Definiciones del presidente Pablo Villano en diálogo con EL DIARIO Rural

La Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) evaluó la situación actual y resolvió, entre otras cosas, “ir con todo al mercado a posicionar el queso cremoso no por debajo de los 100 pesos y fijarle al queso barra un piso de 130 pesos”

En horas previas a la estampida del dólar, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) reunió en Villa María casi a la totalidad de sus máximos exponentes para analizar el escenario actual, con un ojo puesto en la preocupante situación en la que se encuentra el tambero y el otro en la mano que pone sus productos en la góndola y remarca de manera tal que saca ventaja sobre el resto de la cadena.

“Salimos convencidos de que tenemos que ir con todo al mercado a posicionar el queso cremoso no por debajo de los 100 pesos y fijarle al queso barra un piso de 130 pesos, porque de otra manera no vamos a poder acompañar al tambero”, comentó Pablo Villano, presidente de la Asociación, al término del cónclave.

Villano estimó  que con esos precios “puede haber una disminución, pero la mayor parte de lo que se está vendiendo se va a vender igual”.

“Nos llevan puestos…”

“Tenemos que hacer como el resto de los fabricantes; como los de fiambres, por ejemplo. Los frigoríficos salen con un 10% de aumento, con un 20%, con un 30%… y lo imponen”, explicó.

El presidente de Apymel lo tiene absolutamente claro: “Tenemos que tener esa firme decisión de fijar los precios que necesitamos, porque si no, nos llevan puestos”.

Señaló que “a lo que no se venda (en el mercado interno) tendremos que exportarlo”.

En tal sentido explicó que “no es bueno lo que está pasando en Brasil, que está devaluando; ese es un problema; pero hay que mirar hacia Argelia, Filipinas, Guinea Ecuatorial…, países que tal vez nos suenen raro, pero algunos de los cuales produce petróleo, que se ha revaluado y eso les cambió los números”.

Con el presidente

Consultado por el encuentro que mantuvo semanas atrás junto a representantes de otros sectores productivos con el presidente Mauricio Macri, Villano dijo haberse sentido “como sapo de otro pozo” y que en determinado momento “no entendía a qué va cierta dirigencia a hablar con el presidente”.

“Yo le dije lo que pensaba. Que el mercado se está deprimiendo, que hay que agilizar y desburocratizar los mecanismos para la exportación, que estamos en desventaja respecto de Australia, de Uruguay, de todos los que compiten con nosotros. Y delante del presidente le pedí al titular del Banco Nación más cupo para cambio de nuestros cheques, a lo que me respondió que el Banco Central le daba un encaje de 10 mil millones para los productores de todo el país. Imaginate, vas con 4 millones y te cambian uno, entonces terminás en un mercado paralelo y pagás tasas como del 100%”, manifestó.

Y dijo además que le explicó a Macri que “el estado, como comprador, no está pagando”.

“Entonces el presidente preguntó cuánto debían al sector lácteo y le dijeron que 290 millones, a lo que prometió agilizar las cosas”, apuntó Villano.

El dirigente hablaba antes de la última estampida de la moneda estadounidense hasta los 40 pesos, y decía: “Con el dólar desmadrado, no hay análisis que se pueda hacer, pero nos dimos ánimo para seguir trabajando.