En un relevo realizado por EL DIARIO, algunos vendedores del rubro coincidieron en que la merma se debe, entre otros motivos, al importante incremento de los precios en los últimos tiempos. También señalaron que los productos para niños son los que generan más movimiento

Además de la comercialización de regalos, alimentos y bebidas, en el marco de las fiestas de fin de año la pirotecnia es un rubro que habitualmente alcanza buenos niveles de venta. Sin embargo, al menos en la ciudad de Villa María, con el paso del tiempo es notable como cada vez son menos los locales comerciales que apuestan a su venta en vísperas de Navidad y Año Nuevo.

Con el objetivo de conocer los motivos de esa notable disminución en el expendio de dicha mercadería, EL DIARIO entrevistó a algunos comerciantes de la ciudad para que ellos mismos analizaran las causas que generaron el marcado descenso en su comercialización.

“Mucha campaña en contra”

En primer lugar, Ignacio, quien hace muchos años realiza las ventas en un local de la calle San Martín al 100, aseguró que “la verdad es que cada año las ventas del rubro van descendiendo. No sé si la gente está perdiendo el interés, pero hay mucha campaña en contra de la pirotecnia”.

“El interés de las personas no es el mismo que hace unos años. Además de eso, los precios han subido muchísimo en las últimas temporadas. Esos incrementos fueron proporcionales al resto de los rubros”, opinó, y a la vez dijo que “al no ser la pirotecnia un producto de primera, segunda ni tercera necesidad, obviamente la gente va a achicar sus gastos por ese lado”.

Seguidamente, comentó que “dentro de lo poco que se vende, lo que más se consume son artículos como las estrellitas y el ‘chasqui boom’ para niños. Las tortas de luces se siguen vendiendo, pero cada vez en menor cantidad”.

“Las personas más grandes están cada vez más lejos de la pirotecnia, que no es más el buen negocio que significaba algunos años atrás”, manifestó.

Para confirmar su testimonio, relató que “de hecho, ya no la trabajo más de la manera en que lo hacía anteriormente, cuando había distintos puntos de venta en la ciudad”.

“A la gente que tiene locales propios en buenos lugares quizás sí le convenga vender para las fiestas, pero creo que para aquellos que tienen que pagar un alquiler no es para nada rentable”, finalizó.

“Los precios aumentaron un 70%”

Por su parte, Claudio, quien para estas fiestas instaló un local en la esquina de San Luis y bulevar Alvear, indicó que “hace siete años que estoy en el rubro de la pirotecnia para estas épocas y la verdad es que la venta va decayendo año tras año”.

“Ese descenso se debe mayormente a los aumentos considerables que fue sufriendo esta mercadería con el paso del tiempo”, destacó.

A la vez, sostuvo que “allá por 2009 abríamos los locales de venta a principios de diciembre, época en la que ya había mucho movimiento, mientras que actualmente el grueso de las ventas se produjo los días 23, 24, 30 y 31 de diciembre”.

“Desde ese tiempo hasta ahora los precios crecieron al menos un 70%”, informó.

A diferencia de Ignacio, Claudio opinó que “no me parece que la constante campaña por parte de agrupaciones animalistas, entre otras, para prohibir la pirotecnia sea una razón que influya en la reducción de las ventas”.

“Creo que hay público para todo. En mi caso, tengo ocho animales y no estoy en contra del uso de la pirotecnia. No me opongo a que una ordenanza regule su uso, pero creo que hay que ser un poco equitativos y poner muchas cosas en la balanza”, lanzó.

En relación a ello, comentó que “mucha gente que vi reclamando que no se use más pirotecnia en defensa de los animales, el martes estaba en una manifestación en el centro de la ciudad arrojando bombas”.

“No me parece justo que para una protesta se pueda usar pirotecnia y que para un festejo no. Creo que va a ser imposible prohibir su uso. En las manifestaciones, los cumpleaños, en los estadios y cuando un equipo salga campeón se van a seguir tirando bombas”, aseguró.

También contó que “un año me tomé la molestia de anotar los nombres de todas las personas que me atacaron a través de las redes sociales por dedicarme a la venta de pirotecnia”.

“A mitad del año siguiente, me tomé el atrevimiento de enviar a cada uno de ellos un mensaje pidiéndoles 150 pesos para ayudar a los perros que se encontraban en la calle. Esas mismas personas que aparentaban preocuparse por los animales fueron los primeros en decirme que no cuando les pedí ayuda para los caninos”, disparó.

Cambiando de tema, relató que “actualmente lo que más se vende es lo que está destinado a los niños de 5 a 12 años, ya sea ‘chasqui boom, estrellitas, luces de bengala o fosforitos. De todo lo que se vendió para Navidad, el 80% fue de este tipo de productos”.

“Prácticamente no se están vendiendo bombas grandes, primero por cuidar a los chicos y también por el elevado precio que tienen”, indicó.

Finalmente, realizando una comparación de lo que fueron las ventas de Navidad con las de Año Nuevo, manifestó que “habitualmente las ventas se caían para el 31, en relación a la Nochebuena, debido al show de fuegos artificiales que un día antes se hacía en la costanera. Era como que la gente quedaba saturada de pirotecnia luego de ese evento”.

“Este año se notó una leve mejoría en las ventas de fin de año porque al no hacerse el show en la costanera, la gente ha comprado más tortas y cañas voladoras de gran tamaño”, señaló.