Finalmente, el 21 de mayo será el juicio por el maltrato que causó la muerte del perrito en San Francisco. La querella pedirá prisión efectiva para el peluquero Germán Gómez, único imputado
El próximo 21 de mayo será la primera audiencia oral y pública por la muerte del cachorro Chocolate. Y así lo confirmó Gretel Monserrat, abogada querellante y directora de Fundación Bio Animalis.
El perro fue despellejado en una casa de barrio La Milka, en San Francisco, y murió tras varios días de agonía, en enero de 2017. Y en ese aspecto, podría ser la primera causa de maltrato animal en el país que llega a esta instancia.
“Germán Gómez está imputado por violación a la Ley 14.346 de maltrato animal y por violación de domicilio. Es la primera vez que se llega a un debate oral y público por maltrato animal de un imputado sin otros antecedentes”, explicó Monserrat a la prensa.
Según explicó la abogada, en la mayoría de los casos los juicios se suspenden antes porque se les otorga a los acusados una probation con tareas comunitarias o donaciones a instituciones.
Gómez, único imputado en la causa, permaneció detenido 22 días en 2017 y ahora deberá enfrentar una audiencia en la que habrá testimonios de testigos y pruebas.
La elevación de la causa a juicio había sido pedida en agosto del año pasado por el fiscal Oscar Gieco.
El abogado defensor, Sergio Corón Montiel, presentó en su momento un recurso de oposición para evitar que se haga el juicio, el cual fue considerado improcedente por la jueza de control. Tras otras presentaciones, finalmente se confirmó la elevación a juicio.
La pena a la que podría enfrentarse Gómez está estipulada por la Ley 14.346, que indica un máximo de un año de prisión.
“Nunca hubo prisión efectiva, pero yo la voy a pedir”, indicó la querellante.
Chocolate fue encontrado con gran parte de su cuerpo despellejado la primera semana de enero de 2017. El peluquero vivía al lado de la casa del perro, según reveló la investigación. La hipótesis es que cuando el cachorro empezó a llorar, Gómez comenzó a cortar el césped para “ocultar con el ruido de la cortadora los gritos de dolor del animal”. Pese a los intentos de los veterinarios, las heridas no cerraron y tras una semana de agonía, murió el 10 de enero.
Fue un caso que conoció todo el país y que puso sobre la mesa el debate sobre el maltrato animal.
Así, mientras proteccionistas y miles de argentinos piden una dura pena para el peluquero, la ley es clara (y desactualizada), motivo por el cual el asesino del animal parece que no volverá tras las rejas.
