Investigadores de la UNVM están analizando muestras de leche y quesos obtenidos en las góndolas para establecer si cumplen con los estándares del Código Alimentario Argentino

Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) caracterizan química, física y microbiológicamente lácteos que se venden en góndolas a los consumidores. El proyecto surgió del interrogante básico ¿Qué lácteos consumimos? Pregunta que se hicieron los propios estudiantes en la materia de Bromatología. En la misma tratan el Código Alimentario Argentino de manera exhaustiva. El objetivo de la investigación busca responder la pregunta ¿Qué tienen los alimentos que consumimos?

El director del proyecto, Gerardo Echeverría, explicó que los alimentos en su totalidad deben satisfacer los requisitos del Código Alimentario Argentino.

Toda empresa alimenticia debe ser habilitada y registrada en el Registro Nacional de Establecimientos (RNE) y sus productos elaborados, para ser comercializados, deben estar inscriptos en el Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA).

Algunas empresas podrían estar “fuera de rango”, es decir, que no cumplirían al pie de la letra lo que establece el Código Alimentario: “A veces es por falta de control de calidad en las empresas. Por eso es bueno que compremos directamente de la góndola y analicemos”, dijo.

El proyecto está dividido en dos etapas. La primera orientada exclusivamente a leche donde tienen 10 muestras obtenidas del mercado con la particularidad de que no hay 10 elaboradores, ya que hay casos en que un elaborador trabaja con varias marcas (elaboración para terceros).

Este año, el equipo se abocó a analizar los quesos. Los mismos fueron comprados en mercados locales y serán enviados a laboratorios oficiales, dado que el informe apunta a que los resultados tengan el estatus que brindan esos organismos, más allá de los laboratorios de la UNVM. Informó que se hará un análisis de “genuinidad” y “microbiológico” en quesos, porque “especialmente los de pasta blanda son propensos a tener una bacteria que puede ser perjudicial para la salud”.

Metodológicamente, Echeverría indicó que no se divulgarán las marcas ni dónde se adquirieron, pero sí se loteará para arrojar los resultados que luego serán publicados: “Hasta ahora se han encontrado resultados muy favorables, pero también algunos desvíos en los estudios preliminares”, sostuvo y en referencia a esto explicó: “Muchas veces el Estado está ausente en esto del control de calidad. Trabaja más por denuncias que preventivamente o de oficio”.

Según explicó, un “desvío” a pesar de representar una falta ante el Código Alimentario Argentino, no representa una amenaza para la salud pública: “Un desvío puede ser que un queso tenga una mayor humedad y que por ende la industria tenga mejor rendimiento, o que un producto tenga algún componente más disminuido. Pero en ningún caso hasta ahora se ha encontrado alimentos con falta de inocuidad”.

Finalmente, cabe señalar que el director del proyecto nació en Villa María. Estudió Bioquímica y Farmacia en la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Trabajó en la ESIL y se desarrolló como consultor privado. Actualmente es docente de Bromatología en la Ingeniería de Alimentos y Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Villa María.