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Día del Martillero y corredor Público

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Día del Martillero y corredor Público

El 11 de octubre se celebra en nuestro país el Día del Martillero Público y Corredor Inmobiliario, en homenaje a todos los trabajadores y trabajadoras del rubro.

La fecha fue elegida porque un día como hoy, pero de 1943, en la ciudad bonaerense de Tandil se llevó a cabo la asamblea constitutiva de pioneros y forjadores de la profesión en la que se consolidó la idea de crear una asociación, federación o colegio de martilleros y corredores.

Finalmente, el 22 de diciembre de 1945 se estableció que el 11 de octubre sería el Día del Martillero Público.

Desde agosto de 1986, la Federación Argentina de Entidades de Martilleros y Corredores Inmobiliarios (Faemci) declaró que, en paralelo, se festeje el Día del Corredor Inmobiliario, celebración que en nuestra provincia se lleva a cabo el 23 de octubre, debido a que ese día, pero del año 1967, se conformó la Cámara Inmobiliaria de Córdoba.

 

 

Juan Carlos Scaglia habló sobre la actividad que lo tiene como uno de los principales referentes
Juan Carlos Scaglia habló sobre la actividad que lo tiene como uno de los principales referentes

“Para dedicarse a esta actividad hay que ser honestos y transparentes”

Juan Carlos Scaglia lidera una firma que se dedica a los remates de hacienda. Con casi medio siglo de trayectoria, analiza la profesión desde su perspectiva

 

Juan Carlos Scaglia es, sin lugar a dudas, un interlocutor válido para referirse a la actividad que desempeñan martilleros y corredores públicos.

Con casi medio siglo de trayectoria integrando la firma que se dedica al remate de hacienda, Scaglia dialogó con EL DIARIO acerca de la tarea que realiza cotidianamente.

«Puede que se me considere uno de los referentes de la actividad, ya que me he desempeñado muchos años en la misma», expresó el consultado por este matutino.

«El que abraza esta profesión lo hace con mucho entusiasmo y te tiene que gustar, ya que, como todas las cosas, tiene sus aspectos buenos y a veces las ingratitudes», indicó.

«Hace 45 años que estoy como martillero, precisamente desde la época en que no éramos colegiados. Después salió una ley que le otorgó un nivel universitario, englobando a los martilleros y a los corredores», también manifestó.

«Lo fundamental que ha existido desde los primeros tiempos hasta ahora es que el martillero tiene que saber lo que está vendiendo, tiene que conocer en profundidad lo más que pueda y nunca termina de aprender», sostuvo.

«En el caso nuestro, los remates son muy ágiles, no son como los remates judiciales porque uno tiene que agilizar las ventas, si no, no le alcanza el tiempo», apuntó.

«Vale aclarar que nuestra firma es consignataria de hacienda y comenzó a operar en los años 50. Yo inicié mi actividad en la empresa, como empleado, en el año 1960», advirtió.

«A los jóvenes y a todos aquellos que les interese dedicarse a esta actividad, les diría que lo hagan con mucho cariño, poniendo todas las pilas y, sobre todo, que mantengan la honestidad», señaló el reporteado.

Respecto a la nueva legislación incluida en el Código Civil, Scaglia expresó que los cambios no afectarían a la actividad en los remates de hacienda.

«No conozco lo que sucede en otros rubros, pero no creo que haya habido modificaciones», precisó. «Lo nuestro siempre es la oferta al mejor postor y eso no ha cambiado nunca ni va a cambiar», acotó.

«Los martilleros tenemos una relación muy especial con la gente, estamos toda la semana comprando y vendiendo, los compradores están todos los días por acá. Para los vendedores es fundamental la transparencia en el negocio», describió el experimentado profesional.

«Creo que los martilleros tienen que tener virtudes éticas destacadas para garantizar la mejor relación con los que asisten al evento de compraventa», consideró.

«A nosotros, los martilleros, nos llegan las cosas sin precio fijo y en virtud de la oferta y de la demanda, el martillero tiene que tratar de sacar lo mejor posible para el vendedor; por su parte, el comprador se defiende solo, indudablemente», aclaró, antes de concluir que: «El martillero, en definitiva, está en el medio de la negociación cumpliendo una función más que importante».

 

Los profesionales que “manejan el martillo”

 

La expresión martillero viene de quien “maneja el martillo” y se asociaba a las ventas de cosas en público, donde los interesados pujaban, adjudicando el vendedor, mediante un golpe de martillo, la compra al último oferente, como ocurre hasta nuestros días. A quienes ejercían esta profesión, se les llamó también “subastadores”.

Las profesiones de martillero y corredor público están reglamentadas por la Ley Nacional Nº 20.266, del año 1973, pero su origen se remonta a siglos atrás.

“Los fenicios fueron los primeros mercaderes. La profesión surge luego del trueque, es decir, cuando aparecieron las primeras monedas, antes de la era cristiana. Esto trae aparejada una cierta dificultad porque no se sabía determinar el valor de las cosas.

Entonces, en un lugar amplio se exponían los objetos o productos cuyo valor lo determinaba quien más dinero ofrecía. El Código de Amurabis contemplaba la intermediación para las operaciones. Ambas son profesiones milenarias”.

 

Estudiar para llegar a ser profesional

 

El martillero público es la persona autorizada por la ley para vender tierras o bienes muebles de otras personas en una subasta. No puede comprar y sólo vende en los remates

 

Las grandes subastas necesitan de grandes profesionales, formados académicamente
Las grandes subastas necesitan de grandes profesionales, formados académicamente

La palabra subastador para muchas personas evoca la imagen de un hombre de campo que posee una­­ forma rápida de hablar y que fácilmente te puede convencer para comprar una oferta de un vaso de agua helada en pleno invierno.

En cambio, esta parte del intento de compra, aunque es la parte más memorable del trabajo de un subastador, es sólo una mínima parte del trabajo que hacen los subastadores.

De hecho, la mayor parte de la obra de una casa de subastas se realiza antes de que llegue el día de la venta real.

Los subastadores gastan una gran cantidad de tiempo para encontrar clientes y construir relaciones, la apreciación de los artículos que se venden, estudiar el mercado y determinar la mejor manera de hacer publicidad de una venta para la máxima participación.

Esto así, si se está buscando una oportunidad de empleo no convencional, el de martillero público puede ser ideal.

 

¿A qué tipo de personas les puede interesar esta carrera?

Para ser martillero público es aconsejable que tenga gusto por las ventas, que le interese saber de marketing, que tenga capacidad de expresarse de manera oral y escrita, que tenga capacidad de hablar en público, que le interese conocer el mercado -sobre todo, el nacional-, que tenga facilidad de palabra, que sea una persona honesta y honrada, así como una persona extrovertida, dado al tipo de trabajo que los martilleros públicos realizan.

Un buen subastador es, a la vez, un vendedor y un artista, capaz de captar la atención de la gente y mantenerla durante varias horas.

Un gran sentido del humor ayuda, ya que pone al mismo tiempo a la multitud en la facilidad y los mantiene energizados y centrados en la venta.

La personalidad también es importante para la construcción de un seguimiento, un subastador que pone un gran espectáculo tiene más probabilidades de atraer a grandes multitudes en la próxima venta.

Para este tipo de trabajo, es importante estar cómodo siendo el centro de atención, por lo que la propia confianza, buenas habilidades verbales y una voz fuerte son cualidades que un martillero público debería tener.

 

¿Qué tipo de trabajo hace alguien que ha estudiado para ser martillero público? ¿Qué alcance tiene la carrera?

Un martillero público es el presidente de las ventas de subasta pública y tasa, evalúa y realiza peritajes de todo tipo de bienes de tráfico lícito que son realizados por una orden judicial, ya sea de particulares o de entes oficiales.

Un martillero público suele intervenir en todas las subastas públicas e intermediaciones de la venta tanto de los bienes muebles como inmuebles, participando en la promoción, asesoría y ayuda de los contratos de alquiler y compraventa de inmuebles.

 

Lo que puede realizar un martillero

A continuación, se muestra una lista -no es necesariamente exhaustiva- del tipo de cosas que puede realizar un subastador:

-Valorar y marcar los lotes para garantizar un precio justo y para asegurarse de que la casa de subastas está vendiendo cosas que valen su tiempo.

-La organización de los empleados, micrófonos y creación de cualquier otra cosa que se necesite en la sala de subasta para una venta sin problemas.

-La gestión y realización de la subasta, explicando los lotes y luego, tomar las ofertas y la adjudicación del ganador una vez que se conozca.

-El cálculo de la comisión sobre las piezas vendidas y llenar el papeleo para ello.

-Ayudar a preparar los folletos y/o catálogos y ayudar con el marketing y la publicidad de las subastas.

-Verificar la nueva legislación y estar bien informado constantemente.

-Un subastador suele pasar la mayor parte de su vida trabajando en las salas de subastas o bien en las oficinas de valoración de piezas. En otras ocasiones, puede ser necesario salir a visitar otros negocios o casas de las personas para evaluar o tasar lo que se vaya a vender.

 

¿Cuáles son las tareas de un martillero público?¿Por qué estudiar martillero público?

-Porque le atraen los remates.

-Porque le interesa el ámbito del mercado inmobiliario.

-Porque le gusta administrar.

-Porque siente un gran interés por las ramas del Derecho que abarca esa carrera.

-Porque quiere una profesión con diferentes matices de aplicación en vez de un campo de acción restringido.

-Porque le despiertan el mismo interés los negocios y los números.

-Porque quiere una carrera corta que le brinde un título que lo relacione con los negocios.

-Porque busca una profesión en que la competencia sea “leal”, es decir, en la cual tenga que competir sólo con profesionales igual que usted.

-Porque le gustaría fundar una inmobiliaria y quiere tener las herramientas serias para poder hacerlo con responsabilidad.

En resumen, el martillero público es la persona encargada de realizar los remates de distintos tipos de bienes, sean muebles o inmuebles, que por distintas razones, se encuentran en esa situación.

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