Lo planteó Nadia Brossard, desde la izquierda. Argumentó su pedido en las consecuencias sobre la salud, animales y medio ambiente
El juez Civil Alberto Domenech tiene en su despacho una acción de amparo presentada por la dirigente de Juntas a la Izquierda, Mujeres sin Techo y Movimiento Socialista de Trabajadores, Nadia Brossard, a través de la cual solicita una medida cautelar que suspenda el show de fuegos artificiales que hará el municipio el próximo jueves 26.
Un planteo similar había sido rechazado en 2014 por la jueza de Control Edith Lezama de Pereyra y en 2015 por el juez Fernando Flores.
En su acción judicial Brossard consideró que el espectáculo conlleva una situación “de inseguridad, riesgo y contaminación sonora y química innecesaria y concreta para la salud y la integridad física de las personas que padecen autismo y otras afecciones, para la fauna urbana, la vegetación, el río Ctalamochita y todo el medio ambiente de la ciudad”.
Por eso pide que se dicte una cautelar para suspender el desarrollo del mismo, “a los efectos de evitar afectar derechos fundamentales de los damnificados” hasta que el magistrado se expida sobre el fondo de la cuestión.
“El evento, de realizarse, se convertirá en plena crisis económica, además de un derroche injustificado de dinero del Estado, en un terrible centro de contaminación sonora y química de dimensiones colosales por su nivel de concentración y cantidad de dispositivos pirotécnicos e intensidad que conllevan peligros concretos contra la salud pública y un ecocidio evitable”, sostuvo la militante.
“El Estado Municipal de Villa María, al permitir y, lo que es peor, fomentar la pirotecnia, va a contramano de la toma de conciencia ambiental de la población y gobiernos de otros municipios y comunas de la provincia de Córdoba”, añadió.
En el escrito apuntó que el show es similar a un bombardeo aéreo sobre la población y el medio ambiente, y agregó: “Pese a que todos los habitantes del municipio tienen derecho a ser protegidos en su seguridad, esa obligación del Estado no impidió que el 30 de diciembre de 2014 un bebé de 1 año resultara gravemente quemado en la costanera por los fuegos artificiales en un evento en la vía publica organizado y promovido también esa vez por la Municipalidad”, en referencia a las heridas sufridas por el niño Bautista Ayala en la ribera villanovense.
Brossard sostuvo que “para resolver la cuestión no se requiere mayor prueba y debate” que la presentada sobre los riesgos para la salud, animales y medio ambiente, “atento que se debe verificar si el festival en cuestión cumple con la normativa vigente de seguridad y protección de la salud de las personas, del ambiente y de los seres vivos”.
