Desde 1991, cuando asumió como concejal de la oposición, Eduardo Accastello estuvo de manera ininterrumpida en la función pública. El viernes será el primer día que no ocupará un cargo

Ayer firmó sus últimos decretos, fue a la Escuela Granja, se despidió de empresarios y luego saludó a la prensa. Así cumplió su penúltima jornada de trabajo como intendente de Villa María, ciudad desde la que construyó su poder.

En la reunión con periodistas aseguró sentirse satisfecho por la creación de instituciones «que trascienden a las personas», hablando de la Universidad y el Parque Industrial, por citar algunas.

También dijo que estaba feliz «por entregarle la posta a otro peronista, a un compañero», hecho que ocurrirá hoy a las 20.30 en un acto que se realizará en el Parque de la Vida.

Durante los tres períodos que fue la máxima autoridad de la ciudad, se vivieron momentos adversos: «Pero el peor que nos tocó vivir fue en el año 2001. Cuando estábamos organizando la comunidad, armando bolsones para la gente que pedía alimentos en la Municipalidad, atendiendo a trabajadores despedidos del servicio de riego, un compañero, un militante, falleció trabajando por la comunidad como consecuencia de una descarga eléctrica», dijo, en referencia a Gabriel Chalita.

Como deuda pendiente de su gestión lamentó no haber podido concretar el Banco de Desarrollo. «Villa María tiene más depósitos que Río Cuarto. Teníamos la aprobación del Banco Central, pero no lo pusimos en marcha porque decidimos esperar a las otras ciudades y al final, no lo pudimos hacer», confesó.

Cuando le consultamos por los errores que considera haber cometido en su gestión, dijo que «cuando uno toma unas 30 decisiones por día, es probable que se equivoque un 10%».

Política

En lo que hace a la política partidaria, consideró que el justicialismo tiene que «reflexionar» sobre los errores que motivaron la pérdida de la elección a nivel nacional.

Al responder a una consulta sobre si participaría en alguna función del Gobierno de Mauricio Macri, dijo que en Villa María avanzaron en la integración con otros partidos y que él está «al servicio de Argentina». En privado, afirmó que el rumor de ofrecimientos de cargos en el Gobierno de Cambiemos -lo que motivó la pregunta- no se corresponde a la realidad.

Al volver sobre la política local, dijo que Martín Gill tiene su «apoyo incondicional». «Pero voy a estar como militante, porque el que conduce es el elegido, el resto, acompaña».

Finalmente, habló sobre los cuestionamientos que tuvo durante sus gestiones de los tribunos de Cuentas opositores. «Se habla mucho, pero el 99,9% de las órdenes de pago fueron aprobadas por unanimidad. Lo mismo los arqueos de caja y las conciliaciones bancarias».

Sobre su futuro personal en la política, habló de una serie de reuniones que mantendrá con los legisladores provinciales del Frente para la Victoria, entre los que está Nora Bedano. «Nosotros no nos plantamos como oposición, somos peronistas. Pero vamos a honrar los votos que tuvimos», concluyó.