Varias novedades trajo consigo la realización de la jornada anual en la que el Rotary Club Villa María premia a estudiantes, personas e instituciones de nuestro medio. En primer lugar, dejó la sala del Teatro Verdi, que habitualmente utilizaba, para aposentarse en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio. Y debido a este lugar, ocurrió la segunda novedad, ya que ante la dimensión de la sala, hubo que dividir en dos días la realización de la tradicional ceremonia: el sábado al atardecer para los estudiantes secundarios, el domingo a media mañana para los alumnos primarios.

La tercera novedad estuvo en el atril del maestro de ceremonias: el lugar que durante años ocupó el veterano animador Héctor Cavagliato, esta vez tuvo por conductores a los jóvenes Florencia Coria y Javier Díaz. Cavagliato, cabe mencionar, renunció meses atrás al club de servicio.

Además de los reconocimientos a los escolares, Rotary premió este año como personalidades distinguidas a dos matrimonios: la familia Olmedo, que brinda contención a niños y adolescentes, y a la pareja de policías compuesta por Lucas Altamirano y Jacqueline Villarruel, quienes en agosto detuvieran a dos ladrones en un día franco, en momentos en que se hallaban de paseo con su hija de 11 meses.

El reconocimiento a la institución destacada del año fue para la Asociación Cooperadora del Hospital Pasteur.

Pedro Olmedo y su mujer Jorgelina iniciaron su experiencia de familia abierta hace 24 años en el hogar Posse de Morrison, y ahora están actuando en el paraje La Herradura, donde además de cobijar a sus nueve hijos, reciben a decenas de menores en situación de riesgo social.

Al agradecer su distinción, Olmedo dijo que “esto no lo hicimos solos” y reconoció el apoyo de “mucha gente que está a nuestro lado ”, así como a instituciones de nuestro medio.

En tanto, el policía Altamirano dijo, respecto del acto de servicio por el cual fueron premiados, que “simplemente cumplimos con lo que ustedes, la comunidad, espera de nosotros. Sólo tuvimos una oportunidad de demostrar nuestra vocación”.

En el caso de la cooperadora hospitalaria, la distinción fue recibida por la médica Estela Pérez, quien destacó que la entidad posee más de 100 años de labor apoyando al nosocomio y que el gran proyecto de este año es “hacer el albergue frente al nuevo Hospital, para familiares de personas de la región, que estén internadas, y para personas que vengan al Hospital a capacitarse”.

Cabe mencionar que como ocurre año a año, varias escuelas, si bien eligen a sus mejores compañeros, luego no asisten a recibir los diplomas. No obstante, en las dos jornadas el público compuesto además por docentes, familiares y amigos, colmó las instalaciones de la sala Jorge Bonino, del complejo cultural ubicado en Catamarca esquina Sabattini.