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Alumni subió rompiendo redes

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Alumni subió rompiendo redes
Francucci celebra su gol con sus compañeros. El equipo villamariense se destapó después de dos empates

Escribe Beto Arce

Empezó perdiendo ante Española, pero le dio vuelta y lo goleó 6 a 1, en condición de local. Con la victoria, el Fortinero quedó como único escolta, a dos puntos del líder Unión

Francucci celebra su gol con sus compañeros. El equipo villamariense se destapó después de dos empates

El fútbol vive en los goles, en la red y muchas veces en quienes convierten… pero no siempre es la receta para analizar un partido, y mucho menos éste. Es que Española llegaba con la misión de defender la punta y superar el amargo trago del traspié ante Unión Central, pero estuvo muy lejos de eso. No porque Alumni lo haya borrado de la cancha, sino porque no tuvo respuestas ante un rival que convirtió en momentos oportunos y que fue construyendo una goleada en base a desesperaciones ajenas y espacios bien distribuidos para un ataque explosivo y letal.

Alumni jugó muy bien el ST. Ordenado, sin sobresaltos y con tiempo para manejar los climas de un partido que tuvo tres períodos muy bien marcados: el primero, donde ambos repartieron el protagonismo de un apenas discreto desarrollo; los 25 minutos iniciales del complemento, donde el Fortinero se lo llevó puesto con cinco goles; y los veinte minutos restantes, que naturalmente estuvieron de más ante una diferencia prácticamente inalcanzable.

La actitud gallega en la primera mitad dio señales y síntomas de recuperación, fundamentalmente por plantear el juego en campo Albirrojo y con la tenencia del balón. Acosta tomó mucho contacto, Mignola fue el de mejor rendimiento, Castillo tuvo un gran aporte y despliegue y Cativelli se las ingenió para complicarle el rato a los centrales. El premio llegó muy rápido (7’) con un pase bárbaro de Acosta entre líneas para la llegada de Castillo que tocó por lo bajo ante la salida de Cena (1-0). Pudo ampliar a través de Cativelli en dos ocasiones: la primera con un cabezazo por encima del arquero que el juez inválido por un offside muy fino; y la segunda con una media vuelta que se fue apenas desviada.

En el mejor momento de los dirigidos por Valle llegaría la igualdad. A la salida de un tiro de esquina (25’), Peñaloza ubicó a Francuzzi que con total comodidad ejecutó un cabezazo perfecto de pique al suelo, lejos del alcance de Arcas (1-1). El PT no ofreció mucho, pero fue Española el que estuvo más cerca de la red. Probó Mignola con un remate bien detenido por Cena (29’) e intentó Castillo con un cruzado disparo que salió al lado del poste. Cerró la etapa inicial Ñáñez con un delicioso “tubo” a Bustos, anunciando lo que nadie imaginaba… un inicio del complemento demoledor…

Y así fue, porque al minuto todo empezó a desmoronarse… casi sin querer. Peñaloza recibió la pelota en un tiro de esquina “laburado” y remató con zurda al gol (la llegó a tocar Arcas y rebotó en el poste antes de ingresar, 2-1). El término “desmoronar” le cabe justo a esta situación, porque es un concepto que se liga directamente con el ánimo, y eso fue lo que comenzó a padecer Española. En un partido que ligeramente dominaba, al minuto del complemento ya lo estaba perdiendo, como así también la confianza para revertir.

Una innecesaria mano de Bustos dentro del área obligó a Díaz a sancionar penal, que el Sapo Delsole no desaprovechó con un cruzado disparo a los 8’ (3-1). Bustos vio amarilla y al minuto recibió la segunda: increíble expulsión para un complejo desenlace. Parecía el principio del fin de los villanovenses, porque las respuestas estaban lejos y el ánimo por suelo. Cada aproximación Fortinera era un potencial gol y a punto estuvo el juego de terminar con una histórica goleada.

El cuarto grito llegó a través de una acción colectiva ensayada en la banda izquierda por Pochettino, Delsole y Peñaloza, con remate de este último al fondo del arco. Alumni a esta altura era mucho más y jugaba con demasiada tranquilidad para hacer correr el reloj. Ñáñez, Del Sole y Ramírez gestaron el siguiente golpe letal y otra vez Peñaloza fue el encargado de llenarse la boca de gol (5-1).

Arcas se apuró en una desesperada salida y volteó a Ramírez dentro del área (claro penal que sancionó Díaz) sobre los 25’ y nuevamente Delsole cambio por gol un disparo a la derecha del arquero (6-1). La ventaja momentánea y el tiempo por jugar eran claros indicios de que la tormenta todavía no había concluido… Pero Alumni moderó la máquina y esperó el cierre.

Pudo aumentar Peñaloza con un remate al palo (35’) y quedó tiempo para una patada de Bracamonte (roja) y una inaceptable expulsión de Francuzzi por doble amarilla ganando por cinco goles de diferencia. Sobraron 20 minutos de juego y todos los protagonistas juego así lo vivieron…

De goles se vive, se siente y se gana. Y ese fue Alumni, que en sólo un rato (25 minutos) metió cinco y le propinó un cachetazo de realidad a Española que perdió 6-1 tras comenzar ganando, y que como líder hasta ese entonces cayó en los dos últimos que jugó.

 

El árbitro – César Díaz

No dejó discusiones en su actuación. La amplia ventaja en el marcador y el desarrollo del juego quizás contribuyeron para el desarrollo de su tranquila tarea. Un dato: mostró 15 veces la tarjeta amarilla y una expulsión directa, y con el partido 5-1 “mató” con mucha categoría una pelota devuelta desde la tribuna.

 

La figura – Patricio Peñaloza

Tuvo una tarde soñada. Por primera vez (en la máxima categoría) convierte tres goles en un mismo partido y pudieron haber sido cuatro (tuvo un remate en el poste). Su sector (derecho) fue el decisivo para esta holgada goleada.

 

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