Escribe Pablo Luna Broggi

Hipólito Yrigoyen goleó 7 a 0 a Juventud River Plate de Ausonia y se quedó con el último pasaje a cuartos de final, donde enfrentará a Deportivo Argentino. Los goles los marcaron Bendazzi (3), Ferrero (2), Morre y Manzanares

Los play offs ya tenían la mayoría de los cupos cubiertos. Sólo faltaba una plaza por cubrir y los candidatos a quedarse con esa última vacante eran dos: Colón e Hipólito Yrigoyen. El “diablo de ruta 9” contaba con ventaja, ya que aún perdiendo, si los cabralenses no ganaban por goleada clasificaban igual. Sólo una catástrofe futbolística dejaría al “Rojo” sin cuartos de final y con esa tranquilidad salieron los dirigidos por Germán Vicario a jugar el último encuentro de la fase regular ante el débil Juventud River Plate de Ausonia.

Esa superioridad comenzó a plasmarse desde los primeros minutos, cuando un desborde de Joel Manzanares dejó a Matías Bendazzi en posición de definición, pero el experimentado goleador marró una clara chance de gol. El sofocante calor que reinaba en el “infierno” tiopujiense hizo mella en los jugadores locales y visitantes, y el ritmo del partido fue bajando en intensidad hasta tornarse aburrido. A los 23 minutos el juez Hugo Banegas paró el juego para que los protagonistas se refresquen y todo cambió. Esa situación fue un punto de inflexión, porque reavivó las ganas de todos los jugadores. Apenas reiniciado el juego, se produjo la apertura del marcador tras un desborde de Maximiliano Theiler que Matías Bendazzi empujó sin oposición hacia el arco defendido por Pérez. El gol del centrodelantero local alivió a todos, despejando dudas y espantando fantasmas: la clasificación ya estaba abrochada.

Para mejor, en la jugada siguiente Andrés Ferrero aumentó la diferencia tras una buena acción de Alvaro Nievas. Además, el conjunto ausoniense se quedó con uno menos por la expulsión del interminable Gonzalo Kaputensky.

A esta altura, ya todo era fiesta. El 2 a 0 ratificaba que la única vacante disponible era del último campeón. Entre “oooooles” de la parcialidad local llegó el tercero: Piovano se la tocó a Bianchi, el cinco tomó el balón y abrió el panorama hacia la izquierda con Morre, el capitán se la devolvió a Bianchi mientras los rivales la veían pasar con demasiado nerviosismo. En tres cuartos de cancha, el habilidoso mediocampista de Yrigoyen habilitó de manera magistral a Matías Bendazzi que con mucha técnica eludió al arquero millonario para decretar el 3 a 0 y hacer delirar a los hinchas locales.

Todo era alegría en el reducto del rojo, las noticias que llegaban decían que Colón perdía y en Tío Pujio los dirigidos por Germán Vicario goleaban sin problemas. Juventud estaba cansado, fastidioso y jugando sin motivación. Para peor, antes de finalizar el primer tiempo Maxi Theiler desbordó, Bendazzi no pudo marcar, pero por detrás entró Lucas Morre para poner el 4 a 0.

El entretiempo sólo sirvió para descansar, porque de estrategia ni se habló. Ya estaba todo dicho, no había nada por mejorar, nada iba a cambiar. Y el complemento dio la razón: apenas iban 7 minutos, cuando el histórico Matías Bendazzi anotó su hat-trick tras un centro de Andrés Ferrero. El mismo lateral derecho, devenido en volante, minutos después continuó humillando a su rival cuando dejó desparramado a Bernardo Pérez y anotó el sexto sin problemas.

Iban recién 11 minutos del segundo tiempo y se temían muchos goles más. Yrigoyen estaba jugando demasiado bien, con un mediocampo que manejaba el balón criteriosamente, una defensa firme y delanteros intratables abastecidos constantemente por laterales incansables. Juventud quería que el partido y el campeonato terminaran cuanto antes, pero antes debió sufrir una puñalada más: a los 30 minutos, Alvaro Nievas remató, el arquero no pudo contener el disparo y Joel Manzanares puso el definitivo 7 a 0. Yrigoyen ganó, gustó y goleó. Ahora deberá enfrentar al temible Deportivo Argentino, pero ya avisó que se despertó el campeón.

La figura

Matías Bendazzi Sin dudas fue la gran figura de la jornada al marcar un hat-trick. Sin embargo, también hay que destacar la gran actuación de Theiler y de Ferrero, quien además anotó un par de goles.

El árbitro

Hugo Banegas Dirigió bien, sin complicaciones. Quizás es discutible la expulsión de Kaputensky, pero la falta existió.