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Viña del Mar quiere ser Villa María

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Viña del Mar quiere ser Villa María
La Miss Chile 1975 y conductora, sin pelos en la lengua: “Tiene que modernizarse. No hay ningún día con entradas agotadas, eso es un indicio de que la cosa no anda bien”

La 57ª edición del Festival de Viña del Mar ya está en marcha. Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes hicieron “bailar” la primera noche ante la mirada incrédula de Juan Luis Londoño, alias Maluma, que después del “traspié” sexista y violento de uno de los suyos en Villa María decidió una donación para las víctimas de los incendios. Todo muy arregladito, pero… el debate está servido. “Viña cambia drásticamente o se muere”, sentenció una reconocida trasandina

La Miss Chile 1975 y conductora, sin pelos en la lengua: “Tiene que modernizarse. No hay ningún día con entradas agotadas, eso es un indicio de que la cosa no anda bien”

Escribe Chico Berto
Especial para EL DIARIO

No nos vamos a quedar con las gran actuación de los grupos argentinos Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes en la noche inaugural (la del lunes) del Festival de Viña del Mar 2017, ni con las denuncias de playback cuando se abrió la programación con un homenaje a la cantautora chilena Violeta Parra, a cargo de las intérpretes nacionales Consuelo Schuster, Tita e Isabel Parra, Claudia Acuña, Camila Gallardo y Paz Binimellis. Apenas una reseña de ello: las bandas argentinas hicieron bailar a la Quinta Vergara con mucha entrega, como abriéndose el camino para regresar, una vez más, en 2018. Es más, mientras Los Fabulosos interpretaban “Matador”, las cámaras se fueron detrás de escena con Juan Luis Londoño, conocido mundialmente como Maluma, para mostrarlo totalmente obnubilado, fascinado…

En tanto, las mujeres del homenaje a Violeta se vieron envueltas en una polémica cuando televidentes de todas partes del país comenzaron a usar las redes sociales para acusarlas de mover los labios sin cantar. Las insultaron a ellas y a la organización por “la falta de respeto” hacia la fallecida cantautora por el doblaje. Incluso, el hashtag #playback y #violeta se posicionó rápidamente durante la transmisión.

Cuando escribimos estas líneas están por subir al escenario los contratados para la segunda noche: Sin Bandera y Camila, que irán acompañados por el humorista Chiqui Aguayo, como en la jornada anterior Fabulosos y Decadentes fueron junto al chistoso Juan Pablo López (Aguayo y López por allá, como suele ocurrir por acá con Cacho Buenaventura, Doña Jovita y el Gato Peters, por citar algunos del mismo género).

Pero decíamos que no pretendíamos abordar lo que se ve y se verá, noche a noche, hasta el sábado 25 (mañana con la cantante australiana Olivia Newton-John, el cantante estadounidense Peter Cetera y la española Isabel Pantoja; el viernes con el citado Maluma y Américo; y el sábado con el colombiano Balvin, la cantautora chilena Mon Laferte, la argentina Lali Espósito y los uruguayos Márama y Rombai…, cada noche con su cómico de yapa). A lo que sí queremos referirnos es a un debate que se está dando en la sociedad y los medios chilenos en torno a este festival. Veamos: a poco de anunciarse con bombos y platillos la contratación de Olivia Newton-John, una de las principales emisoras radiales lanzó la encuesta: “¿Usted cree que año a año la cartelera del Festival de Viña pierde calidad?”. Y el locutor apoyaba la pregunta recordando que “hace muy poco tiempo el contrato más alto fue para Luis Miguel, por un millón de dólares, y este año es para Los Auténticos Decadentes, por 167 mil dólares…”.

Enseguida surgieron los llamados de los oyentes y casi todos estaba de acuerdo en que se venía produciendo una merma en la calidad del staff de artistas.

La parte superior de la tapa de El Mercurio del viernes pasado, anunciando la llegada de “El esplendor de Olivia Newton-John a sus casi 70 años” al Festival de Viña del Mar

 

Cambiar o morir

Pero todo parece poco si nos remitimos a los dichos de la Miss Chile 1975 devenida en presentadora de televisión, actriz, política y empresaria, Raquel Argandoña, quien sentenció: “No puede ser que en el año vengan Rihanna o Justin Bieber a dar sus conciertos y que en el Festival tengamos a Isabel Pantoja como show principal, o a Olivia Newton-John, que es para un público muy adulto y lo último que vimos de ella fue Grease… El festival tiene que sufrir un cambio drástico, porque si no lo cambian va a ir muriendo… Tiene que modernizarse. No hay ningún día con entradas agotadas, eso es un indicio de que la cosa no anda bien”. ¿Más claro? Agua.

Y no faltó tampoco en la previa el conductor televisivo que se refirió al evento mayor de Viña como “Festival de Festivales”, tal cual como les gusta a muchos animadores argentinos llamar a la gran peña local.

Hubo una época, allá por los inicios de la gestión de Juan Carlos Quaglia-Eduardo Accastello (Musicalísimo-Municipalidad) en torno al Festival de Villa María, en la cual el evento local comenzó a ser comparado con el evento chileno. Los integrantes del dúo Pimpinela, conocedores de ambas fiestas, dijeron en la reciente edición 50ª del festival villamariense que esta ciudad no tiene nada que envidiar a Viña del Mar. Y, a juzgar por lo que vimos en las calles de esa preciosa ciudad chilena antes y en el comienzo mismo de la fiesta, Lucía y Joaquín Galán tienen razón. Es más, ellos hablan de modernizarse, como ya lo hizo Villa María.

 

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