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Apenas pudo salvar el papelón

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Apenas pudo salvar el papelón
El último partido, en la goleada 3-0 ante Juventud Unida, fue de lo mejor del equipo

El Fortinero tuvo un año convulsionado, cargado de problemas internos que se trasladaron a la cancha. El DT, Hugo Mattea, supo capear el temporal y enderezar el barco antes de hundirse

El último partido, en la goleada 3-0 ante Juventud Unida, fue de lo mejor del equipo

Sigue siendo Alumni, como casi siempre, el representante del fútbol local con la presencia más encumbrada dentro del fútbol nacional, sin embargo, a duras penas en 2017 pudo mantener la categoría y volvió a mostrar que sus problemas internos son parte de la materia pendiente de los últimos años.

Esta vez pudo zafar por una serie de situaciones que ocultaron sus inconvenientes profundos.

La paciencia de Hugo Mattea para soportar esos inconvenientes fue clave, ya que el entrenador electo para este certamen le puso el pecho a las balas, convenció a sus jugadores para que terminaran bien el torneo y llegó a la meta final para cumplir con la pactado.

De todas maneras, el año no empezó con Mattea. Otros directivos, antes de irse, habían optado por Luciano Theiler, quien desde un principio vio un panorama desalentador, el mismo que terminó padeciendo días después cuando otros dirigentes le pidieron que se fuera, en una de las tantas situaciones polémicas que se registraron en el club.

Mattea, casi sin tiempo de preparación, llegó con algunos jugadores en carpeta, algunos de los cuales fueron muy importantes como el volante Jeremías Flordelmundo y el lateral Franco Flores, pero el club también sumó a otros viejos conocidos como el arquero Jonathan Scalzo y el delantero Leandro Martínez, entre otros.

En una temporada irregular, el equipo terminó sexto, con algunos resultados muy importantes y otras derrotas incomprensibles.

La buena cosecha de puntos como local contrastaba con una serie de derrotas seguidas de visitante, pero alcanzaba para soñar con algo interesante, sobre todo cuando algunos pibes se empezaron a consolidar como el enganche que eligió Mattea, Agustín Martellotto.

En un momento el equipo coqueteó con pelear arriba, sin embargo, la injusta caída ante Racing, como local, devolvió al club a su realidad futbolística y coincidió también con la lesión de Martellotto, quien nunca más pudo ser reemplazado con continuidad en ese puesto.

El equipo jugó hasta la última fecha con el riesgo de perder la categoría, lo que causó preocupación en sus hinchas en un momento donde los jugadores seguían sin poder cobrar sus sueldos al día. No obstante, en ese último partido, Alumni tuvo un alto nivel y goleó 3-0 a Juventud Unida de Río Cuarto, en Plaza Ocampo.

El desenlace fue con Mattea soltando ante la prensa todo lo que tenía dentro, acumulado, en cuanto a la situación del club, más infeliz que contento por el año que había pasado. Y eso fue un llamado de atención para los fortineros, algunos de los cuales (sobre todo exjugadores) se arrimaron hace un mes al club para darle un poco de impulso y que el 2018 no vuelva a ser un caos.

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