Universitario, con el gol de cabeza de Barengo, llegó al agónico 2 a 2 frente a los Diablos Rojos que, en el debut de Carlos Fernández, revirtió un marcador adverso con goles de Demichelis y Ponce, pero se le escurrió la posibilidad de la victoria en el desenlace del partido jugado en Tío Pujio

Escribe Juan Pablo Morre

En un cotejo donde costó ver acciones asociadas y que por momentos priorizó el pase largo y la segunda jugada, Yrigoyen y Universitario igualaron 2 a 2 en Tío Pujio, en partido válido por la primera fecha de la Zona B de lo que es una renovada fase clasificatoria que tendrá el Torneo Clausura.

La repartija de puntos se tomó con mesura y cierta conformidad por ambos elencos, ante la paridad expuesta en el campo de juego, pero también con una pizca de sinsabor. El local, en la presentación de Carlos Fernández como DT, estuvo a minutos de la victoria, después de un esfuerzo notable, y, por el lado del reciente subcampeón del Apertura, si bien sumó, supo que “despertó” muy tarde en su deslucida actuación.

Obligado a resetear rápidamente el chip de la final perdida, emocionalmente pareció costarle el juego a Universitario que, de igual modo, por capacidad individual y el atrevimiento del ingresado Brian Sanabria, consiguió sumar “La Caldera” exponiendo su mayor aptitud física en el cierre del juego.

De igual modo, previo al gol de Barengo que estableció el 2 a 2 final sobre los 42’ del complemento, la visita colectivamente no logró imponer su andamiaje más aceitado y pulcro de sus líneas frente a un rival renovado que, mediante voluntad, orden y sapiencias futbolísticas, estuvo a minutos de ganarlo, pero terminó acusando la falta de competencia oficial. De igual modo, hasta que las piernas le dieron, fue intenso, compacto y le sacó buenos dividendos a la presión alta -y bien direccionada- que imprimió en el primer período.

Entusiasta, Yrigoyen insinuó un arranque protagónico, pero a la profundidad en ataque la brindó Universitario porque Barengo y Pratti tuvieron espacios y tiempo de resolución, captando la pelota de frente a los defensores rivales. Así fue que Merani le contuvo, en dos tiempos, un tiro a Pratti a los 7’; a los 10’, Barengo definió desviado y, sobre los 21’, llegó al 1 a 0. En primer momento, Pratti exigió a Merani con tiro de media distancia y el arquero envió la pelota al córner, que ejecutó el propio atacante de la U al palo más lejano donde apareció Picotti, quien cabeceó una pelota que, tras desvió en el marcador, se incrustó en el arco.

Ese gol, sin embargo, apaciguó a la visita. Ante esto, los Diablos Rojos, que hasta el momento tenía un buen papel, pero casi sin generar real peligro en el área rival, encontró estratégicamente un aliciente con el adelantamiento de Diego Fernández y, esencialmente, con el recorrido de Demichelis por la banda izquierda.

Lolo, justamente, anotó el 1 a 1 con un tiro cruzado tras notable asistencia de Danilo Ponce, quien a esa altura, influyó en el crecimiento del local y lo reflejó en el tanteador ya que marcó el 2 a 1, a los 38 minutos, aprovechando una grosera falla -individual- en una salida del fondo académico.

En gran parte del complemento, los dirigidos por Fernández controlaron acertada y fehacientemente la ventaja parcial, que solo se puso en riesgo con apariciones individuales de Pratti, posicionado todo el ST como extremo derecho.

Es más, el anfitrión hasta pudo ampliar el marcador cuando entró el pibe Alexis Esquivel, quien aportó energía y frescura desde el banco. El juvenil tiopujiense tuvo su chance (la pelota impactó en el rostro de Bachanini) y, además, en un par de réplicas, le cedió al gol a Demichelis, quien -prácticamente sin resto físico- tiró afuera y débil, y a Nieva (demoró más de la cuenta y terminó rematando a las manos del arquero).

Como contrapartida, la respuesta de la U llegó, en primer momento, desde el banco, cuando Bernadó renovó otra vez el volante por izquierda y, esta vez, ubicó un jugador (Brian Sanabria) más vertical y atrevido adelante del doble cinco (en ese entonces, compuesto por Antonino y Vicario). Y esta variante, con el agregado que al local le costó en demasía -en el plano físico- la parte final del cotejo, repercutió en el campo de juego porque, a los 42’, “Pelo” Sanabria agarró la pelota en la línea media y, sin pensarlo, atacó con velocidad dejando a rivales en el camino, habilitó a Pratti y éste, con un centro excelentemente direccionado, le puso la pelota a la cabeza a Barengo, quien estableció el 2 a 2 definitivo.

La figura

Ponce y Pratti. Los atacantes tuvieron una influencia marcada en el resultado. El “9” de Yrigoyen fue determinante para revertir el marcador, con asistencia y gol, en el primer tiempo. Pratti, por su parte, mostró -además de sus pinceladas- su sobresaliente pegada y gestó, con excelentes envíos aéreos, los dos goles de su equipo.

El árbitro

Richard Moyano. Lo dirigió bien al trámite, con criterio y personalidad, más allá de algunos menores que quedaron desapercibidos en el desarrollo general; poca actividad de sus líneas y estuvo bien en el tiempo recuperado en el complemento. En definitiva, aceptable labor de la terna, con importante colaboración de los jugadores y sendos cuerpos técnicos.