Inicio Locales Un limitador de altura al borde del derrumbe

Un limitador de altura al borde del derrumbe

0
Un limitador de altura al borde del derrumbe
Lo mismo había ocurrido con los de Seppey esquina Sarmiento, que finalmente fueron retirados

Es el que se encuentra en la intersección de calle Marcos Juárez y la rotonda de la ruta 158. Costaron 90 mil pesos y se inauguraron en septiembre pasado

Uno de los gálibos que se ubican en calle Marcos Juárez de barrio Parque Norte se encuentra dañado y pone en riesgo a quienes pasan por debajo en lo que representa uno de los ingresos principales a ese sector de la ciudad.

Se trata del limitador de altura que fue colocado en el mes de septiembre del año pasado junto con el de Marcos Juárez esquina avenida Independencia, con el fin de evitar que los camiones ingresen a las calles pese a la prohibición que rige.

Lo mismo ocurrió el año pasado con el gálibo de la rotonda de Sarmiento y ruta pesada, en ese caso por el descuido de un camionero.

Según muestra la imagen parece tratarse de un caso similar, ya que las dos rupturas que presenta conforman un segmento que quizá sea por donde intentó pasar el vehículo.

Estas estructuras costaron al menos $89.750, según los datos publicados por la Municipalidad en el sitio de Gobierno Abierto.

 

Otra solución

El limitador de altura como método para evitar el tránsito de camiones por lugares no permitidos no da resultado, según lo afirmaron desde el propio municipio tiempo atrás.

Más precisamente el 27 de junio de 2016 el secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria, Rafael Sachetto, declaró a EL DIARIO  que los gálibos “no han dado los resultados que se pretendían”.

En aquel momento se decidió sacar definitivamente los que estaban ubicados en otros puntos de la ciudad porque  “esos limitadores “sufrieron muchísimos inconvenientes o fueron destruidos sistemáticamente a tal punto que ya en la gestión pasada se sacaron y no se volvieron a colocar”, según el funcionario.

Sin embargo, pasó más de un año de esas declaraciones y se volvieron a tener en cuenta para intentar frenar el paso de vehículos de gran porte.

“Los gálibos, conceptualmente, y lo mismo que pasa con los reductores de velocidad, me parece que son dispositivos que no debieran existir en la vía pública porque demoran, retrasan y entorpecen la fluidez del tránsito”, dijo en su momento Sachetto.

 

Print Friendly, PDF & Email