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Condena unificada para un albañil cabralense con grave antecedente

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Condena unificada para un albañil cabralense con grave antecedente

Fue declarado culpable de “lesiones leves” y “desobediencia a la autoridad”

Se trata de Miguel “Gringo” Suárez, quien recibió una pena única de dos años y 10 meses de prisión. Ocurre que estaba debiendo parte de una sanción aplicada en junio de 2009, cuando le impusieron 10 años y ocho meses de cárcel por un “homicidio agravado”

Un albañil y pintor oriundo de Arroyo Cabral fue condenado ayer por hechos de violencia familiar, pero como estaba adeudando parte de una dura sanción impuesta a mediados de 2009 por el asesinato de un vecino de aquella localidad, la Justicia local tuvo que unificar ambas sanciones y le aplicó una única pena de dos años y 10 meses de prisión, con declaración de reincidencia.

Miguel Ezequiel Suárez (34), alias “Gringo”, fue declarado autor responsable de “lesiones leves” y “desobediencia a la autoridad”, delitos por los que recibió una condena de dos meses de cárcel, que se sumaron a los dos años y ocho meses que estaba debiendo de aquella sentencia también dictada en la Cámara del Crimen local.

En efecto, este convicto reincidente obtuvo la “libertad condicional” a fines de febrero de 2016, luego de cumplir siete años, un mes y 10 días, es decir las dos terceras partes de la sanción aplicada el 29 de junio de 2009 tras ser hallado culpable de “homicidio agravado por uso de arma de fuego” en relación a un crimen perpetrado el 10 de enero de ese año.

En julio pasado, es decir un año y cinco meses después de salir de la cárcel, Suárez volvió a ser detenido a raíz de una pelea mantenida con su medio hermano Jorge Nicora, y por incumplir una orden de restricción judicial que le impedía mantener cualquier tipo de contacto con una mujer con la que tuvo un hijo.

Por tratarse de un procesado con antecedentes, la Justicia ordenó su detención y en esa condición llegó a la audiencia de debate de la víspera, en la cual se le impusieron dos meses de prisión por las lesiones ocasionadas a Nicora y por violar aquella restricción de acercamiento.

Al ser declarado reincidente, el juez Félix Martínez tuvo que unificar los dos meses de sanción aplicados ayer por esos nuevos delitos, con los dos años y ocho meses que habían quedado pendientes de aquella condena de 10 años y ocho meses de 2009.

Ante este nuevo panorama, Suárez deberá cumplir íntegramente la pena unificada, aunque con buena conducta y una pericia psicológica favorable podría ser beneficiado con la “libertad asistida”, un instituto legal que permite la excarcelación seis meses antes del cumplimiento total de la condena.

Si prospera esa instancia, el albañil saldrá de la cárcel en noviembre de 2019, es decir cuando complete dos años y cuatro meses tras las rejas.

Cabe señalar que, además del juez Martínez, participaron del debate el fiscal Francisco Márquez y la defensora oficial Silvina Muñoz.

 

Hace nueve años…

El nombre del “Gringo” Suárez se hizo públicamente conocido a comienzos de 2009, luego de cometer un asesinato en un descampado cabralense, donde le asestó tres balazos a otro vecino luego de mantener una discusión por una deuda económica.

Al caer la tarde del sábado 10 de enero de aquel año, en un terreno conocido como “Harinera Danna”, Suárez y otros vecinos se encontraban jugando a las bochas.

En un determinado momento se produjo una discusión entre un muchacho de 17 años, hijo de Erasmo José Morelli (45), y Suárez a raíz de una deuda de 400 pesos que éste mantenía con el adolescente. Instantes después se sumaron a la disputa verbal el ya mencionado Jorge Nicora y Morelli padre.

Hubo insultos y algunos forcejeos. Luego, Suárez se subió a una moto Kawasaki Ninja de alta cilindrada y se retiró del lugar, aunque regresó pocos minutos después con una carabina calibre 22.

Sentado sobre el rodado, el agresor disparó varias veces hacia donde se encontraba el hombre con el que había discutido; luego se bajó, se arrodilló y volvió a disparar cinco o seis balazos más, para luego alejarse a toda velocidad.

En total fueron 11 los balazos, tres de los cuales alcanzaron a Morelli: uno en la región abdominal, otro en zona inguinal y tercero  ingresó por la espalda y le perforó el páncreas.

Malherido, fue trasladado de urgencia al Hospital Regional Pasteur, donde permaneció internado en grave estado, y murió cuatro días después.

Suárez estuvo prófugo, pero se entregó a la Policía el 13 de enero, cuando la víctima todavía se encontraba con vida.

 

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