Dos vecinas del barrio San Martín expusieron su problemática ante EL DIARIO

Natalia Pacheco firmó un convenio con la Municipalidad hace siete años en el que hay un compromiso tácito de entregar un terreno. A Carina Avalos le prometieron hace tres años una casa para que su hijo tenga las condiciones de hábitat para recuperarse de un accidente. Las dos esperan

Natalia Pacheco y Carina Avalos son dos vecinas del barrio San Martín que buscan desde hace años una solución a la problemática de la falta de vivienda digna. Las historias son distintas, pero parten de una vivencia con sus hijos, en un caso grave y en otro trágica.

Aseguran que ambas están en una lista de emergencia habitacional para recibir viviendas sociales, pero los años pasan y las respuestas no llegan.

Cansadas de tocar todas las puertas de la Municipalidad sin tener respuestas concretas, vinieron a la Redacción de EL DIARIO a contar su historia.

El fuego y la tragedia

El 4 de agosto de 2011 Natalia se fue a trabajar a una panadería, como siempre. A los 20 minutos le avisan que se incendiaba su casa. Regresó cuanto antes y vio el peor escenario: su hijo de dos años y ocho meses había quedado atrapado en una habitación con fuego. “Estuvimos dos meses en Córdoba, en el Instituto del Quemado, pero no resistió”, dijo Pacheco, al relatar con dolor la muerte de su hijo.

“En esos dos meses empezamos a hacer gestiones por una vivienda, porque habíamos quedado en la calle y mi hijo, si se salvaba, necesitaba un lugar limpio y sin humedad para recuperarse”, señaló.

Con el dolor de la pérdida se contactó con la Municipalidad y firmaron un convenio por el cual le entregaron materiales para que pudiera reparar la vivienda incendiada que la familia alquilaba.

“En ese mismo convenio dice que nos vamos a quedar ahí, alquilando, ‘hasta tanto el municipio pueda donar a la señora Natalia Pacheco un terreno donde ésta pueda construirse su propia vivienda’”, dijo, leyendo el artículo tercero del acuerdo.

Si bien ningún responsable de la Municipalidad firmó ese acuerdo, ella entendió que con eso se comprometían a brindarle el terreno. Y por eso fue regularmente, desde hace siete años, a todas las oficinas municipales a reclamar. Aún no tiene respuesta para contar con la vivienda que anhela para vivir con su marido y sus dos hijas.

“Te ayudan con cosas, no te voy a decir que no. Mercadería o una garrafa que a nosotros nos hace falta; porque mi marido hace changas y yo soy empleada doméstica y no nos alcanza. Pero lo más importante, el techo, de eso se la pasan en promesas y hasta se te ríen en la cara”, dijo.

El accidente

En el año 2014 el marido de Carina circulaba por la autopista con el hijo de ella y sufrieron un accidente. El niño fue afectado por graves quemaduras, que obligaron su traslado a Córdoba capital, donde estuvieron tres meses. “Fue muy duro, le hicieron muchos injertos de piel porque estaba todo quemado. En la espalda, la mano y la cabeza”, detalló Carina.

Actualmente,  tiene que hacer un tratamiento para que recupere el nacimiento del cabello y así ingresar a la adolescencia sin problemas ni complejos. “Tanto el intendente como la gente que lo acompaña me dijeron que me quedara tranquila, que me iban a ayudar”, relató la mujer.

“Saben que la ayuda que yo necesito es una casa, porque no podemos empezar el tratamiento si vamos a seguir viviendo en el fondo de la casa de mi mamá, con un techo de madera y chapas -que me dieron de la Municipalidad-, sin el piso adecuado y con mucha humedad. El tratamiento, una vez que empiece, necesita condiciones para que no se contagie nada. Y no las tenemos”, agregó.

Palabras, palabras, palabras

Como la canción, ambas mujeres aseguran que solo escucharon palabras de compromiso de parte de funcionarios municipales del actual y del anterior gobierno.

“Hemos visto en todos estos años cómo han dado terrenos a gente que no está, como nosotros, en la lista de emergencia”, indicaron.

“Por eso venimos a EL DIARIO, porque queremos que se sepa que todas las promesas que nos hicieron no las cumplieron. Esperamos que se acuerden de nosotras”, concluyeron.