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Deuda externa argentina: el año 2001 y la primera era K

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Deuda externa argentina: el año 2001 y la primera era K

De la Rúa, Alvarez, Cavallo y el “megacanje”. La promesa de Duhalde. La llegada de Néstor Kirchner

Tapa de Página/12 del 21 de Diciembre de 2001. Los medios reflejaron la histórica jornada

Escribe: Alfredo Koncurat

ESPECIAL PARA EL DIARIO

Una vez finalizado el período de privatizaciones se cortó la entrada de capitales que financiaban el déficit de la balanza de pagos, lo cual hizo que para mantener la Convertibilidad el Estado Argentino haya optado por recurrir al endeudamiento externo en forma continua y a tasas de interés cada vez más elevadas (a medida que los indicadores del endeudamiento iban empeorando). A fines de siglo, los mercados financieros y posteriormente los Organismos Multilaterales de Crédito, visualizadas la dificultades concretas para sostener el esquema de capital externo dependiente, decidieron dejar de prestar precipitando la explosión económica en el año 2001.

Asimismo cabe destacar dos puntos notables sobre la evolución de la deuda en esta década. Por un lado la transformación de la mayor parte de la deuda pública interna en externa, al dolarizar sus obligaciones.

Por otro lado, la modificación en la composición del endeudamiento externo, en donde la deuda externa del sector privado creció más rápidamente aumentando su participación relativa.

Este auge del endeudamiento externo privado fue influenciado por el proceso de privatizaciones, ya que las empresas que se hicieron cargo de los entes estatales financiaron tanto parte de su capital de trabajo como futuras adquisiciones.

Al finalizar el Gobierno justicialista, el régimen de convertibilidad estaba agotado ya que no había posibilidad de continuar financiándose con crédito externo, las ascendentes expectativas de devaluación propició nuevamente un fenómeno ya conocido: la fuga de capitales. Para entonces el monto de la deuda externa ascendía a 145.289 millones de dólares.

La pesada carga sobre el futuro ejecutivo fue determinante; a pesar de haber obtenido el 48,5% de los votos la “Alianza” con De la Rúa y Alvarez a la cabeza no tuvo la fuerza necesaria para revertir la situación, y casi un año después con el advenimiento de una profunda crisis, Alvarez renunciaba a la vicepresidencia para dejar caer en picada a un gobierno acéfalo. En diciembre de 2000 el Gobierno logra un acuerdo con organismos internacionales para refinanciarse: “El denominado ‘blindaje’ ofrecía casi 40.000 millones de dólares que terminaron rápidamente fugándose al exterior”.

El deterioro institucional de entonces no permitía al Gobierno la opción del financiamiento voluntario; con abultadas obligaciones de pagos que cubrir, Cavallo renegoció la deuda externa con el famoso “megacanje”.

El 20 de diciembre de 2001 el presidente De la Rúa renuncia a su cargo en medio de colosales disturbios en Plaza de Mayo. La deuda externa escalaba a 140.242 millones de dólares.

Tres días más tarde, en su discurso de asunción luego de ser designado presidenteRodríguez Saá anunció la interrupción del pago de la deuda. Tras su renuncia, el año 2002 nos encontró gobernados paradójicamente por el perdedor de las anteriores elecciones presidenciales.

Duhalde asumió la Presidencia provisional y además de prometer devolver los ahorros en la misma moneda en que habían sido depositados, anunció que la cesación de pagos incluiría solo a la deuda en bonos no canjeados.

La caótica salida de la convertibilidad cobró cara su transición: el país pasó por la peor crisis económica de su historia, y al terminar Duhalde su mandato, la deuda externa era de 178.000 millones de dólares.

 

La era kirchnerista

Kirchner asume en mayo de 2003, recién en septiembre de ese año se logra cerrar un acuerdo de tres años con el FMI a cambio de que la Argentina pagara los intereses de esa deuda, el organismo se comprometió a refinanciar los vencimientos de capital hasta agosto de 2006.

Tras frustradas negociaciones, el 25 de febrero de 2005, la Argentina con Lavagna como ministro de Economía y Kirchner como presidente logran cerrar uno de los capítulos más complejos de su reciente historia económica al ponerle fin al default. Por el canje, la deuda que en junio de 2004 estaba en los 181.000 millones bajaría a 141.000 millones de dólares. Sin embargo, al igual que lo acontecido con el Plan Brady, el Gobierno termina pagando un precio superior a lo que los bonos tenían en el mercado. Del total de la deuda, aproximadamente el 80% (115.000 millones de dólares) quedaría regularizada, mientras subsistiría una deuda con el Club de París y varios países a renegociar, así como acreedores por unos 20.000 millones de dólares que no ingresaron al canje y que aún hoy siguen apostando a cobrar más al insistir con sus reclamos ante los Tribunales del exterior.

Tras el canje, la nueva deuda tiene sus vencimientos más repartidos en el tiempo (hasta 2046), y colocada en una proporción mayor en pesos y a menores tasas de interés.

A finales del año 2005 siguiendo a su vecino Brasil, el Gobierno anuncia el pago total de la deuda con el FMI, maniobra política con el fin de desvincularse de los organismos internacionales que restringen y condicionan la política económica nacional. Aunque parezca increíble el pago sería abonado con “reservas de libre disponibilidad” del BCRA: “la ministra de Economía, Felisa Miceli, y el titular del Banco Central, Martín Redrado, aclararon que esa categoría de reservas -que aún no existe- será creada a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia”. Por entonces, a fines de 2005, la deuda asciende a 120.000 millones de dólares.

 

El peso de la deuda: La envergadura del volumen de la deuda rebasó el vaso, y la caótica salida de la convertibilidad ocasionó sin dudas la peor crisis económica y social de la historia del país, con el lamentable y terrible saldo de 39 compatriotas muertos en la represión desmedida a fines de 2001.

 

En cada entrega, el siguiente trabajo pretende realizar un análisis histórico descriptivo de la deuda externa argentina, y como está condicionado las posibilidades de desarrollo de nuestro país. Describiendo brevemente los antecedentes históricos del proceso de endeudamiento nacional, y analizando cómo ha afectado este proceso, por lo cual se describe las profundas consecuencias que siguen impactando en la realidad del país.

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