Eran alrededor de las 6 de la mañana del sábado cuando los vecinos de calle Joaquín B. González al 100, en barrio Santa Ana, sintieron un fuerte ruido que los alarmó.

Es que el intenso viento que azotó a la ciudad en esa jornada provocó que tres postes de madera, parte del tendido de cables de una empresa de telefonía, se tumbaran a punto tal de quedar con grandes riesgos de caer sobre alguna vivienda.

Según contaron los vecinos, ante el llamado a Bomberos y Municipalidad, “se nos advirtió que teníamos que esperar hasta el lunes, que antes no podían hacer nada, así que pasamos dos días con la calle cortada y con los postes a punto de caerse”, reclamó uno de los vecinos.

Pasaron unas 10 horas hasta que se remplazó una cinta provisoria con algo más visible para interrumpir el tránsito.