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Convivencia entre gatos

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Convivencia entre gatos

En ocasiones, cuando más de un gato vive bajo el mismo techo, pueden surgir conflictos en la convivencia, según remarcó la organización Human Dog. A diferencia de los perros, los gatos no son animales gregarios, es decir, no necesitan formar parte de un grupo para sobrevivir, ya que son cazadores solitarios que no comparten sus presas.

Por otro lado, la importancia del territorio tiene más peso en los gatos que en los perros. El factor más determinante en cuanto al tamaño del territorio del gato va a ser la disponibilidad de comida, es decir, a menor cantidad de alimento, mayor tamaño del territorio y, por tanto, menor tolerancia a la presencia de otros gatos en la cercanía.

En nuestros hogares la comida no es un factor limitante, por tanto, el territorio de cada gato será de menor tamaño y la aceptación de otro gato más probable. Sin embargo, debemos tener en cuenta otros factores para maximizar la probabilidad de una buena convivencia.

El tamaño del territorio de los machos es mayor que el de las hembras. A su vez, varias hembras solapan parte de sus territorios con el de un macho. Por ello, si decidimos tener varios gatos en nuestro hogar, la opción más deseable será la de un macho y una o varias hembras (todos esterilizados) a fin de minimizar en lo posible la aparición de conflictos.

Es muy importante destacar que en los gatos el territorio se organiza en las tres dimensiones, es decir, también en altura, por ello, facilitar a nuestros gatos lugares para subirse ayudará a que estos tengan una mayor sensación de amplitud y libertad de movimientos.

Otro factor que ayudará a que nuestros gatos tengan una mayor sensación de seguridad en nuestros hogares, es la disponibilidad de lugares para ocultarse, como cajas de madera o cartón, que permitirán minimizar el riesgo de conflicto y permitirán que el individuo más tímido pueda refugiarse si lo desea.

En cuanto a los areneros, siempre han de tener uno más que el número de gatos que convivan, colocados en estancias de la casa diferentes.

El comienzo de la convivencia ha de ser paulatino, ya que el objetivo es la habituación de ambos gatos a la presencia del otro, hecho que requiere tiempo.

Presentarlos de forma súbita aumenta la probabilidad, como mínimo, de una mala adaptación y sin duda de enfrentamiento, por tanto, no los juntaremos por completo hasta pasados varios días.

No olvidemos que cuando sólo uno de los gatos sale de casa, por ejemplo, para visitar al veterinario, es muy recomendable hacer nuevamente una reintroducción paulatina, ya que muchas veces el que ha salido de la casa es rechazado a su vuelta por el gato que no lo ha hecho.

Fuente: laprovincia.es

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