Un concurso estimuló el amor de los niños hacia sus mascotas
El Día Mundial de los Animales se celebra cada 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís, considerado como el primer humano que se concibió a sí mismo en relación con todas las cosas creadas y que consideraba, sin importar la diferencia, que todos somos criaturas de Dios.
Con motivo de esta fecha, desde El Potrerito, de Villa Nueva, y con el apoyo de Radio Metrópolis, de esta ciudad, organizaron un concurso de cuentos para niños. Poco a poco se fue corriendo la voz, de una escuela a la otra, de un barrio a otro y comenzaron a llegar los trabajos de los chicos.
Al final, “fueron tantos los cuentos y todos tan lindos, tan maravillosos, que decidimos hacer un sorteo para elegir a los tres ganadores, ya que cada uno refleja las emociones y los sentimientos de un niño”, explicó Natalia Videla.
“La verdad es que cada cuento es hermoso y estamos agradecidos a todos los que participaron; en especial a la predisposición de los docentes y directivos que permitieron llegar a los alumnos. Es un granito de arena que desde nuestro humilde lugar podemos aportar para inspirar el amor y el respeto por los animales”, añadió.
En esta página, los tres “ganadores”, en representación de todos los participantes y de todos los amantes de los animales.
Mayra La Rocca, 9 años*
Una familia feliz
Había una vez un perro de la calle que vivía solito, desde cachorrito, pero eso iba a cambiar. A la otra semana conoce a Tomás, un niño de la calle que tenía un gran corazón, y pese a que los dos eran abandonados, se volvieron amigos inseparables y en las noches frías se daban calor el un al otro. Un día vieron a una pareja que los estaban asaltando y su perro lo mordió en la pierna, salvándolos y el ladrón escapó. El niño se acercó y se aseguró que estén bien. Ellos los invitaron a su casa a comer y se empezaron a ver más seguido, convirtiéndose en muy buenos amigos. Como la pareja no tenía hijos, decidieron adoptarlo, pero sin su perro no se iba a ir, así que adoptaron a los dos y ahora son una familia completa y feliz.
*Escuela Juan Pedro Esnaola, Ana Zumarán
Virginia Argüello, 9 años*
Amigos para siempre
Había una vez un perrito muy bello que estaba solo en la calle… Emilia, una nena muy buena, decidió cuidarlo porque cada vez que ella estaba en su casa, el perrito se quedaba en frente.
A Emilia le daba mucha pena y un día decidió dejarlo entrar en su casita. El perrito estaba muy contento, ella le hizo de comer, compartió todos sus juegos con él y pasaron mucho tiempo juntos divirtiéndose. Un buen día, Emilia vio un cartel que decía: “Se busca mi perro”.
Al ver la foto del perrito dijo: “Oh, ya no podré cuidar más de él”. Ella miró el domicilio para devolverlo, porque era muy responsable, pero como no pudo encontrar la casa, fue a la Policía. Los policías estaban muy ocupados y le dijeron: “No tenemos tiempo de ayudarte”.
Emilia entonces fue preguntando a todo el mundo por la dueña del perrito y nadie sabía nada… Unos días más adelante, paseando Emilia con el perro por la costanera, se encontró con una señora que parecía muy buena. ¡Era la dueña! Y como vio que su perro estaba tan feliz con la nena y la nena tan feliz con su perro, que decidió que se quedaran… Juntos para siempre.
Escuela Mariano Moreno, Villa María
Florencia Belén Suárez, cuarto grado*
Historia de Flor y Nico
Flor, una niña muy alegre, jugaba con sus amigas en el parque. En un momento, Flor se acercaba a jugar con el tobogán y vio, debajo del juego, un perrito.
Flor se le arrimó y vio su collar y su nombre. Se llamaba Nico. En ese momento Nico le lame su cara, mueve su cola de alegría, corre junto a Flor y sus amigas. Flor, con temor de que sus papás no la dejen tener a Nico, lo entra a casa a escondidas y lo esconde debajo de su cama.
Marce, la mama de Flor, barre la pieza, como todas sus mañanas y, en un momento, tiende la cama de Flor y se encuentra con una sorpresa. En ese momento Marce llama a Ale, papá de Flor, que se pone alegre al ver a Nico.
Flor regresa del colegio ansiosa para ver a su perro Nico y cuando entra a la pieza Nico ya no estaba. Entonces se pone a buscarlo y su mamá le pregunta: “¿Qué es lo que buscás, Flor?”. Ella le dice que nada. La mamá le dice a Flor que le busque la escoba en el patio. Cuando sale al patio ve a Nico muy contento, jugando con una pelotita y Flor grita de alegría y le dice a sus padres que lo quería dejar para jugar y que sea su mejor amigo. Sus padres le dicen que sí… Entonces Flor se pone feliz… Flor y Nico fueron los mejores amigos que pueda haber.
*Escuela República de Bolivia, Villa Nueva
