Habrá un homenaje al fallecido nativista local Hugo Bonoris, cuya hija fue invitada a presentar a la delegación de Córdoba
Un recitador es el único villamariense seleccionado para competir este año en el certamen folclórico Pre-Baradero.
Así se informó desde la organización tras la final provincial llevada a cabo en Colonia Caroya y donde resultó designado Franco Cuevas como representante cordobés en el rubro “recitador, decidor o narrador”.
El resto de la delegación quedó conformado de la siguiente manera: solistas vocales de folclore, Paola Falasconi y Carlos Matías Suárez; solistas vocales de tango, María Rosa Gereis y Adrián Vasallo; canción inédita, Alejandra Acevedo-Mario Colazo; dúo vocal, Herrera-Paz; pareja de danza tango tradicional, Carrizo-Ludueña; pareja de danza tango estilizado, Patricio Barrios-Carla Rochaix; pareja de danza zamba tradicional, Centurión-Ruiz y pareja de danza zamba estilizada, Barrios-Rochaix.
Carina Bonoris será la presentadora de la delegación de nuestra provincia.
La delegación será acompañada por familiares del fallecido folclorista villamariense Hugo Bonoris (padre de Carina y esposo de Zulma Altamirano), quien será homenajeado por la comisión organizadora del festival bonaerense.
El certamen a nivel local cuenta con el auspicio del Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), que concretó la selección el pasado 13 de diciembre y una semana después se libró la final en Colonia Caroya, bajo la dirección de Zulma Altamirano.
Un humilde decidor
El recitador Franco Ramón “Canqui” Cuevas expresó, al ser elegido: “Luego de tanto tiempo, este humilde decidor vuelve a uno de los escenarios mas importante del país. El Anfiteatro Pedro Carossi, en Baradero 2016, festival del canto y la música. Gracias totales, Zulma, Carina, Eduardo Cichy, por confiar en mí. El canto del sur no ha muerto porque aún sigo de pie».
“Canqui”, que en quechua significa “gaucho”, fue criado en medio de una familia tradicionalista en pleno campo de Villa Nueva y ha competido en distintos certámenes regionales y nacionales en los rubros pareja de zamba, malambo (donde ha cosechado galardones tanto solista como en cuarteto) y en la especialidad recitador.
Cuevas es uno de los más jóvenes exponentes del género en la región.
Su pasión por el recitado, modalidad donde se recrea histriónicamente una narración de signo gauchesco, comenzó a los 12 años, tras quedar impactado con las historias que contaba un amigo de su padre en largas veladas camperas. Precisamente, uno de los textos escuchados en aquellos años, “Mi peón Segundo Molina”, de Alberto Merlo, fue la primera obra utilizada por Cuevas en un certamen.
