho frecuente, siempre que sea posible y se reúnan todas las condiciones hay que tratar de hacerla, pese al esfuerzo que implica, en pos de lo que viene después, es decir, la mejoría de vida de los pacientes”, redondeó.

Suma de voluntades

“Detrás de una ablación hay 10 ó 15 personas que se van a beneficiar y que hoy la están pasando muy mal, atravesando un difícil momento con pésima calidad de vida”, opinó el profesional que también integra la Guardia de la Terapia Intensiva del Pasteur.

“Los beneficiarios son personas que están muy enfermas y esta unión de voluntades de tanta gente -empezando por el propio donante y su familia que apoyó la voluntad de donar y el resto del equipo profesional abocado a la ablación- lleva a eso… a que esta decena de seres humanos a partir de mañana puedan experimentar una nueva etapa de su existencia, un renacer”, rescató el médico que también lidera la Cruz Roja a nivel local.

“De ahora en más pueden tener otras expectativas de vida, donde no solo la prolongarán, sino que también pueden mejorar sustancialmente su nivel de salud, algo realmente invaluable”, añadió Mamani.

“Pensar el valor incalculable de lo que significa vivir un día más, un mes más o muchos años más, es el motor de nuestro esfuerzo como profesionales de la medicina”, concluyó.