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Rendidas a sus pies

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Rendidas a sus pies

Cuando orillaban los 40 minutos pasados de las 23, el prestigioso compositor romántico Marco Antonio Solís volvería al Festival de Peñas luego de cuatro años.

El autor mexicano y exlíder de Los Bukis tendría una extensa introducción a cargo de su cuerpo de bailarinas, que interpretaron sutilmente «Si no te hubieras ido» (recreada en versión instrumental). El artista, munido de su característico sombrero alado, su inconfundible bigote y un saco de colores veteados, comenzó su set con «Lo mejor para los dos» y luego regalaría «Dios bendiga nuestro amor» con el verso modificado para la ocasión: «Qué sería de Villa María sin ti».

En la seguidilla de intervenciones ante el público, ya enfervorizado por el cantante, señaló: «Muchas gracias por su presencia. La presencia vale mucho más en estos tiempos en que la tecnología nos ha distanciado un poco».

Posteriormente habló de que en una entrevista reciente le preguntaron por la difícil situación latinoamericana. «Ante ello, desde aquí vamos a tratar de disfrutar y estar feliz», por ello instó a la audiencia a «hacer lo que quieran: canten, rían, lloren».

La Sole cantó con todos, incluido Solís

Luego rescataría de su «Trozos de mi alma» el tema «Se va muriendo el alma» y acto seguido, la chamarrita «Con esta duda», con las cuatro bailarinas ataviadas con el tradicional atuendo mexicano.

Volvería el perfil romántico para entonar «Ese eterno amor secreto» para zambullirse luego, ya sin su sombrero, en las timbaletas en la rítmica «Dime dónde y cuándo».

La platea, vale decir, se había incrementado notablemente en edad en comparación con la velada anterior. Por ello, éxitos melódicos como «Antes de que te vayas (cuida de tu vida)» y «Adónde vamos a parar» (presentada como un llamamiento a recuperar la familia) calaron hondo sobre todo en las espectadoras que lo siguen desde hace tiempo. También, y aunque paradójicamente, tuvo tiempo para referirse al tiempo de «limpiar la casa»: «Venimos a ser felices y hay parejas que no tendrían que estar juntas», antes de plasmar el hit «O me voy o te vas».

En el tramo final de su show osciló entre obras bailables como «Morenita» y otras más románticas como «Estaré contigo», una de sus últimas, o la coreada «Tu cárcel», que contó con la participación de Soledad Pastorutti.

Tras un par de canciones melosas, Solís bailó, tocó timbaletas y encendió al público. Todo había sido preludio para su gran éxito «¿Dónde estará mi primavera?», interpretada bien a la par de las espectadoras más cercanas.

«Soy solo una antenita que recibe las canciones desde un lugar donde están hechas. Solo cobro las regalías», bromeó.

Ya con su superhit «Si no te hubieras ido», Marco Antonio hizo llorar hasta a las soberanas invitadas, que mostraron sus lágrimas en las cámaras de TV. El público, absolutamente de pie, lo ovacionó durante varios minutos.

Junto a su cuerpo de bailarines y el éxito con mucho sabor de «Más que tu amigo», redondeó casi dos horas de show.

Tras la elección de la Reina, llegaría el cordobés Lucho Arrieta (ganador del certamen «Nuevos valores») y finalmente Valeria Lynch presentando «Extraña dama del rock».

 

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