Los hijos de los dirigentes sindicales que fueron pilares de la rebelión popular, lideraron un evento donde además de recordar los hechos ocurridos en 1969, dieron su opinión sobre la actualidad y el presente del movimiento obrero

Organizado por la Fundación Atilra y el Centro de Formación Profesional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, se llevó a cabo ayer la conferencia abierta “Cordobazo: el pueblo unido”, que contó con la presencia de los hijos de los principales referentes y pilares de aquella histórica gesta: los dirigentes sindicales, Agustín Tosco, Atilio López y Elpidio Torres.

Vale destacar que el evento tuvo al periodista, docente universitario y conferencista, Mariano Saravia, como presentador y moderador.

“Venir ahora en este tiempo, junto a este gremio en particular debido a la situación que viven los trabajadores de SanCor, es algo que conmociona por dentro. Lo de hoy quizás no sea una conmemoración simplemente, sino una oportunidad para hablar de cuestiones del presente y que se trasladan clara y activamente desde el pasado tocando las fibras de la clase trabajadora y de muchos que quedan en la calle”, manifestó Héctor Tosco, hijo del recordado sindicalista del gremio de Luz y Fuerza.

“La realidad que vivimos tiene que ver con las políticas que vienen, en este caso de un gobierno que accede al poder por el voto popular, pero que ejecuta acciones que son similares a las del Gobierno de Onganía”, indicó.

“Pienso que somos una generación víctima también y hasta el presente llegan los efectos de la dictadura. La conciencia que tenía el pueblo, el de Córdoba y el del país en los años 70, no es la misma que tenemos nosotros ahora porque vivimos la consecuencia de la noche más negra y oscura de la Argentina”, también manifestó el invitado como conferencista.

“Difícilmente pueda ocurrir otro Cordobazo, pero cada lucha y situación que viven los trabajadores tiene como consecuencia un crecimiento en la conciencia de clase, donde cada uno empieza a comprender más, de hecho aquellos compañeros tenían ese grado de conciencia ya que eran hijos de luchadores, cosa que nosotros no hemos pasado tan vigorosamente”, aseveró.

Respecto a los recuerdos que tiene puntualmente de las jornadas donde se produjo la insurrección popular, Héctor señaló que a pesar de que era un niño pequeño, pudo recoger distintas impresiones que hasta hoy lo acompañan en su memoria.

“Las situaciones que son impactantes si quedan en los chicos. Yo del Cordobazo tengo imágenes de haber recorrido junto a un trabajador de FIAT, algunos puntos de la ruta 20 por donde habían pasado los trabajadores de IAME y la Escuela de Aviación, dejando en los lugares fogatas. Lo que sí destacó es que había muchos chicos”, rememoró.

“Para mi el Cordobazo es la expresión más viva de la claridad de un pueblo, más allá de los partidos y las divisiones que pueden surgir en cualquier grupo humano. Ellos entendieron que debían defender su libertad, futuro y destino, rompiendo con la represión de un gobierno dictatorial”, concluyó.

Un hecho emblemático

Por su parte, Rafael Torres, hijo de Elpidio, obrero de la empresa Industrias Kaiser Argentina y secretario general del gremio de los mecánicos SMATA, también hizo su aporte a la charla que se concretó anoche en el auditorio Antonio Sobral.

“El tema del Cordobazo es emblemático para la ciudadanía de Córdoba, el país y la región debido a la proyección internacional que tuvo. Se transformó en un hecho global debido a la forma en que se reflejó y el impacto que tuvo sobre los movimientos populares”

“A mi padre y los de los que me van a acompañar hoy, les tocó desempeñarse en una época difícil, donde las alternancias del poder democrático y pseudodemocrático con los gobiernos militares de turno, hacía que los dirigentes estuvieran permanentemente en la vanguardia, pero también con las acechanzas que significaban los allanamientos, encarcelamientos, proscripciones, tortura, apaleamiento y demás”, destacó Torres.

Al evocar estrictamente lo sucedido en las jornadas donde la revuelta tuvo lugar, Rafael apuntó como recuerdo el momento en que como familia se enteraron de la detención de su padre.

“Estábamos almorzando y vimos por televisión la noticia urgente de que habían sido detenidos, encarcelados y condenados diversas figuras, entre ellas mi papá. No recuerdo mi reacción pero si la de mi hermano que le dio un ataque de nervios, fue una cuestión emocional muy fuerte, plena de llantos y gritos”, enfatizó.

“Estamos próximos a cumplir los 50 años del Cordobazo y ya no solamente se trata de un hecho histórico, sino que los efectos han sido de carácter perdurables, de tal manera que permanentemente se renuevan las condiciones y cuáles fueron los criterios con los cuales los dirigentes de entonces encararon la unidad de acción”.

“Creo que en este momento se recuperan algunas cuestiones conceptuales del Cordobazo, a la luz del modelo social, económico y político que se está cursando en el país. Vemos en este momento un avance y una peligrosidad sobre cuestiones esenciales que hacen a la calidad de vida de los trabajadores”, subrayó Torres.

“Mi padre siempre decía que el Cordobazo fue un hecho único e irrepetible. Las enseñanzas que legó fueron la solidaridad, la unidad en acción, el trabajo en conjunto y el despojarse de protagonismo, sabiendo ponerse delante de las masas, interpretando la verdadera hora que estaba transcurriendo”, agregó.

“A ellos les tocó gestar ese movimiento en un momento de altísimo nivel de proscripciones de las libertades cívicas con un deterioro de los valores sociales desde el punto de vista moral. Esos intérpretes hoy perduran en la memoria popular e histórica, junto a tantos anónimos que acompañaron esa multitudinaria manifestación”, concluyó.