Un asado para Rocko

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Un asado para Rocko

Hay amores de humanos a perros que no tienen límites. Y en el país parece que las historias de este tipo de relaciones causan un efecto enorme.

El capítulo más emotivo de los últimos días lo aportó Fausto Valenzuela, un policía de Santa Fe que, en el cumpleaños número 15 de su perro Rocko, le regaló nada menos que un asado para festejarlo y escribió unas palabras que llegaron al corazón de miles de argentinos.

«Nunca comí sobras, pero hoy voy a comer las sobras de mi perro; 15 años cumple, más de un tercio de mi vida. Dirán. ‘sos un loco, Facha’. No importa. El es más de lo que pide día a día», comenzó Valenzuela su emocionante post de Facebook. «Anduviste en todos los patrulleros que anduve. Guardias, recargos y ospe… No te importaba… Tus ojos estrábicos cuando veía las balizas del techo de la patrulla… Allanamientos donde te sentabas en la puerta de la casa y no dejabas que ningún civil entrara…» (sic).

La carta de Fausto en Facebook superó las 110 mil reacciones, 42 mil compartidos y 14 mil comentarios.

Sin embargo, Rocko está enfermo. «El tiene problemas renales y a fines del año pasado parecía que se nos iba. El veterinario me dijo ‘prepará todo, que se va a morir’, pero por un milagro se salvó. Así que dije que si llegaba a los 15 años le hacía un asado. Llegó el día y lo hice», contó Valenzuela en diálogo con el diario La Nación.

Rocko fue descubierto por Valenzuela cuando una tarde de 2004 un hombre llegó hasta la comisaría de Arroyo Leyes (a 20 km de Santa Fe), pidiendo que lo cuiden porque pasaba mucho tiempo solo y se comportaba muy agresivo.

«Desde ese día no se separó más de mí. Lo tuvimos un tiempo en la comisaría, pero un día me hice la rata y me lo traje para Santa Fe», afirmó el policía.

Famoso

Valenzuela con Rocko, siempre unidos

Como tantos perros policías Rocko supo saltar a la fama en Santa Fe.

El domingo 28 de agosto de 2011 fue uno de los protagonistas del clásico santafesino entre Colón y Unión. Al minuto 5 del partido ingresó al campo de juego y provocó la risa de los hinchas y la ternura del árbitro Héctor Baldassi, quien estaba dirigiendo sus últimos partidos. Baldassi intentó alzarlo para continuar el partido, pero Rocko giró, se puso boca arriba y se ganó unos mimos en el pecho. La imagen se puede observar aún hoy, en YouTube.

Como cuenta en la carta, el mayor deseo de Fausto es que Rocko pueda conocer a su hijo, que nació prematuro y desde febrero se encuentra en neonatología en el Hospital Iturraspe: «Hoy pesa 1,700 kg y calculamos que en dos o tres semanas ya va a salir y se va a cumplir mi sueño de que se vean y se conozcan», dijo su dueño.

Fausto cree que su perro y su hijo se van a llevar muy bien. «A Rocko le encantan los chicos. Acá en la cuadra hay tres chicos -ya grandes- que aprendieron a caminar con él. Cuando estaban dando sus primeros pasos, yo les llevaba al perro y ellos se agarraban de él, que los lamía y les daba besos», expresó Valenzuela, que también sueña con que Rocko se vaya de este mundo “en tranquilidad”.

 

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