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“Ahora priorizo lo familiar antes que lo futbolístico”

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“Ahora priorizo lo familiar antes que lo futbolístico”
El volante villamariense jugó el viernes en Plaza Ocampo. “No recuerdo cuándo fue la última vez que vine”, expresó

El volante, de 37 años, volvió a la ciudad con la camiseta de Colón de Colonia Caroya, donde también dirige dos divisiones inferiores. “Aproveché esta oportunidad para seguir con este deporte que tanto me apasiona”, contó

El volante villamariense jugó el viernes en Plaza Ocampo. “No recuerdo cuándo fue la última vez que vine”, expresó

Este año contará 38 en el calendario, una edad que lo pone en un grupo casi exclusivo dentro del fútbol.

Es que pocos pueden mostrarse en una competencia oficial pasando los 35, corriendo detrás de una pelota y compartiendo vestuario con chicos de otras generaciones. Sin embargo él, Franco Amaya, el villamariense que supo saborear las mieles de Primera división jugando para Belgrano y que fue un refuerzo importante en varios clubes del ascenso, aún sigue dentro de las canchas, ocupado de fútbol.

El fútbol fue precisamente el que lo llevó a recorrer todo el país, viviendo en un lado y en otro, y en ese recorrido fue armando su familia y buscando su destino. En Córdoba encontró el sostén y hoy hace su vida junto a su familia, a la que prioriza por encima de todo.

“Me hubiese gustado jugar algunos años más en Villa María en esta última etapa de mi carrera, pero lo que pasa es que tuve dos hijos y ya se me hace más complicado irme”, contó Franco el viernes, en ocasión de su regreso a la ciudad como jugador de Colón de Colonia Caroya, equipo con el que jugará nuevamente el Torneo Federal C.

“Yo a ningún lado me voy solo, tengo que irme con mi familia. A esta altura priorizo más el tema familiar que el futbolístico y esta propuesta de Colonia Caroya fue una comodidad y una cercanía a mi lugar de residencia, así que por eso continúo jugando; si no, quizás ya hubiese colgado los botines”, afirmó.

En Villa María, Franco surgió en River y pasó por Alumni, pero también volvió a Plaza Ocampo, siempre como rival del Fortinero, en distintas etapas.

“Vuelvo a un escenario en el que viví muchas cosas, con todo lo que genera estar en Villa María, pero la verdad es que no me acuerdo cuánto hace que no pisaba Plaza Ocampo; quizás haya sido con Tiro Federal de Rosario o con Crucero del Norte de Misiones”, expresó.

En Colón la historia fue diferente. “Casi de casualidad puedo estar hoy aquí porque a esta altura de mi carrera ya no tengo tantas ganas de andar dando vueltas”, reconoció.

Luego contó: “Me surgió esto de Colonia Caroya, que me quedó cerca de donde estoy viviendo, y aproveché para seguir con este deporte que tanto me apasiona”.

“Me sumé para el Federal C del año pasado y después tenía ganas de dejar la actividad, pero el presidente me ofreció dirigir dos divisiones en el club, obviamente que acepté y me quedó cómodo seguir jugando porque terminaba de entrenar con los chicos e inmediatamente comenzaba a hacerlo con la Primera. Dos horitas más de entrenamiento no me hacían mal”, confesó después.

Con su oficio y su relevancia en la institución, Franco tiene autoridad para hablar de este Colón que, si bien perdió el amistoso con Alem, es candidato a pelear el ascenso.

“Venimos de ser campeones en nuestra liga y hace cinco torneos Federal C que venimos participando con muy buenas actuaciones. Se perdió una final y se llegó a una semifinal, por lo que creo que el objetivo inmediato es ascender o, por lo menos, hacer lo imposible para lograrlo”, contó Amaya.

En ese aspecto, expresó: “Se han traído buenos jugadores, hay un plantel base de hace años que anda muy bien. Con la suma de algunos juveniles, más la experiencia de dos o tres jugadores importantes como Arrieta, Alexis Olivera y el Indio Moreyra, hacemos un plantel bastante interesante”.

Mientras, Amaya no se olvida de Villa María y los clubes por los que pasó.

“He seguido a Alumni. Tengo contacto con Coco Agüero y me mantengo más o menos al tanto de la actualidad del equipo a través de los diarios y de Facebook”, indicó.

De volante, con menos velocidad que antes pero con más tranquilidad y con “la cancha en la cabeza”, como buen hombre de experiencia. Así juega hoy Amaya. Sí, tiene 37 años y va para los 38, pero sigue vigente.

 

“Casi de casualidad puedo estar hoy aquí, porque a esta altura de mi carrera ya no tengo tantas ganas de andar dando vueltas”

Además de Franco Amaya, otro villamariense trabaja en Colón de Colonia Coroya: el doctor Enrique Ambrosini, quien oficia de ayudante de campo de Héctor Conci. Ambrosini fue jefe del Departamento Médico del fútbol profesional de Instituto durante más de una década. El año pasado su rumbo cambió, aunque siempre ligado al fútbol.

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