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El adiós a Baby Cárcano: una aristócrata con una vida sencilla

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El adiós a Baby Cárcano: una aristócrata con una vida sencilla

Fue vizcondesa por haber contraído matrimonio con William Ward, conde de Dudley. La llamaron “el amor argentino” de John Kennedy, ya que el estadounidense insistió con tener un romance con la dama. Vivió 102 años y parte de su servidumbre en la estancia de Cárcano (el pueblo que lleva el nombre de su abuelo) era personal villamariense

Baby Cárcano (derecha) junto a su hija Rose, en la misa realizada en marzo de 2016 por las Fiestas Patronales en el pueblo homónimo. Ahí mismo, hoy habrá un oficio religioso previo al sepelio, que será a las 17

La familia Cárcano ha sido protagonista tanto de sucesos trascendentes para la Nación como cuando Ramón José firmó el ingreso de Argentina a la ONU, como de cuestiones pintorescas -el mismo instauró el uniforme a los repartidores del Correo Argentino- pero lo cierto es que gran parte de las historias de esta familia de la aristocracia se relacionan con la vida institucional del país.

El lunes por la mañana falleció Stella Ana Inés Rosa Carolina Cárcano, hija de Miguel Angel y nieta de Ramón (exgobernador de Córdoba y esposo de Ana Zumarán). Con solo nombrarlos se asume que tuvieron gran influencia en el desarrollo de la región, luego que el ferrocarril atravesara sus tierras por el año 1866.

Stella, que era apodada “Baby”, nació en 1915 y con sus 102 años repartía su vida entre una mansión en Capital Federal y la estancia que se ubica a poco más de 10 kilómetros de Villa María, en el pueblo que lleva el nombre de su abuelo.

A pesar de pertenecer a una de las dinastías de terratenientes con contacto permanente con las monarquías europeas, Baby fue una mujer sencilla, lúcida en su vejez y predispuesta a contar sus andanzas como, por ejemplo, cuando conoció a John Kennedy pero le negó un romance (ver recuadro).

Sí, hasta con el expresidente de los Estados Unidos estuvo Stella Cárcano, aunque el hombre no ostentaba ese título en el momento que se encontraron (1939). Si bien Baby y su entorno no fueron “inaccesibles” -por así llamarlo- reinó cierto hermetismo ante la prensa, como suele suceder en familias de esta clase social.

Es por eso que a la hora de reconstruir su vida cobran importancia los testimonios de personas que vivieron su cotidianeidad o estaban al tanto de las visitas que la mujer hacía al pueblo de Cárcano, en donde descansaba en el casco de la Estancia.

En las páginas de este diario, el periodista Iván Wielikosielek entrevistó en 2014 a Norma Gómez, histórica almacenera de la única proveeduría de la zona -al menos en ese año- que genuinamente describió a Stella: “Esta muy bien y lúcida. Cuando la agarrás con ganas de hablar te cuenta un montón de historias de los tiempos de su abuelo o cuando vino a visitarla Kennedy, que estaba metejoneado con ella. A este, por ejemplo, la señora lo quiere muchísimo… -Y Norma acaricia la cabeza de su nieto Elio”.

En Cárcano, las Fiestas Patronales coinciden con el aniversario de la capilla Ana María, una iglesia de estilo gótico que Ramón levantó en memoria de su esposa, Ana Zumarán.

En marzo del año pasado Baby volvió a hacer una aparición pública al asistir a la misa que se dio en el marco de las festividades y fue allí donde pudo ser fotografiada por EL DIARIO por última vez.

En esa oportunidad se la vio portando un “simple vestido floreado”, según describió el propio Wielikosielek, sin ostentar desde la indumentaria toda su riqueza.

Estuvo acompañada de Rose, una de sus hijas que vino a la comuna especialmente para participar de las Patronales.

 

Stella Ana Inés Rosa Carolina Cárcano había nacido en 1915. Vivió 102 años

Parte de su vida

Stella Ana Inés Rosa Carolina Cárcano, nombre original de “Baby”, nació en 1915 y a los 31 años contrajo matrimonio con el inglés William Ward, cuarto conde de Dudley.

Esta relación le dio el título de vizcondesa y le abrió la puerta a relaciones de amistad con grandes figuras de la aristocracia europea, incluso con ciertas monarquías.

De hecho, uno de los mitos que giran en torno a Stella cuenta que la mismísima Isabell II le obsequió dos dientes de oro a la mujer que hoy será sepultada a las 17 en Ramón J. Cárcano.

Este matrimonio se disolvería al poco tiempo, pero dio tres hijos: William y las mellizas Rosemary (Rose) y Anne Marie.

Hija de Miguel Angel Cárcano y de Stella María Carlota Morra Victorica, Baby era además nieta de Ramón J. Cárcano y parte de una estirpe terrateniente con fuerte influencia en la clase política.

 

Asistentes locales

Tanto el mayordomo como el cocinero que tuvo Stella Cárcano hasta el día de su muerte son de Villa María.

Este diario pudo saber que trabajaban con suma comodidad asistiendo a la mujer de 102 años, tanto en su mansión de Buenos Aires como en la estancia cercana a nuestra ciudad.

El historiador Ruben Rüedi, recordó que hace unos años asistieron con la junta de Historia municipal a tomar el té a la estancia. “Estaba muy lúcida por ser una nonagenaria”, destacó Rüedi y contó que estaba “pulcramente uniformada”.

 

Una relación trunca con John F. Kennedy

Entre las historias que Stella “Baby” Cárcano se lleva a su tumba se encuentra la del trunco romance con John F. Kennedy, quien luego sería el presidente de los Estados Unidos, pero al momento de conocer a la nieta de Cárcano (1939) apenas era el hijo del embajador de ese país en Londres (foto).

Miguel Cárcano, su padre, era embajador argentino en París y junto al padre de Kennedy fueron invitados a la ceremonia de asunción del Papa Pío XII, lo que luego derivó en una gran fiesta en un palacio de la zona.

“La fiesta parecía un sueño. De repente se acercó una americana a preguntarle a mi padre si podía presentarme a un joven de su país. Papá le dijo que sí. Al rato apareció John. Tenía un jopo rubio gigante y se reía todo el tiempo. ‘Soy Jack Kennedy y quiero salir a comer contigo’”.

El párrafo anterior contiene declaraciones de la misma Stella, en una nota que cedió al diario Clarín en el año 2000 y que fuera recordada en 2013 por el mismo medio.

Ante la negativa de Baby, Kennedy consiguió una amistad con su hermano, quien siempre le recordaba las intenciones que John tenía para con ella.

Sin embargo, en la misma nota Baby admitió que se siguieron viendo en París y que hasta compartieron un asado en la estancia San Miguel, cerca de Ascochinga, también propiedad de los Cárcano.

 

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