De visita en Villa María, una especialista dijo que se enfocaron en la niñez y la juventud para incorporarles una conducta de respeto desde los primeros años de su vida. Sostuvo que es más difícil modificar hábitos en adultos

El trabajar la concientización y seguridad vial en jóvenes más que en adultos trajo resultados alentadores en dos departamentos de Paraguay, según afirmó Susana Medina Machado a EL DIARIO.

La profesional del vecino país estuvo de visita en Villa María, en donde participó del primer Congreso Provincial de Educación Vial, desarrollado en el Teatro Verdi, en el que junto a Vicente Capello Bernal disertaron sobre la temática.

En este marco dialogó con este matutino y sostuvo que haciendo foco en niños y jóvenes se puede generar el ADN que permita respetarse a sí mismo y a los demás cuando se conduce en la calle. Y aseveró que de la mano de esta tarea de concientización en aquella nación disminuyó la mortalidad por esta causa.

“En el Departamento Itapúa se ha generado un trabajo muy grande a nivel local y departamental, logrando publicar un material sobre seguridad vial y educación que fue implementado en las escuelas, del cual ya tenemos resultados que pueden ser medidos, porque la tasa de mortalidad ha descendido de manera importante”, indicó.

“Luego replicamos esto en Cordillera, pero con un elemento diferenciador que es el Ministerio de Educación actuando ya dentro de la formación de docentes y profesores que iban a dar las capacitaciones a los chicos y de ahí resultó el primer material de educación vial”, precisó.

Añadió que a nivel nacional se cuenta con la colaboración de la Agencia Nacional de Tránsito, que “es muy nueva”, y el apoyo de “un gremio de intendentes que aglutina el 81% de los municipios de Paraguay”, por lo que “estas inquietudes locales son ejecutadas en diversos lugares a través de campañas de concientización y prevención, de publicación de materiales, de este cuadernillo que se desarrolla en las escuelas secundarias como una materia obligatoria”.

Sobre los contenidos del mismo especificó que no abordan el tema desde una perspectiva de sanción y castigo, sino desde la prevención y la concientización, buscando que “el joven aprenda cuál es el peligro real del tránsito y el riesgo que corre”.

Subrayó que en Paraguay se presenta una situación “muy particular con el tema de motos y menores en motos”. En ese sentido advirtió que “hay una alta tasa de mortalidad entre personas de 15 y 25 años, que son los jóvenes que están falleciendo cada día” en los rodados de dos ruedas.

Se da “por no utilizar casco, por ir con exceso de velocidad, por no tener los vehículos en condiciones, por la minoridad”.

Es por esto que en los establecimientos educativos se ahonda en la “importancia de usar el casco, en acatar y comprender las señales de tránsito, las reglas, apuntar a la cortesía y convivencia vial, el uso de elementos obligatorios, los riesgos que tienen que tener en cuenta, todo desde una mirada de prevención”. “Y nos sumamos a la campaña mundial sobre seguridad vial”, agregó.

Ante preguntas de este matutino, explicó que “este es un proceso que recién se está instalando”, ya que se comenzó “el año pasado con el cuadernillo distribuyéndose en secundarios”.

Se inició por Asunción y así se fue repartiendo a nivel nacional.

Los efectos “se medirán concretamente en un período de entre cinco y 10 años, pero ya estamos viendo en algunas ciudades donde se implementó la mayor cantidad de charlas y capacitaciones que existe una conducta vial que cambió”.

Se observa en “jóvenes motociclistas, jóvenes ciclistas o bien conductores que van teniendo en cuenta el uso del casco, del cinturón, del chaleco reflectivo”. “La conducta de mototaxistas que alzaban tres o cuatro personas fue modificada”, recalcó.

Cuando se le preguntó cuáles eran, desde su visión, las razones que llevaban a la imprudencia vial, Machado consideró que “hay una falta de conciencia y de compromiso de cada persona en relación al peatón, al otro conductor, a la vida del otro”.

“Si tenemos esa conciencia de que podemos ocasionar un riesgo para nosotros mismos y los demás, esa conducta va cambiando y vamos a ir teniendo una sociedad más solidaria, la que necesitamos para disminuir la cantidad de accidentes”, recalcó.

Finalmente, se le planteó por qué se enfocaron en jóvenes luego de probar con los adultos.

“Si queremos instalar una nueva conciencia, un nuevo ADN sobre las cosas que están haciendo mal, es más fácil en un niño que va a ir educándose en eso, que en un adulto al que ya muchas veces le es casi imposible cambiar, es como una estructura mental muy difícil de modificar”, aseveró.

“Implementarlo en niños -incluso en edad inicial- y en jóvenes es mucho más productivo que en adultos de mediana o avanzada edad”, evaluó.