Desde hace 10 años la Fundación Familia Trinitaria lleva adelante el proyecto mediante el cual se hacen cargo de los costos para que los niños puedan iniciar sus estudios secundarios. Además se les ofrece un acompañamiento permanente

Algunos aportan dinero, otros ofrecen su tiempo, pero todos con el mismo objetivo de que jóvenes de los barrios La Calera y Belgrano puedan acceder y permanecer en sus estudios secundarios.

Se trata de uno de los tantos proyectos que lleva adelante la Fundación Familia Trinitaria y que se denomina “Becas Educativas Mecha de González” en homenaje a quien comenzó, hace diez años, con esta iniciativa.

Actualmente, y prácticamente en forma permanente, se encuentran en la búsqueda de voluntarios que se quieran sumar para apadrinar a los chicos. Julio Domínguez, uno de los integrantes de la fundación, explicó que “tenemos socios que aportan a la fundación, en la que hacemos un montón de obras sociales y una de esas es el tema de las becas que es fundamentalmente para ofrecerle la posibilidad a niños que estudien y vean una realidad distinta”.

Pero detrás de ese objetivo hay un trabajo profundo. “Estos chicos que ingresan al sistema no es que vienen caídos de la nada, sino que es un trabajo que se hace en forma constante y permanente con ellos con apoyo escolar durante la primaria en la capillita del barrio”, detalló, y agregó que “se hace un trabajo también con sus familias y un equipo de trabajadoras sociales, psicólogas y psicopedagogas”.

Cuando esos niños terminan la primaria, ya se viene observando “la vocación de seguir estudiando”, por lo que es ahí que mediante estas becas “se les ofrece la oportunidad de ir a los colegios que ellos decidan”.

“Ahí es donde nos incorporamos nosotros para que ellos puedan ir al colegio que quieran. La idea nuestra es acompañarlos económicamente y en todos los materiales que les hagan falta”, apuntó Domínguez.

“A su vez, tenemos un equipo de voluntarios en todas las materias para que los chicos cuando están con un déficit en alguna asignatura ellos pueden asistir para levantar el nivel y no perder el año, o directamente que no se lleven ninguna materia”, remarcó el voluntario.

En general, es un trabajo completo que se hace para que los chicos tengan la posibilidad y aprovechen la oportunidad de cursar sus estudios secundarios.

“Además de esto, los sábados se les hace un acompañamiento para ver la evolución y desarrollo del chico en el colegio. Es un trabajo completo el que se hace”, añadió.

También hizo hincapié en que “la mayoría de los que participamos somos todos voluntarios y estamos ahí para brindarles a los chicos la posibilidad de que estudien y vean una realidad distinta”. “Nosotros somos conscientes de que un chico que ingresa a un colegio es un chico menos que está en la calle”, reflexionó.

La búsqueda de personas que quieran sumarse al proyecto es permanente. Tanto para quienes puedan apadrinar económicamente a un niño, como también voluntarios para el acompañamiento en las materias y las tareas cotidianas. “Hay mucha gente que no acompaña económicamente, pero sí con su tiempo, que es invalorable”, dijo en ese sentido.

“Mientras más manos seamos, mejor, porque por ahí los horarios de los voluntarios no se pueden coordinar con los chicos”, planteó.

Los interesados en sumarse al proyecto pueden ingresar en Facebook a Fundación Familia Trinitaria donde se puede observar el trabajo que se está llevando adelante, o sumarse en General Paz 685. También se pueden comunicar al 4520040.