Noelia Banegas vive en una “platea”, es decir, un espacio con cuatro paredes y sin techo. Está con sus tres hijos y asegura haberse anotado en el municipio para recibir una vivienda en 2002

Noelia Banegas hace del año 2002 que está anotada en las listas que tiene el municipio de personas con necesidad de una vivienda.

Hoy, junto a sus tres hijos (la mayor tiene 14 años) están viviendo en una platea, que es un terreno donde se levantaron cuatro paredes, sin techo.

Llegó a EL DIARIO a pedir ayuda. Contó que por distintos problemas familiares no pudo seguir viviendo en casa de su madre como lo venía haciendo y acudió a la Municipalidad.

“Me ayudaron a alquilar una casa, pagándome el primer mes, pero al poco tiempo sufrimos un desalojo porque el dueño quiso desocupar los departamentos”, recordó.

Así fue como encontró “una platea en el barrio Eva Perón a la que le puse un nylon” y “volví a ir a la Municipalidad”. “Las chicas de Inclusión Social me ayudaron mucho, me dieron para hacer alfajores, mercadería… estoy agradecida de eso, pero el problema es que yo necesito un techo”, manifestó y agregó: “Yo soy sola con tres hijos. Mi hija de 14 años está embarazada, ella y yo somos asmáticas”, explicó Noelia.

“Fui a hablar con Nora Bedano, le comenté de mi situación, y me dijo que la Municipalidad no tenía la llave para abrir la puerta de todos los problemas. Le dije que iba a venir a EL DIARIO y me dijo que haga lo que tenga que hacer”, aseguró la joven.

“Hace de 2002 que estoy anotada para una vivienda y cada vez que voy me pasan de un libro al otro. Me dicen que ya me anotaron en la parte de urgencia, que ya me subrayaron, que me pusieron en rojo, pero nunca una solución”, contó y agregó que “esa platea que ocupo seguro está adjudicada a alguien, pero por ahora nadie se presentó”.

La mujer dijo que “me gustaría que me ayudaran a terminar esa platea” y contó que hoy “tengo urgencia por la lluvia”. Es que, cada vez que llueve, “se me moja todo”. “El baño tiene losa entonces cuando llueve nos metemos en el baño. Todo lo otro está a la intemperie”, reveló.

Describió la situación como “desesperante”. En cuanto a su actividad laboral, sostuvo que “estaba cuidando enfermos en las clínicas donde me llamaban pero yo ahora no puedo dejar a mis hijos en una obra”. Por eso es que se las rebusca como puede: “Estoy haciendo alfajores con los módulos que me da la Municipalidad y salgo a venderlos.

Cuando se le solicitó un número de teléfono al cual poder contactarse aquellos que deseen ayudarla, dijo que “no tengo celular, no tengo nada”. “Me pueden encontrar en esa platea, es la única que no está terminada en el barrio”, afirmó al no poder especificar la calle donde está ubicada.