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Segunda condena para irascible albañil de Oliva, adicto confeso

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Segunda condena para irascible albañil de Oliva, adicto confeso
Américo “Maqueco” Tornabene volvió a sentarse en el banquillo de los acusados y esta vez no la sacó tan barata como en abril de 2016. Ahora tendrá que cumplir toda la pena impuesta en la víspera por un violento episodio que protagonizó el año pasado

Juicio abreviado – Fue declarado reincidente y tendrá que cumplir íntegramente la pena

Se trata de Américo “Maqueco” Tornabene, quien recibió una sanción de tres años de prisión efectiva por una serie de violentos episodios ocurridos a mediados de noviembre en aquella ciudad. En abril de 2016 lo habían condenado por hechos similares

Un trabajador de la construcción fue condenado ayer por segunda vez en poco más de dos años y ahora deberá cumplir íntegramente la sanción impuesta, ya que se lo declaró reincidente y no podrá acceder al beneficio de la “libertad condicional”.

Américo Andrés Tornabene (35), alias “Maqueco”, no solo confesó los hechos de violencia que lo llevaron a la cárcel a mediados de noviembre pasado, sino que volvió a quedar expuesta su adicción al alcohol y las drogas -en especial la cocaína y la marihuana-, que transforman su personalidad y lo convierten en un hombre muy agresivo cuando está bajo sus efectos.

Al cabo de un juicio oral y público de trámite abreviado, Tornabene recibió una sanción de tres años de prisión de cumplimiento efectivo luego de ser declarado culpable de “amenazas reiteradas”, “daño”, “violación de domicilio”, “amenazas calificadas”, “lesiones leves”, “lesiones leves calificadas” y “resistencia a la autoridad”.

Los hechos por los que fue juzgado y condenado se produjeron en horas de la madrugada del 17 de noviembre último, cuando el iracundo albañil olivense protagonizó un serio incidente en el domicilio de unos vecinos.

Alrededor de las 3.30, Tornabene se dirigió a una vivienda ubicada en Chubut 1055, donde los hermanos Facundo y Francisco Mollo y sus amigos Leonel Peralta y Franco Verdinelli se encontraban escuchando música.

 

Descontrolado

“Maqueco”, quien llegó al lugar totalmente descontrolado, con el rostro golpeado y sangrando, empezó a gritar desde la calle, por lo que uno de los dueños de casa cerró la ventana.

Bajo los efectos del alcohol o los estupefacientes (o ambas cosas), Tornabene le aplicó un golpe a la ventana y luego dobló los postigos. No conforme con eso, se dirigió a la puerta de ingreso al inmueble y la pateó con inusitada violencia, causándole daños a la abertura, a tal punto que rompió la cerradura y pudo ingresar.

Con la cerradura de la puerta rota, el irascible sujeto ingresó a la vivienda. Facundo Mollo y Peralta trataron de reducirlo, pero el agresor arrojó trompadas y puntapiés que alcanzaron al segundo de los nombrados, lesionándolo.

Tornabene cesó en su agresión y regresó a su domicilio (ubicado en la misma calle Chubut pero al 960), de donde regresó un par de minutos después portando un caño de hierro. Y de nuevo frente a la casa de los Mollo, amenazó a Facundo, diciéndole “a vos te voy a cagar matando”, y luego de insultarlo a viva voz, le advirtió: “Ahora te vas a tener que ir del barrio”.

Una hermana de los agredidos había llamado a la Policía cuando empezó el incidente, por lo que momentos después arribaron dos efectivos a bordo de un patrullero. Pero Tornabene, con el rostro y las manos ensangrentadas, los amenazó de muerte y se resistió al arresto. Hubo un forcejeo, pero finalmente fue reducido y esposado. Y cuando se encontraba adentro del móvil policial, pateó el vidrio de la puerta trasera y lo rompió.

 

Primera condena

El 6 de abril de 2016, “Maqueco” fue condenado en la Cámara del Crimen de Villa María a cuatro meses y 15 días de prisión por “daño calificado” y “amenazas”, como consecuencia de haber pateado un móvil de la Dirección de Tránsito de Oliva e intimidado a un agente penitenciario cuando ya se encontraba en la cárcel.

En aquel primer juicio, instantes después de dictar sentencia, el juez René Gandarillas (el mismo que lo condenó en la víspera) le advirtió: “Señor Tornabene, ya no tiene 15 años. Su madre lo está esperando allí y lo recibirá en su casa… y cuando está preso, lo visita en la cárcel. Si usted no cambia y no hace un tratamiento para curarse de su adicción, la verdadera condenada va a terminar siendo ella. Hágase cargo de usted y de ella”.

En uno de los bancos que ocupa el público estaba sentada Esther. Y como la pena impuesta se le había dado por cumplida, “Maqueco” recuperó la libertad y pudo regresar a Oliva con su mamá.

Ahora, Tornabene tendrá que completar los tres años de prisión que le impusieron por los violentos incidentes del 17 de noviembre y, a lo sumo, podría salir durante la segunda quincena de mayo de 2020 si se le otorga la “libertad asistida”, instituto legal que permite salir seis meses antes del cumplimiento total de la pena.

Además del juez Gandarillas, intervinieron en el juicio de la víspera el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y el abogado olivense Manuel Toledo, el mismo que lo había asistido en la audiencia de 2016.

 

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