El amor que inspira

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El amor que inspira

Los poemas que nuestros vecinos les escriben a sus mascotas nos hablan del amor hacia los animales que se acumula en el corazón de los villamarienses

Ese perrito negro

Eras negro, peludo y vivaracho
Siempre te vimos solo
Nunca tuviste dueño
Correteabas alegre, libremente
Saltando arroyos y subiendo cerros
Cuando escuchabas el ruido de mi coche
Me esperabas moviendo la colita
Frente del cementerio
Y corrías, al lado de nosotros
Mirándonos y casi sonriendo
Te instalabas al frente de la casa
Tus orejas paradas alertas
Detectaban en la noche negra
Cualquier ruido y entonces
Ladrabas y ladrabas, guardián celoso
Sabías que en esos días eras nuestro
Muñeco, perrito fiel, cariñoso
Yo te miraba un día
Y vi esos ojos color de caramelo
Una chispa inteligente, casi humana
Me diste tu patita, me diste tu tibieza
Me diste compañía, mi perrito
Mi querido muñeco
Ayer, los mismos de tu raza
En su inconciencia cruel y sangrienta
Te hirieron, y te hirieron de muerte
Fue la lucha de la selva por la supervivencia
Estabas solo y ellos eran varios
Perdiste la pelea, luchamos por salvarte
Mi perrito, casi de juguete
Nos mirabas atento, sometido,
Sabiendo que tratábamos de arrebatarte de la muerte
Que aún no esperabas
Pero te fuiste apagando muy despacio
Sin quejarte siquiera
Palpé tu frágil corazón y sentí escaparse tu tibieza
Sentí tus latidos detenerse, cerrar tus ojitos de caramelo
Me di cuenta que la vida se te iba para siempre
Te lloramos, muñeco, los mayores y los niños
Te enterramos en silencio, al pie del limonero
Pero yo pienso que cuando me siento sola
En las noches de invierno
Escucharé tus latidos, cuidando mi casa
Y los niños
Mi perrito guardián y cariñoso
Nuestro amigo, muñeco
El perrito negro

Gela Bertea Faure

 

Copla a mi perro

Algo hay en sus lametones
que yo adoro como un niño,
me contagia de energía
haciéndome sentir vivo.

Así es mi perro, el único
ser al que de verdad mimo,
fieles uno para el otro,
de lunes hasta domingo.

En él yace mi confianza
por tanto que hemos vivido,
juegos, paseos sin fin,
bajo su dulce ladrido;

sin olvidarme de aquellas
tardes de tormenta y frío
cuando el mundo nuestro era,
podíamos compartirlo.

Es llegar a casa y verle
sentado, solo y sereno,
casi aburrido tras horas
de solitarios ensueños.

Mas entonces se alza firme
y con un salto tremendo
se coloca frente a mí
demostrándome su apego.

¿Hay algo más fiel y hermoso
o de mayor sentimiento
que solo porque has llegado
tener feliz a tu perro?

No existe animal tan noble,
tan dichoso y tan sincero
tan único y vigoroso,
como este perro al que quiero.

Mi compañero de viajes,
mi estandarte de emociones,
mi amigo, siempre mi amigo
en todas las ocasiones.

 

Timoteo y su amigo Juan

Cosa grave y desgraciada, se ha muerto mi amigo Juan. Sí, yo lo quise mucho, pero más me quiso él a mí. Dios lo llamó a su lado, quizás le hacía falta otro Arcángel. Nadie pronuncia en vano el nombre de mi amigo Juan. El me bañaba, íbamos de paseo, los fines de semana a los asados, hasta me buscaba novia. Aun estando muy enfermo, el venía a buscarme. Cuando se fue, yo también me fui de la casa de mi ama. Es que nadie sabe lo que es perder un amigo, como mi amigo Juan. Ahora ya me he reunido con él.

Si quiere vernos, mire al cielo todas las noches, pero sepa que las estrellas son las huellas de mi amigo Juan y las mías. Ah, cuando salimos a pasear. Fíjese bien, tienen que ser seis estrellas por vez, dos de Juan y cuatro mías. Así como en la tierra, seguimos los dos en el cielo.

Ah, disculpe. Olvidé decirle que mi amigo Juan era humano y yo era más perrito de él que de mi propia ama. ¿No se los dije? Es que acá arriba las cosas son diferentes, lo hermoso no muere, lo bello es perenne, lo bueno florece y el amor no envejece.

L.F.

 

Poema a mi gato

Mi gato, me basta con solo nombrarte
y te levantas amable para saludarme
saludándome con gesto hermoso.

Será que en tu mundo
ambos somos dueños y el único que aparezco
en tus preciosos sueños.

Me levanto para alimentarte
me levanto para darte caricias
y tú me lo agradeces
con tu bella mirada.

Eres mi mascota preferida
y yo el que te protege
de las posibles heridas.

Soy el que te alimenta
día a día para disfrutar
de tu agradable compañía.

Mariquita

 

Amo a mi gato

Mi gato, ese ser que me ofrece amor
Mi gato, ese ser que me ofrece cariño.
Mi gato, ese ser que me ofrece sentimientos.
Mi gato, ese es mi gato.
Amo a mi gato de modo indecente y solo porque mi gatome da todo lo que necesito siempre que lo necesito.

Mariquita

 

Soneto a un perro

Se escucha en la mañana tu ladrido
ansioso de jugar, y tu alegría
ya desde la primera hora del día
invita a un matutino recorrido.

Eres único, perro al que yo cuido
y me cuida. Sin ti queda vacía
mi ánima y corazón. Tu compañía
es una parte a la que estoy unido.

Por ser inseparable esta confianza,
por ser un perro fiel, alegre y neto,
te regalo este lúcido soneto

como franco homenaje a nuestra alianza,
porque mientras estés siempre conmigo
se hallará junto a mí el mejor amigo.

Mariquita

 

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